Gracias a la ciencia se ha podido confirmar que, después de dar a luz, un recién nacido ya posee el potencial necesario para captar estímulos en su entorno. Y es que, aunque el organismo del bebé se encuentra en una fase de inmadurez en la cual tiene bastante por desarrollar, sus sentidos sí que están activos y empiezan a mostrar una serie de reflejos primarios.
Vínculo paterno
Además de esto, los bebés recién nacidos están preparados para establecer un vínculo, y cuando decimos vínculo nos referimos a ese apego afectivo tan intenso que se crea entre los padres y su bebé. Durante los primeros meses de vida, el recién nacido tiene una relación muy cercana con la madre, pero este vínculo no debe ser único. El desarrollo del bebé depende también del papá. Y es que el apego de la madre a su hijo es igual de importante como el de la figura paterna, pues ambos desean llenar a su pequeño de amor y cariño, estar piel con piel, protegerlo y cuidarlo.
Los científicos todavía están aprendiendo muchas cosas sobre este vínculo afectivo, pero se sabe que esta unión aporta al bebé el primer modelo de relaciones íntimas y fortalece la sensación de seguridad y autoestima positiva en el bebé, por lo que el papá de la familia también debe jugar un papel fundamental.
El padre debe aprender rápidamente a conocer a su pequeño, tiene que dedicarle tiempo y coger confianza con él. Es importante que el papá establezca enseguida una comunicación física con el recién nacido, piel con piel, que cuide de él desde el primer día, a hablarle, a mimarlo, haciendo que se acostumbre a él. Pero el papel de padre empieza mucho antes de su nacimiento.
Una forma de empezar a tener un vínculo con tu hijo si eres papá es empezar por asistir a los cursos de preparación al parto con tu mujer, algo que demuestra una implicación estrecha y activa durante el embarazo. No hay que olvidar tampoco algo todavía aún más importante como es la presencia del padre en el parto, pues te ayudará a ser consciente más rápidamente del nuevo papel que te toca asumir con el nacimiento de tu pequeño.
El bebé recién nacido lo percibe todo
Son muchos los que creen que los bebés recién nacidos no se enteran en absoluto de lo que ocurre a su alrededor. Sin embargo, esto es un error porque nadie se imagina todo lo que un recién nacido es capaz de percibir y captar. A temprana edad, el cerebro humano presenta muchas conexiones neuronales que luego van minimizándose a medida que el organismo madura.
Como padre, y más si se trata de uno primerizo, se puede aprovechar este potencial que presentan los bebés para darles mejores oportunidades para aprender y potenciar así su desarrollo de una forma positiva que dé como resultado muchos beneficios.
En primer lugar, es importante tener en cuenta el sentido de la vista de tu pequeño. Aunque es cierto que el recién nacido durante sus primeros meses de vida no ha desarrollado plenamente su sentido de la vista, pues sólo son capaces de alcanzar los 20 o 25 cm como mucho, si que puede identificar los contrastes que perfilan el rostro de su padre y desarrollar un patrón para poder identificar diversos rostros. Debido a esto es importante mantener un buen contacto visual con el pequeño para que coja confianza y se acostumbre a ti.
Por otro lado, aunque los recién nacidos no saben lo que una persona está diciendo, si que son capaces de captar voces y diferenciarlas por la entonación, el tono y por cómo se produce ese sonido en el entorno. La voz de la madre quedará registrada como una frecuencia en su cerebro porque la escucha con mucha frecuencia y constancia. Por ello, es importante que la figura del padre esté presente en este aspecto para que también pueda reconocer tu voz a la perfección y no la extrañe cuando le hables. Lo importante es estar siempre piel con piel y muy cerca para que tu hijo se acostumbre a ti.
Aunque todo esto puede parecer raro o increíble, la voz queda archivada y bien definida. Es más, se piensa que desde el primer trimestre de gestación, el feto comienza a adaptar su cerebro y su oído al idioma de la madre. Por lo tanto, la captación de voces inicia el desarrollo del lenguaje en el bebé una vez que abandona el vientre materno.
Amor sin condiciones
Al contrario que hace unos años atrás, la figura del padre cada vez está más igualada a la de la madre en cuanto al cuidado y atención del recién nacido se refiere. La figura paterna se implica ahora más en la educación de sus hijos, dejando de ser unta tarea única de las madres, algo fundamental para que las familias estén más equilibradas e igualadas. Además, el sentimiento del amor tiene que estar presente en cada aspecto de la vida humana porque el amor que se le brinda a un hijo desde su infancia determina su amor adulto.
Como padre debes saber que el mejor amor que se le puede dar a un hijo es el amor incondicional, el que supera todas las fronteras y lo puede todo. Si lo haces así, estarás siempre en lo cierto. No te frustres por cómo se siente tu hijo, pues seguro que hacia él sientes el amor más grande del mundo, un amor que no habías sentido nunca antes y que te lleva a un nivel jamás nunca imaginado. Y es que ellos sienten ese amor y es recíproco porque saben que sus padres son las personas que más les quieren y les van a proteger.
Consecuencias negativas
Educar a un hijo en amor es educarlo en salud mental. Si un hijo pasa toda su infancia sin sentir ese amor por parte de su padre, sin sentir una relación de piel con piel y afecto, tendrá unas consecuencias negativas en su vida adulta como pueden ser una baja autoestima, la necesidad de ser aceptados por el resto de personas, miedos o inseguridades.
Esos hijos llegarán a adultos cargados de faltas emocionales que les causarán una constante sensación de infelicidad. Sin embargo, si los niños se sienten amados por su padre de forma incondicional desde pequeños, crecerán sintiéndose seguros de sí mismos y su vida emocional será mucho más estable y equilibrada. Es fundamental que le demuestres a tu hijo que vas a estar siempre apoyándolo y a su lado, en lo bueno y, sobre todo, en lo malo.
Sin embargo, esto no quiere decir que tengas que pasarle todo por alto y que no le regañes nunca por miedo a que se sienta menos querido. Hay que saber educar bien a un hijo en base a una serie de principios. Un buen papá tiene que regañarle si su hijo dice palabrotas, si siente celos del resto, si rompe algo, si le pega a sus hermanos o si no respeta a los demás. Todo esto quiere decir que hay que transmitirles un amor que esté por encima de todo, pero siguiendo una serie de valores para llegar a ser unas buenas personas en la vida. Además, hay que dejar que los niños asuman las consecuencias de sus actos, de esta forma fomentamos la responsabilidad desde pequeños.
Consejos para papás
Está claro que el primer contacto del padre con su bebé es el más importante, pero es igual de imprescindible mantenerlo en el tiempo. Con esto me refiero a que le demuestres que siempre te acuerdes de él y jamás faltes a un evento importante para él como su cumpleaños, su graduación, acompáñale a la final de su equipo de fútbol favorito o a la función de fin de curso. Es decir, pasa tiempo con él desde su infancia para tener una buena comunicación y que cuando llegue la edad para hablar con él de sexo u otros conflictos que puedan surgir en su etapa de adolescencia, no tengas problema y puedas solucionarlo mucho más rápido.
Por otro lado, intenta entender que en la vida de los hijos hay muchas etapas y para nada iguales. La etapa infantil, la adolescencia y la adulta no son etapas fáciles, y más si le sumas que intentan llamar la atención en cada una de ellas, por lo que tienes que aprender a escucharle y ponerte en su lugar, aunque para tu sea una tontería lo que le ocurre o sea algo más difícil. La figura paterna siempre tiene que estar ahí, piel con piel y cada día más firme y sólida.
Por último, pasa tiempo con él para que vea que siempre puede contar contigo. Y es que a algunos hombres les cuesta mucho más decir las cosas o demostrar amor a sus hijos en forma de palabras cariñosas. Por esto, debes abrir tu mente, dejar la vergüenza a un lado y mostrarle esa complicidad a tu hijo para que, además, él también pueda dedicarte palabras bonitas que te llenarán como persona y más aún como padre. En definitiva, tengas una relación más cercana o más distante con tu hijo, lo que es seguro es que con la paternidad también le cambia la vida a los papás.