Las relaciones no siempre son un camino lleno de rosas, y aunque una madre siempre será una madre... en ocasiones o en etapas puede que la relación que tienes con tu madre y abuela de tus hijos, no sea tan idílica como te gustaría que fuese. Una madre siempre tendrá buenas intenciones hacia sus hijos, pero en ocasiones, no siempre sepa cuál es la mejor forma para hacer las cosas.
Puede que quiera darte su opinión sobre tu trabajo, las relaciones que tienes, tu dinero, cómo crías a tus hijos... Y es que, en las relaciones, el consejo materno no siempre es constructivo. La preocupación excesiva de tu madre puede hacerte sentir que no confía en ti para que manejes tu propia vida. Sin embargo, a veces los viajes de culpa maternal son más abiertos... Tu madre podría decir que no te preocupas por ella si no haces lo que quiere. En cualquier caso, es importante protegerte y afirmarte como persona.
A continuación vamos a darte algunos consejos para que seas capaz de afrontar este tipo de situación y que de esta manera, las preocupaciones que tiene tu madre sobre tu vida, no se conviertan en algo tóxico.
Habla con tu madre
Lo primero que tendrás que hacer es hablar con tu madre. Puedes hacerlo de una a una, es decir con ella a solas, para explicarle cómo te sientes o si no te ves capaz, lo puedes hacer a través de un terapeuta familiar. Puedes explicarle cómo te afectan sus preocupaciones excesivas o cuando te hace sentir culpable por todo.
Si crees que no puedes hablar con ella sin que acabéis gritando, enfadadas o llorando, pídele a un terapeuta familiar que medie para que sea más fácil la comunicación, al menos al principio.
Defiende tu posición
Defiende tu posición e intenta que entienda tu postura después de entender tú la suya. El hecho de que tu madre quiera que hagas algo no significa que tengas que hacerlo. Recuerda que ella es una adulta, como tú. Si tienes otras responsabilidades y tu madre goza de buena salud, puede cuidarse sola. De lo contrario, pídele a otro familiar o cuidador que la atienda cuando lo necesite.
Tómate un descanso de su presencia
No tienes que decirle a dónde vas o qué estás haciendo. No tienes que responder a sus llamadas o correos electrónicos de inmediato. Aunque el tratamiento silencioso no es la mejor manera de lidiar con los conflictos interpersonales, a veces es necesario que te protejas, al menos, de forma temporal.
Confía en un amigo, compañero o terapeuta
Confía en una persona que sea tu confidente para buscar consejo o simplemente para desahogarte. Un observador imparcial puede ayudarte a comprender una situación en la que te sientes atrapado. Otras personas pueden aportarte perspectiva y tranquilidad cuando no puedes hacerlo tú mismo. No sientas vergüenza por hablar con otras personas de lo que te afecta, a veces, decir las cosas en voz alta pueden ayudarte a mejorar tu calidad de vida al darte cuenta de lo que realmente te está pasando.
Recuerda lo que te gusta de ti
Si tu madre suele desprestigiarte normalmente es más que probable que tu autoestima se sienta tocada. Recuerda frecuentemente lo que te gusta de ti, si tienes que escribir una lista y colgarla en la nevera o el baño para verla todos los días, simplemente, hazlo. Si tu madre te acusa de comportarte de manera indiferente, piensa en un momento en que hiciste algo compasivo por otra persona y escríbelo en la lista. Amarte a ti mismo es un escudo contra otros que dicen cosas odiosas.
Cuando tienes personas tóxicas en tu vida lo habitual es dejarlas pasar, pero cuando es tu madre la que te provoca estos sentimientos, no podrás simplemente desparecer... por eso, saber estas estrategias de afrontamiento te vendrá muy bien.