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Enfermedad de Crohn en los niños
Enfermedad de Crohn en los niños

AFECCIÓN ESTOMACAL

Enfermedad de Crohn en los niños

Esta afección se caracteriza por la inflamación del tubo digestivo provocada por una reacción anormal del sistema digestivo, una enfermedad que se suele manifestar a corta edad y de carácter crónico.

La enfermedad de Crohn es una afección que forma parte del grupo de enfermedades intestinales inflamatorias (EII) y que se caracteriza por la inflamación del tubo digestivo. La causa es una anomalía en el normal comportamiento del sistema inmunitario que, cuando trata de eliminar del organismo algún ente nocivo como una bacteria, ataca por error al tejido sano del tubo digestivo y lo destruye. Normalmente, las zonas más afectadas son la parte inferior del intestino delgado -conocido como íleon- y el principio del intestino grueso, aunque cualquier parte del aparato digestivo es susceptible de ser afectada.

A pesar de que la enfermedad de Crohn se puede manifestar en cualquier momento, lo más frecuente es que aparezca temprano, cuando el paciente es todavía un niño. En estos casos es imprescindible el apoyo de los padres, que deben informarse sobre la afección para poder explicar su situación al pequeño. Y es que es una enfermedad que no tiene tratamiento, aunque puede aparecer y desaparecer a lo largo de toda la vida del paciente. Cuando un niño sufre la enfermedad de Crohn o cualquier otra afección pero no manifiesta síntomas durante una temporada se denomina etapa de remisión. Las causas de esta enfermedad todavía no están claras, aunque los expertos indican que hay una serie de factores que pueden potenciar su aparición:

  • Historial genético: si familiares del pequeño sufre la enfermedad de de Crohn aumentan las posibilidades de que se padezca.

  • Anormal funcionamiento del sistema inmunitario, lo que puede ser la causa de la enfermedad o un síntoma de la misma. Cuando un virus o una bacteria ataca el organismo del niño, el sistema inmunitario reacciona de forma desproporcionada para eliminarlo, atacando al tejido sano.

  • Seguir una dieta alta en alimentos grasos o con exceso de productos procesados.

  • Vivir en una ciudad con alto grado de contaminación.

Las causas de esta enfermedad todavía no están clarasLas causas de esta enfermedad todavía no están claras

Síntomas de la enfermedad de Crohn

Muchas veces el pequeño muestra diferente sintomatología dependiendo de la zona en la que está dañado el aparato digestivo. Normalmente, estas señales pueden confundirse con otra enfermedad, aunque hay ocasiones en las que son imprescindibles para que el médico diagnostique al niño con la enfermedad de Crohn. Algunos de los síntomas son:

  • Dolor en la zona abdominal que puede ir acompañado de episodios de estreñimiento o de diarrea, en ocasiones con disposiciones acompañada de sangre. También puede experimentarse la imposibilidad de defecar debido a que los intestinos ya están vacíos, aunque el niño sienta la necesidad.

  • Pérdida de apetito que puede provocar la pérdida de peso.

  • Fiebre, sensación de fatiga o hinchazón y dolor de las articulaciones.

  • Nódulos bajo la piel, de color rojizo y sensibles al tacto.

  • Inflamación o desarrollo de úlceras en los ojos o en la boca, así como encías sangrantes

El doctor realizará una serie de pruebas para diagnosticar al pequeño la enfermedad de Crohn, entre las que se incluye una tomografía computarizada (TC) y una resonancia magnética (RM) del abdomen, así como una enteroscopia, una colonoscopia o un examen del tránsito esofagogastroduodenal, entre otras.

Cuidados para el tratamiento de la afección

A pesar de que la enfermedad de Crohn es crónica y no tiene tratamiento para su cura, los padres sí que pueden tomar una serie de medidas para tratar de reducir sus molestos síntomas. El primero de ellos es asegurarse de que el pequeño lleva una dieta sana y equilibrada para su edad, tanto en calorías como en nutrientes o proteínas. De esta forma, los progenitores se asegurarán de corregir cualquier deficiencia nutricional que pueda afectar negativamente a la enfermedad. Para ello se puede recurrir al uso de suplementos de hierro o calcio, así como de vitamina B12 o del grupo B para ayudar al estado de remisión de la afección.

Por otra parte, puede que el médico recete al pequeño una serie de fármacos para tratar de reducir la hinchazón del sistema digestivo, tales como corticoesteroides o fármacos aminosalicilatos. También se pueden incluir inhibidores del sistema inmunitario para evitar que éste produzca las sustancias que están provocando la afección y reducir la inflamación. En caso de que los medicamentos no funcionen, es posible que el doctor señale que lo mejor es que el niño siga una terapia biológica o, en casos extremos, que se someta a una cirugía para extirpar la parte del intestino que está dañado y que puede solucionar casos de retraso del crecimiento, así como futuras fístulas o infecciones.

Por último, al pequeño también se le pueden recetar algunos medicamentos destinados a reducir los síntomas de la enfermedad de Crohn como antibióticos para tratar fístulas o abscesos y que reducirán las posibles bacterias presentes en el sistema intestinal y que están provocando el anormal funcionamiento del sistema inmunitario al tratar de eliminarlas del organismo. Los episodios de estreñimiento y de diarrea también se pueden tratar con medicación, así como el uso de analgésicos para reducir el dolor.

La enfermedad de Crohn no tiene tratamientoLa enfermedad de Crohn no tiene tratamiento

Alimentación y dieta

La enfermedad de Crohn no tiene tratamiento, pero que el pequeño siga una alimentación adecuada según su afección puede ayudar en gran medida a controlar sus síntomas. En este sentido, los expertos aconsejan medidas como:

  • Reducir al mínimo el consumo de productos lácteos -sobre todo si el pequeño es intolerante a la lactosa-, ya que pueden producir dolor de estómago, diarrea y exceso de gases.

  • Optar siempre por alimentos bajos en grasa y evitar las comidas fritas. Y es que en niños que sufren la enfermedad de Crohn la grasa no se absorbe de forma normal en el intestino.

  • Tratar de reducir el consumo de alimentos con alto contenido en fibra como frutas, vegetales o cereales, pues pueden empeorar los episodios de diarrea.

  • Evitar las comidas excesivamente picantes, así como las excesivamente dulces. Sobre todo tener cuidado con productos que contienen sustancias como sorbitol, xilitol o mannito.

  • Incluir alimentos como tapioca, avena cocida, arroz o plátanos, pues son alimentos con fibra soluble que ayudan a absorber el agua.

  • Beber mucha agua, siempre a temperatura ambiente y mejor entre comida y comida.

  • Mejor hacer 5 o 6 comidas pequeñas a lo largo del día en vez de 3 más abundantes y pesadas.

Consejos para los padres

La enfermedad de Crohn es una afección que tiene una componente física pero también mental, tanto para el niño como los padres. Al principio, los progenitores pueden plantearse la opción de ocultar la situación al niño, pero esto es un error. El primer paso será el de informarse con profesionales de la salud o asociaciones específicas para luego pasar a explicárselo al pequeño de forma clara y respondiendo a todas sus preguntas. De esta forma, se logrará normalizar la situación desde el principio para que el pequeño no desarrolle sentimientos de vergüenza o se sienta diferente a sus compañeros.

Y es que, en estas ocasiones, los niños pueden desarrollar problemas de autoestima, así como depresión o ansiedad. También se recomienda evitar el estrés del pequeño para que éste no repercuta en sus síntomas, así como tratar con un profesional siempre que sea necesario.

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