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Pesadillas en los niños según su edad
Pesadillas en los niños según su edad

PESADILLAS

Pesadillas en los niños según su edad

Muchos niños, se despiertan en mitad de la noche a causa de sueños que interrumpen su descanso y les causan temor, son las conocidas pesadillas.

Se calcula que entre un 10 y un 50% de los niños de entre 3 y 5 años, sufre pesadillas mientras duermen por la noche. Este es uno de los trastornos más habituales en los niños y por lo general, suele desaparecer de forma natural a medida que van madurando.

Qué son las pesadillas y por qué se producen

La pesadilla puede definirse como un sueño largo, en que aparecen muchos detalles y que provoca temor e incluso en ocasiones, episodios de pánico en los niños. Aunque hay pequeños que comienzan a padecer las pesadillas antes de los 3 años, lo normal es que aparezcan a partir de esa edad.

Hacia los 3 años, los niños comienzan la etapa escolar donde cada día aprenden y asimilan nuevos conceptos. Todos y cada uno de sus aprendizajes se acumulan en su aún inmaduro cerebro, durante la noche, todos esos pensamientos se aparecen en sus sueños entremezclados, dando lugar a situaciones incómodas que producen en el niño ansiedad y temor.

No se sabe de forma exacta cuál es la causa del sueño y de las pesadillas, pero se cree, que es una de las formas en las que el cerebro procesa los pensamientos, las inquietudes o las vivencias que se afrontan cada día.

Aunque es imposible evitar que los niños sufran pesadillas por la noche, es importante que como padre o madre introduzcas algunos hábitos en la rutina del sueño. De esta forma, tu hijo descansará mejor y aumentarán las posibilidades de que tenga dulces sueños.

Los trastornos del sueño en la infancia

Antes de conocer la forma de mejorar el sueño de los niños, es importante conocer las diferencias entre los trastornos del sueño. Las pesadillas infantiles y los terrores nocturnos, forman parte de los Trastornos del Sueño. Aunque los términos son similares y pueden parecer lo mismo, existen diferencias importantes entre ambos por lo que es fundamental saber diferenciarlos.

La pesadilla puede definirse como un sueño largoLa pesadilla puede definirse como un sueño largo

Las pesadillas infantiles

  • Aparecen en la fase del sueño REM, donde el cerebro todavía está muy activo. Esta es la quinta etapa del sueño y comienza alrededor de una hora y media después de quedarse dormido.
  • Se suelen dar entre los 3 y los 6 años, aunque en algunos casos las pesadillas infantiles pueden comenzar antes.
  • El niño se despierta a causa de la pesadilla y puede recordar lo que estaba soñando.
  • La pesadilla contiene muchos detalles realistas.
  • Mientras que el niño está teniendo la pesadilla, no existe ningún movimiento ni articulación de palabras. Esto es porque en esta fase del sueño no hay tono muscular, y en el caso de que aparezca algún sonido, es indicador de que la pesadilla ha terminado.
  • El niño se despierta con miedo y ansiedad, recordando exactamente las imágenes de la pesadilla que ha interrumpido su sueño.
  • A medida que el niño crece, las pesadillas suelen desaparecer de forma natural.

Los terrores nocturnos

  • Aparecen en la fase del sueño No REM
  • Se suelen dar entre los 4 y los 12 años aproximadamente
  • El niño no se despierta por la pesadilla, aunque puede realizar movimientos bruscos, incorporarse, llorar o gritar, resulta muy difícil conseguir que se despierte.
  • Al despertar, el pequeño no puede recordar el sueño y si lo hace, es con pocos detalles y con imágenes difusas.
  • En esta fase del sueño existe tono muscular, por este motivo el pequeño puede moverse, gritar o hablar mientras está ocurriendo el sueño.
  • El niño sufre mucha ansiedad mientras está viviendo el episodio, pero al despertar no es capaz de recordar nada.
  • Por lo general, los episodios de terrores nocturnos desaparecen de forma natural pasado un tiempo y en la mayoría de los casos no es necesario medicar al niño con ningún tipo de fármaco.

Aunque las pesadillas no suponen ningún riesgo para la salud física del niño, es posible que desemboquen en problemas asociados como miedo a dormir o a la oscuridad. Incluso es posible que la interrupción del sueño por la pesadilla, rompa el patrón del sueño y cause en el niño problemas de irritabilidad, ansiedad, mal carácter o aletargamiento.

Si las pesadillas o los terrores nocturnos aparecen de forma esporádica, entra dentro de la normalidad. No obstante, si se suceden con demasiada frecuencia o en el caso de que afecten a la vida del pequeño, es recomendable consultar con su pediatra para que pueda hacer una valoración. Ya que en algunos casos, pueden existir circunstancias externas que provoquen las pesadillas, y en ese caso es importante detectarlas lo antes posible.

Cómo mejorar el sueño de los niños

Es fundamental que los niños tengan una rutina del sueño marcada, con unos hábitos saludables que les ayuden a alcanzar un sueño profundo y relajado. Para ello, es importante que cada día se sigan los mismos rituales de forma que tanto el pequeño como su propio organismo, estén listos para lograr un sueño reparador.

La rutina del sueño debe comenzar tempranoLa rutina del sueño debe comenzar temprano
  • La rutina del sueño debe comenzar temprano, de forma que al llegar la hora de dormir, el niño esté relajado
  • En la rutina del sueño se incluye un baño relajante, una cena ligera y un rato de mimos
  • La lectura de un cuento favorece un sueño dulce y calmado
  • Los niños no deben ver en la televisión programas violentos, ni series o películas que den miedo
  • Tener una habitación acogedora y recogida, con una cama confortable, su peluche preferido o una lámpara que aporte algo de luz
  • Acostarse cada día a la misma hora

Todos estos rituales son importantes para que el niño duerma plácidamente. Aunque no sea posible evitar que tengan pesadillas, fomentar unos buenos hábitos ayuda a que el pequeño duerma relajado y con la mente libre de pensamientos negativos.

Qué hacer si aparecen las pesadillas

Si a pesar de todo aparecen las pesadillas, es importante que el niño reciba calma y que sea consciente de que tan solo ha sido un mal sueño. Hacia los 5 años, los pequeños ya son capaces de reconocer que los sueños no son reales, pero aún así, pueden sentir estrés y temor. Algunos consejos para reducir la presión tras una pesadilla:

  • Calma a tu hijo, abrázalo y hazle sentir que está acompañado en todo momento por las personas que lo quieren
  • Consuela a tu pequeño, puedes pedirle que te explique como se ha sentido por el sueño y contarle que es normal, ya que todas las personas sienten temor aún siendo mayores
  • Ayúdale a volver a dormir, cántale una canción, vuelve a contar un cuento o charla con tu hijo sobre las cosas bonitas del día o las que están por venir

No obstante, si las pesadillas se suceden de manera ocurrente y tu pequeño repite los mismos sueños, no dudes en consultar con un especialista.

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