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Cuáles son las pesadillas más comunes en los niños
Cuáles son las pesadillas más comunes en los niños

PESADILLAS

Cuáles son las pesadillas más comunes en los niños

Tener pesadillas es bastante común en los niños y a ellos, les da miedo tenerlas. ¿Cuáles son las más comunes?

Uno de los mayores miedos que los niños pequeños experimentan a la hora de irse a dormir es el de sufrir pesadillas mientras duermen. Durante la infancia es completamente normal tener estos episodios porque a esa edad es difícil tener un pensamiento crítico y racional ante experiencias desagradables, que precisamente son las que generan la mayor parte de las pesadillas. Por otro lado, y aunque sean los niños los que más sufren después de una mala noche, los adultos también pueden experimentar episodios traumáticos y/o desagradables.

De igual forma que una persona adulta tiene sueños recurrentes o que son más comunes de experimentar en una edad más madura, los niños también poseen un patrón del mismo estilo. Aunque cada persona y cada pequeño es un mundo, con sus miedos y sus fobias individuales, existen una serie de pesadillas que son muy comunes en la edad infantil. Si quieres saber cuáles son, por qué se pueden producir o incluso cómo puedes ayudar a que los niños superen sus miedos, a continuación, encontrarás todas las respuestas.

El personaje de un bufón es una de las figuras que más sentimientos encontrados generaEl personaje de un bufón es una de las figuras que más sentimientos encontrados genera

La figura del payaso

El personaje de un bufón es una de las figuras que más sentimientos encontrados genera. A pesar de que, cultural y generalmente, el payaso es la representación física del entretenimiento y la diversión, son muchos los niños que sienten un auténtico pavor cada vez que ven o sueñan con uno. La explicación, a menos que responda a otro motivo, suele ser que el niño ha vivido algún tipo de experiencia desagradable con alguna persona disfrazada de payaso o que haya visto alguna película o serie de temática terrorífica en la que el protagonista sea un bufón siniestro y tenebroso.

Si tu niño experimenta este tipo de sueños desagradables, es importante que sepas tranquilizarlo mediante el contacto físico y, sobre todo, que vayas familiarizándolo con la figura del payaso más amigable y divertida. Evita también que vea películas o series en las que el protagonista sea un payaso tenebroso que pueda ser también susceptible de aparecer en alguna pesadilla.

Perderse o sentirse solo

Cuando uno es pequeño, es en la figura de los padres o del tutor donde encuentra el mayor grado de protección y seguridad. Muchos niños tienen el miedo de sentirse vulnerables y desprotegidos y precisamente esta angustia es lo que les puede llevar a tener pesadillas con este temor como tema. La explicación a este tipo de sueños se puede deber a que el niño está preocupado por los horarios y la ocupación de sus padres.

También es posible que el niño en cuestión experimente este tipo de pesadillas porque se haya enterado de la llegada de un nuevo miembro a la familia, como un hermano pequeño. En la edad infantil, es habitual que los niños que son hijos únicos sientan rechazo ante la idea de compartir la atención de sus padres y que los celos o la envidia les hagan preocuparse.

Si los motivos que responden a estas pesadillas son por el tiempo que tú, como padre, pasas con tu hijo, entonces intenta que el pequeño esté tranquilo en ese aspecto. Pasa todo el tiempo que puedas con él y razona, en la medida de lo posible, por qué motivo no le puedes acompañar o estar con él a todas horas. Esto no solo servirá para calmar a tu hijo a no tener pesadillas con esto, sino que también le estarás mentalizando para el futuro.

El monstruo acechante y aterrador

Otra de las pesadillas más comunes en los niños es soñar con personajes monstruosos, bien con el aspecto sacado de alguna película de terror o inventados por ellos mismos. Esto, a pesar de que se puede deber al hecho de ver una imagen o film de miedo, también puede responder a otros motivos. Si los sueños son muy recurrentes, es posible que el pequeño esté sufriendo algún tipo de problema con alguien mayor y que, esta persona, ejerza una fuerte autoridad sobre él.

Cuando un niño tiene pesadillas con un mismo monstruo y este siempre es igual, entonces lo que ocurre es que está representando, en el mundo de los sueños, a alguien que lo está atormentando en la vida real. Es probable que la figura de quien sienta miedo tu hijo, si tiene este tipo de pesadillas, sea algún compañero de colegio que se meta con él o alguien conocido que lo someta a algún tipo de acoso.

La pesadilla más recurrente que provocan estos sentimientos es la de, por ejemplo, hacerse pis en públicoLa pesadilla más recurrente que provocan estos sentimientos es la de, por ejemplo, hacerse pis en público

Para ayudar a tu hijo, no intentes que este te de explicaciones sobre la gente de su entorno para averiguar el origen del problema, sino que hagas todo lo posible por intuirlo a través de cómo son sus pesadillas. Esto último se debe a que el niño puede ponerse a la defensiva u omitir cosas que le pasan en la vida real por vergüenza o miedo. Normalmente, los monstruos de las pesadillas comparten algún tipo de rasgo, entorno o característica con el acosador real así que, si preguntas al pequeño sobre cómo es el monstruo y qué es lo que hace, probablemente encuentres respuestas.

Sufrir el ridículo público

Uno de los miedos más comunes que experimentan muchos niños, sobre todo cuando tienen entre 6 y 10 años, es el de experimentar vergüenza en público. Cuando un niño es pequeño y todavía no tiene formada su personalidad, la mayor parte de la educación que recibe responde a la necesidad de adaptarse al mundo exterior y de comportarse cada vez con mayor madurez. También, los niños pequeños siempre tienden a imitar a los adultos así que, si cometen públicamente algún tipo de error propio de su edad, sentirán vergüenza.

La pesadilla más recurrente que provocan estos sentimientos es la de, por ejemplo, hacerse pis en público y que los demás se rían de él. Esto es algo propio de la edad y que, con los años, acaba corrigiéndose por sí solo con la ganancia de madurez y autocontrol. Por ello has de tranquilizar a tu pequeño en este aspecto y no darle mucha importancia al asunto. Si ha sido sin querer, no es recomendable reñirle así que mejor opta por decirle que no pasa nada y que, seguramente, ya no existirá una próxima vez.

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