Los trastornos mentales no es algo exclusivo de los adultos y por desgracia un tanto por ciento muy alto de los adolescentes también lo padecen. Hay datos que señalan que el 5% de los adolescentes sufren de depresión y el 20% de ansiedad. Es por ello que los expertos en el tema alertan de la importancia de tales datos y es que tales trastornos empiezan a producirse a partir de los 14 años de edad.
La depresión es una enfermedad o trastorno mental que puede afectar tanto a nivel físico como mental La adolescencia, una etapa de la vida muy complicada
La adolescencia tiene lugar entre los doce y los diecisiete años de edad. En dicha etapa de la vida el joven va a experimentar una serie de cambios físicos bastante significativos además de tener que asumir un gran número de obligaciones y responsabilidades. Es por ello que el estrés o la ansiedad suelen hacer acto de presencia. A partir de dicha etapa de la vida, los jóvenes sufren una serie de presiones que pueden desembocar en una serie de trastornos que pueden dañar su vida diaria. Es el caso de las notas de la escuela, el aspecto físico o el encajar de buena manera a nivel social.
Signos que pueden indicar la presencia de depresión o ansiedad
La depresión es una enfermedad o trastorno mental que puede afectar tanto a nivel físico como mental a una persona influyendo de una manera negativa en el modo de pensar o de vivir de la citada persona. Hay una serie de señales bastante claras que pueden ayudar a los padres a saber si su hijo padece depresión. Los síntomas son el aislamiento social, pérdida de apetito, problemas a la hora de dormir o apatía en general.
En el caso de la ansiedad los síntomas también son bastante claros y evidentes. Si tu hijo tiene cierta dificultad a la hora de respirar, sufre de taquicardias, la autoestima la tiene por los suelos o no come como debería es posible que sufra de trastorno de ansiedad.
Es muy importante el acudir a un especialista que sepa cómo tratar tal trastornoQué hacer ante un trastorno de ansiedad o de depresión de un hijo
Si notas que tu hijo ha ido cambiando con el paso de los días y percibes alguno de los síntomas arriba descritos es importante el tomar una serie de medidas antes de que el problema empeore y se agrave de una manera peligrosa. En primer lugar debes tener en cuenta si existen casos en la familia tanto de depresión como de ansiedad, ya que en muchos casos el factor hereditario es la causa principal del padecer tales enfermedades mentales. En segundo lugar hay que valorar la situación personal del adolescente y de si usa de una manera abusiva las redes sociales o de si consume ciertas sustancias nada aconsejables.
Si resulta que todo hace indicar que el joven padece o depresión o ansiedad, los expertos en el tema aconsejan el sentarse junto al joven y escucharle para saber el motivo por el que ha llegado a sufrir tales trastornos. Muchas veces hablando se puede conseguir identificar el problema que causa tal depresión o ansiedad en el joven. Además de ello, también es muy importante el acudir a un especialista que sepa cómo tratar tal trastorno para solucionar el mismo lo más pronto posible. El problema es que muchas veces, los padres no le dan la importancia que realmente debería a dichos episodios depresivos y de ansiedad. Si no se tratan, con el paso del tiempo el problema puede ir a más, llegando a provocar consecuencias fatales como es el caso del suicidio del joven.
En conclusión, hay que indicar que son muchos los jóvenes los que a día de hoy sufren de tales trastornos tanto de ansiedad como de depresión. Ante ello la labor de los padres es esencial ya que son ellos los que pueden ayudar a su hijo a superar tal problema.