El vínculo madre-hijo es una fuerza poderosa desde la cuna hasta la tumba. A menudo se dice que nadie te ama como tu madre con un amor incondicional que ninguna amistad puede reemplazar; sin embargo, eso no significa que tú y tu madre siempre os llevéis bien. La creciente necesidad de la independencia de las personas en la edad adulta y el sentimiento de una madre de no ser apreciada o no necesaria, a veces puede crear una brecha entre madres e hijos, siendo especialmente vulnerable el vínculo madre-hija.
Lo bueno de todo esto es que puedes encontrar la forma de conectarte con tu madre y emprender una relación emocionalmente sana y satisfecha entre vosotras. Si alguna vez has pensado que tu madre no es del todo lo amable que te gustaría que fuese, sigue leyendo porque encontrarás las forma de que vuestra relación mejore considerablemente.
El vínculo madre-hijo es una fuerza poderosa desde la cuna hasta la tumbaCéntrate en ti mismo
Si tienes un problema con tu madre, trata de concentrarte en ti misma y en lo que puedes hacer de forma diferente para mejorar vuestra relación. Es posible que no puedas cambiar la opinión de tu madre sobre tu elección de carrera, o cómo se siente con respecto a tu pareja, pero puedes alterar tu reacción ante sus críticas. En lugar de enfadarte y dejar que las palabras de tu madre te hagan sentir mal, hazte cargo de tus emociones y separa tus sentimientos de los tuyos. Valida a tu madre haciéndole saber que la has escuchado y apreciado, incluso si no estás de acuerdo con su opinión.
Prueba la terapia
La terapia puede funcionar bien en las relaciones madre-hija. A menudo hay menos estigma que las parejas cuando se trata de terapia de pareja para una madre y una hija. A menudo, tanto la madre como la hija se sienten incomprendidas y quieren resolver las cosas. Lo más probable es que tu madre realmente quiera ser amable contigo y no tenga la intención de herir tus sentimientos, pero hay una desconexión que podría beneficiarse de un profesional externo, como un terapeuta. En este sentido, no tengáis vergüenza de acudir a la consulta de un profesional porque os puede ayudar a encontrar un mejor entendimiento.
Compórtate como un adulto
Si estás molesto porque tu madre te trata como a un niño, asegúrate de no estar actuando como tal. No te quejes. Establece límites con tu madre. Si no quieres discutir ciertas cosas con ella o si no quieres su opinión, habla por ti mismo. Recuérdale a tu madre que tú eres un adulto capaz, pero hazlo con calma y respeto. Si tu madre te ofrece un consejo que suena sospechosamente a crítica, no discutas sobre ello. Dile que aprecias la preocupación pero que si quieres su consejo, se lo pedirás; luego pasa a un tema menos controvertido.
No excluyas a tu madre de tu vidaCultivar la relación
No excluyas a tu madre de tu vida; en lugar de eso, inclúyela regularmente en lo bueno y lo malo. Haz que se sienta especial y cultiva el vínculo que tenéis juntas. Llámala al menos una vez a la semana si puedes, aunque solo sea por cinco minutos. Hazle saber que estás pensando en ella. Llama al azar solo para saludar. Planifica una actividad especial y divertida para hacer con tu madre de vez en cuando. Construye recuerdos felices y experiencias compartidas juntas para obtener resultados positivos. Vuélvete vulnerable y dile a tu madre que la quieres con todo tu corazón... Ninguna madre se puede resistir a las palabras de amor de un hijo o hija que lo dice con todo su corazón.
Recuerda que madre solo hay una, por lo que es imprescindible que cuides vuestra relación tanto por tu salud mental como por la suya. ¡Una buena relación con una madre siempre será el mejor antídoto ante la tristeza!