La vuelta al cole y el otoño aumentan las probabilidades de caer enfermoAl comenzar el colegio, también comienza la temporada de catarros y mocos tanto para los niños pequeños como para los padres. Este hecho es aún más frecuente si tu niño acude a la guardería por primera vez, ya que hasta ahora ha convivido en un entorno prácticamente aislado de virus y gérmenes. Como aspecto positivo, el contagio contribuye al desarrollo del sistema inmunitario, hasta entonces inmaduro.
Algunos profesionales recomiendan no llevar a los niños pequeños a la guardería hasta que cumplan 1 o 2 años precisamente por esta cuestión, para evitar malestar en niños tan pequeños debido a su sistema inmunitario inmaduro. Aunque si los niños pequeños no padecen enfermedades graves, el hecho de acudir al colegio antes de esa edad no supondría mayor problema que obligar a su sistema inmunitario a madurar antes.
El colegio es el principal núcleo de epidemia, donde las enfermedades contagiosas más comunes suelen ser catarros, gripes o nuevos virus inofensivos que están surgiendo pero que ocasionan gran malestar acompañado de fiebre. A esto hay que sumarle que existen unos 200 virus diferentes que pueden provocar catarros en los niños menores de 6 años. Además, con el otoño y las condiciones meteorológicas, nuestras defensas se resienten poniéndoselo bastante fácil a los virus.
Qué es el Sistema Inmunitario
Es un conjunto de estructuras y procesos biológicos que tienen una función protectora para nuestro organismo, protegiendo al cuerpo de virus, hongos, gérmenes...y en definitiva, de las enfermedades.
Este sistema se encarga de detectar aquellos agentes patógenos y atacarlos para que sean eliminados. En este sentido, cuando hablamos de defensas, hablaríamos principalmente de glóbulos blancos y glóbulos rojos, que son quienes ejercen esta función protectora.
Cómo se produce el contagio
En el colegio se comparte todo: chupetes, juguetes, comida, otros objetos, etc. y aunque las condiciones higiénicas del colegio sean tratadas minuciosamente y los maestros presten toda la atención del mundo, este hecho de compartir es casi incontrolable. Los niños aun no entienden por completo el mecanismo de contagio, sus efectos y cómo prevenirlo.
Quedarse en casa durante el catarro ayuda a evitar que lo contagie a otros niñosAlgunas enfermedades son fácilmente transmisibles, como los catarros. Existen cinco vías principales de contagio:
- Contagios por vías respiratorias: a través de la tos y los estornudos. Los gérmenes son expulsados al aire y son aspirados por otros niños pequeños.
- Contagios por vía fecal-oral: se pueden ingerir en la comida contagiada. Además, los virus se eliminan por las heces y los niños menores de 2 años aun no controlan bien la defecación.
- Contagio por contacto con la piel.
- Contagios por contacto con la saliva y la orina.
- Contagio por contacto con la sangre: este tipo de contagio es mucho menos común, aunque puede darse por contacto con heridas sangrantes o mordeduras.
Cuándo dejar al niño en casa
En las siguientes situaciones el niño deberá permanecer en casa y no ir a la escuela, tanto por su propia recuperación, como para evitar el contagio de otros niños:
- Cuando su estado de salud sea bastante malo y observes dificultades para respirar, somnolencia, fiebre, dolor, etc.
- Cuando observes que el niño no va a poder interactuar con normalidad en las actividades de la clase, siendo más un "castigo o esfuerzo" para el niño que un disfrute o aprendizaje.
- Cuando el niño padezca enfermedades altamente contagiosas susceptibles de epidemia: varicela, sarampión, diarreas, gastroenteritis, conjuntivitis, paperas...
- Cuando el pediatra o el maestro así lo indique por razones de salud y prevención.
Siempre debemos consultar con el pediatra tanto con respecto al tratamiento a seguir como a cualquier duda con respecto al contagio o al colegio.
Cómo prevenir el contagio
El contagio no es controlable, pero sí podemos poner en marcha las siguientes medidas para evitar que haya contagios en mayor medida:
- No acudir al colegio durante unos días, descansar e hidratar al niño los suficiente.
- Seguir hábitos adecuados de higiene: cortarle las uñas al niño, lavarle las manos antes y después de comer y de ir al baño.
- Lavar regularmente los juguetes y la ropa del niño.
- Instalar sistemas de purificación de aire y/o generadores de ozono que proporcionan espacios más saludables, limpios y seguros en el colegio.
- Confirmar que en la cocina del colegio se manipulan adecuadamente los alimentos.
- Evitar el contacto con otras personas en la medida de lo posible para evitar epidemia.
- Al toser o estornudar, usar pañuelos desechables.
- No compartir vasos, utensilios para comer, toallas o cepillos de dientes.
- Ventilar bien las habitaciones y los espacios cerrados.
Remedios para fortalecer las defensas de los niños pequeños
Siguiendo unas sencillas pautas podemos mejorar las defensas de los niños pequeños y así evitar una epidemia en el colegio:
- Evitar enfriamientos:
Debemos abrigar al niño lo suficiente pero sin exceso, ya que el contacto del sudor con el aire también puede enfriarle. Debemos evitar someter al niño a cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, poniendo la calefacción a una temperatura moderada.
- Lactancia el mayor tiempo posible:
La leche materna es un recurso con muchos beneficios para la salud del niño. Es un producto natural, gratuito y generalmente disponible. La leche materna contiene las defensas que el niño necesita, suponiendo una dosis natural de las mismas. Tiene un papel protector, ya que se relaciona con menores índices de enfermedades respiratorias, gastrointestinales, otitis, obesidad, diabetes y leucemia. Por tanto, amamanta a tu niño si las condiciones te lo permiten hasta los 2 años. De esta manera, garantizarás un plus de salud a tu hijo.
Una dieta equilibrada, alimentos naturales y beber muchos líquidos reforzará sus defensas- Nutrición sana y alimentación equilibrada:
Una ingesta equilibrada de proteínas, hidratos, minerales, vitaminas, fibra y grasas favorecerá el sistema inmunitario del niño. Debemos favorecer en la medida de lo posible el consumo de alimentos naturales, restringiendo el consumo diario de productos industriales, grasas saturadas, exceso de azúcares, chucherías...que para nada favorecen la salud del pequeño.
- Entornos con aire limpio:
Evita fumar delante del niño, ventila adecuadamente los espacios y procura que esté en entornos naturales (la playa, la montaña, parques, rutas, entorno rural, etc.).
- Hidratación adecuada:
Es importante que el niño ingiera muchos líquidos a lo largo del día. Ofrécele zumos y agua varias veces al día y prepárale comidas caldosas como sopas u otros platos de cuchara.
- Descansar lo suficiente:
Procura que el niño descanse y duerma lo que necesite, y si lo requiere, déjale dormir una siesta. El sueño fortalece sus defensas y contribuye a la maduración del cerebro.
- El ejercicio físico moderado:
Este influye positivamente sobre la inmunidad de los niños, sin embargo, el ejercicio de alta intensidad puede disminuir la capacidad inmunológica del organismo.
- Consumir productos naturales:
Por ejemplo, podemos endulzar la leche o los zumos con jalea real y miel.