Menú
Cuando me convertí en madre, entendí el amor tan inmenso que mi madre siente por mí
Cuando me convertí en madre, entendí el amor tan inmenso que mi madre siente por mí

AMOR INCONDICIONAL

Cuando me convertí en madre, entendí el amor tan inmenso que mi madre siente por mí

Todos los consejos necesarios para que tus hijos sientan ese amor tan necesario que luego tendrán que transmitir ellos mismos a sus propios hijos.

A veces, tienes que vivir las cosas en tu propia carne para saber qué es lo que se siente. Esto es totalmente aplicable a las relaciones entre padres e hijos. Muchas veces los hijos nos enfadamos con nuestros padres por cosas que con el paso del tiempo entendemos y nos damos cuenta de que nosotros mismos hacemos. Y es que tienes que ser madre para entender el amor tan inmenso que tu madre sentía por ti y para ver todo el esfuerzo que hacía para conseguir tu felicidad.

El cerebro humano se guía por el amor, pues es una de las emociones humanas más presentes en el día a día del ser humano. Somos seres sociales, nuestras estructuras neuronales y nuestros neurotransmisores se desarrollan en base a las interacciones cotidianas que tenemos con quienes nos rodean. Las personas necesitamos cariño y seguridad para crecer, para desarrollarnos y para evolucionar, además de la atención de unos padres que sepan atender a sus hijos cuando lo necesiten.

Ser madre significa estar siempre ahí

Durante los nueve meses de embarazo, los bebés están muy protegidos. Cuando nacen necesitan sentir esa misma sensación de seguridad gracias al contacto piel con piel, sintiendo cuidados y percibiendo olores familiares. Lo más importante es que le demuestres a tu hijo que vas a estar siempre a su lado, en lo bueno y en lo malo.

Sin embargo, eso no quita que le tengas que pasar todo por alto y que nunca le regañes por miedo a que se sienta menos querido, ya que cuando ellos sean padres te entenderán mejor que nadie. Hay que saber educar bien a un hijo siguiendo una serie de principios como: regañarle si dicen palabrotas, si sienten celos del resto, si rompen algo, si le pegan a sus hermanos o si no respeta a los demás. Tener hijos también es dejar que ellos mismos asuman las consecuencias de sus actos, de esta forma fomentamos la responsabilidad desde pequeños.

Para asegurar el desarrollo de la fuerza y el bienestar emocional de tus hijos, es necesario educar con amor y promover el acercamiento y el apego durante los primeros años de su vida. De hecho, hay varias teorías que explican que cuando tu hijo es un bebé no tienes que atenderlo cada vez que llora porque así se le enseña a ser independiente con la idea de asegurarle una madurez emocional el día de mañana. Aun así, es cierto que algo por lo que no se puede luchar es por el instinto que tiene una madre durante sus primeros años de vida.

Al tener hijos, el sentimiento del amor tiene que ser continuo en cada aspecto de la vida humanaAl tener hijos, el sentimiento del amor tiene que ser continuo en cada aspecto de la vida humana

Amor sin condiciones

Al tener hijos, el sentimiento del amor tiene que ser continuo en cada aspecto de la vida humana. Y es que el amor que se le brinda a un hijo desde su infancia determina su amor adulto. Pero ahora bien, la eterna duda de un padre o de una madre es saber si sus hijos los consideran buenos padres o madres, si sus hijos se sienten queridos, si de verdad saben hacerle llegar todo el amor que sienten por ellos, ese mismo amor que a veces les da vergüenza preguntar directamente a sus propios hijos si de verdad lo reciben.

No te agobies, el mejor amor que le puedes dar a un hijo es el amor incondicional. No te frustres por cómo se siente tu hijo, pues seguro que hacia él sientes el amor más grande del mundo y ellos mismos saben que sus padres son las personas que más les quieren y se siente protegidos, su amor es recíproco.

Educar a un hijo en amor es educarlo en salud mental. El tipo de amor que necesitan los hijos es el amor sin condiciones, pues es el mayor legado que se le puede ofrecer, un amor del que precisan sobre todo cuando son más pequeños. Si un hijo pasa toda su infancia sin sentir ese amor por parte de sus padres, tendrá unas consecuencias negativas en su vida adulta inseguridades o miedos. Esos hijos llegarán a adultos cargados de carencias emocionales que les causarán una perpetua sensación de infelicidad. Para ser madre y tener hijos que crezcan con seguridad en sí mismos, tienes que brindarle un amor puro y verdadero.

Educar a un hijo en amor es educarlo en salud mentalEducar a un hijo en amor es educarlo en salud mental

Cuida tu estado de ánimo

Por otro lado, cuando eres madre entiendes determinados estados de ánimo que tenía tu madre a raíz de tus actos. El estado físico y de ánimo, las inseguridades y los miedos influyen en la forma de darle amor a nuestros hijos, pero eso no significa que sea nada malo, pues todas las personas tienen el derecho de pasar por diferentes momentos en su vida, buenos y no tan buenos, lo que no te convierte en peor padre o madre.

Como consejo, si no puedes pasar mucho tiempo con tu hijo, procura saber cuando está triste y presta atención a su estado de ánimo, nunca descartar la posibilidad de por qué está así. En algunos casos, puedes comunicarte con los maestros en busca de información que te ayude a descubrir cualquier cambio de actitud.

Da una buena educación

Otro punto muy importante cuando quieres ser madre es que tus hijos tienen que sentir que les respetas, es decir, tienen que ver que eres una madre comprensiva, con empatía... pero jamás les enseñes a manipular, chantajear, ni le pongas premios o castigos. Hay que asegurar un ambiente de no violencia donde prime la comunicación y el diálogo con el fin de dejar atrás todo percance y peligro que asuste al niño.

Es también muy importante que no te machaques la cabeza pensando en si tu hijo sería feliz con más cosas de las que tiene o pensando si lo cuidas lo mejor que puedes, pues tener hijos es saber que hay que educarlos desde la honestidad y la gratitud. Es cierto que tienen que ser felices, pero que aprendan que se es feliz con poco y no le des todo lo que pidan.

Muy importante

Una de las cosas fundamentales que tienes que tener en cuenta es que no porque a ti te guste una cosa o pienses de una manera, a tu hijo le tiene que gustar o tiene que pensar de igual forma. Cada persona es distinta y tu hijo tiene que sentir ese amor que sientes sin importar sus gustos, pensamientos o ideologías. Tu hijo no llegó al mundo para cumplir tus sueños frustrados ni para alimentar tu ego.

Al igual que tú pensabas cuando eras pequeña, ahora desde tu papel como madre debes saber que tus hijos son seres independientes que deben desarrollar sus propias pasiones y gustos. Además, en muchas ocasiones es mejor porque así sales de tu zona de confort y ves más allá de lo que antes ni te imaginabas. Tu hijo tiene que sentirse siempre él mismo, no tiene que fingir nada delante de nadie por miedo a lo que puedas pensar. Tiene que sentir que él mismo puede conseguir lo que se proponga. Aconséjale siempre con palabras en las que no lo juzgues y ama a tu hijo tal como es, no como quieres que sea.

 Ten siempre presente que tu hijo es único y maravilloso Ten siempre presente que tu hijo es único y maravilloso

Eres su ejemplo a seguir

Una de las tareas más importantes como madre es saber potenciar los diferentes talentos que poseen nuestro hijos. Ten siempre presente que tu hijo es único y maravilloso, pues las comparaciones son odiosas y perjudiciales, pero tampoco vayas presumiendo en exceso de él porque se avergonzará y de mayor puede que haga todo lo contrario con sus hijos para evitar caer en el mismo error.

No le des ejemplo de competición, no le fuerces a ser el mejor de la clase o el mejor en el deporte que practique, tampoco le regañes si se saca menos nota que un amigo suyo. Ten en cuenta que tú eres su ejemplo a seguir y su mejor motivación, pero tienes que saber cómo animarle adecuadamente, siempre desde el trabajo propio, el esfuerzo y la superación de sí mismo, nunca de los demás. El amor que le haces llegar no pasa desapercibido, y es que se trata de un sentimiento muy poderoso capaz de potenciar lo mejor del ser humano en la vida.

Siempre presente

Por último, pero no menos importante, tienes que pasar tiempo con tu hijo y no me refiero a estar co él en casa, sino apuntaros juntos a alguna actividad o a algún taller, potencia esa relación entre madre e hijo que de mayor apreciará y transmitirá de la misma manera a sus hijos. No se trata de apuntarlos a algún deporte o actividad que les guste, sino también de acompañarlos y pasar tiempo juntos.

Hay que intentar vivir experiencias de valor con nuestros hijos para que se les queden marcadas y cuando sean mayores puedan recordarlas como algo bonito. Y ojo, no me refiero a la cantidad de tiempo que tienes que pasar con él necesariamente, sino a la calidad de este tiempo. Debes intentar darles tiempo valioso todos los días en los que tu atención esté con presente tanto en él como en lo que estáis compartiendo. Podéis comer juntos, ir a dar un paseo o leer. La dedicación, atención y el cariño forjan la base de la felicidad de tu hijo.

Te puede interesar