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Cómo enseñar a los niños a poner palabras a los sentimientos
Cómo enseñar a los niños a poner palabras a los sentimientos

SENTIMIENTOS

Cómo enseñar a los niños a poner palabras a los sentimientos

Descubre cómo enseñar a los niños a poner nombre a los sentimientos que experimentan en su día a día.

Para poder entender las emociones propias y ajenas primero se deben comprender qué son las emociones y los sentimientos, por qué aparecen y qué nos quieren decir cuando las sentimos. Los niños nacen sintiendo las emociones de manera intensa pero no saben reconocerlas. Cuando no se reconocen las emociones ni los sentimientos, es cuando pueden haber problemas de empatía o de comunicación hacia uno mismo o hacia los demás... causando problemas de conducta.

Los niños nacen con capacidad de expresar sus sentimientos aunque no las entiendan del todoLos niños nacen con capacidad de expresar sus sentimientos aunque no las entiendan del todo

Los niños nacen con capacidad de expresar sus sentimientos

Los niños nacen con capacidad de expresar sus sentimientos aunque no las entiendan del todo. Un niño no nace con el conjunto de conocimientos o habilidades para expresar de manera efectiva sentimientos complejos con palabras: se le debe enseñar a tomar conciencia y reconocer estas emociones. 

Enseñarle a tu hijo cómo expresar sus sentimientos con palabras puede ayudarle a enfrentar efectivamente situaciones incómodas, frustrantes o dolorosas. Aunque esta lección requiere tiempo y paciencia, vale la pena cuando ves a tu hijo lidiar con un problema de manera constructiva en lugar de pelear, golpear o insultar.

Modela el comportamiento

Tienes que modelar el comportamiento que quieres que tu hijo demuestre. Si quieres que aprenda a respirar profundamente y hablar con calma sobre cómo se siente, tendrás que. Hacer lo mismo cuando te enfades o te sientas frustrado. De esta manera tu hijo aprenderá mucho cuando demuestres autocontrol y establezcas un buen ejemplo a seguir.

Es necesario reconocer las emociones dirigiendo a tu hijo a reconocer sus sentimientos y que note cómo cambia su cuerpo cuando experimenta ese sentimiento concreto. Deberá calmarse a través de las respiraciones profundas, contando hasta 10, alejándose de la situación o participando en una actividad constructiva y agradable. Después deberá pensar y hablar para expresar sus emociones y así después, resolver el problema. Hablar le hará sentirse mejor, mucho mejor que si grita o se pelea.

Sé un buen oyente

Para que tu hijo aprenda a poner palabras a sus emociones, tendrás que ser un buen oyente siempre que lo requiera. Deberás concentrarte en su mensaje verbal y en todos los sentimientos que hay detrás de esas palabras. Escucha atentamente a tu hijo cuando le estés hablando sobre cómo se siente y luego responde poniendo palabras y nombres a cada sentimiento que ja sentido.

Por ejemplo, cuando veas a tu hijo cruzando los brazos y sentado solo con el ceño fruncido, puedes acercarte a él diciendo: "Veo que estás molesto. ¿Quieres hablar sobre eso? " Déjalo hablar y responder reflexionando o repitiendo lo que escuchas. Ayuda a guiarlo a través de algunas técnicas de resolución de problemas sin hacerte responsable de sus emociones.

Es necesario reconocer las emociones dirigiendo a tu hijo a reconocer sus sentimientosEs necesario reconocer las emociones dirigiendo a tu hijo a reconocer sus sentimientos

Tabla de sentimientos

Otra idea maravillosa es colgar una tabla de sentimientos en la habitación de tu hijo, así podrá interiorizar las emociones y sentimientos que siente cada día. Podréis hablar sobre esto cada noche para que comience a pensar en cómo se siente en cada situación determinada.

Si tu hijo tiene dificultades para usar palabras, esto puede ser un trampolín en la dirección correcta.  Cuando quieras que tu hijo identifique sus sentimientos, pídele que se acerque a la tabla, señale la imagen que demuestra cómo se siente y diga "me siento..." Este será un ejercicio de reconocimiento emocional que si bien puede ser algo dificultoso al principio, después de un tiempo practicándolo el pequeño podrá expresar mucho mejor cómo se siente, sabiendo bien qué quiere decir el sentimiento que tiene en cada momento.

El poder reconocer y poner nombre a los sentimientos ayuda a los niños a reconocer las emociones cuando surgen, ya sean positivas o negativas y saber por qué ocurren en cada momento. Si las emociones o sentimientos son negativos, sabrán por qué les está pasando y así será más fácil buscar soluciones que le permitan encontrar la estabilidad emocional que necesitan.

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