La definición de negligencia infantil sigue siendo amplia, con una variedad de estándares e interpretaciones de esta forma potencialmente dañina de abuso infantil. Si bien las repercusiones a largo plazo del abandono o negligencia parental pueden ser debilitantes para algunos niños, incluso la falta de cuidado parental para un niño podría ser suficiente para causar síntomas de depresión en el menor.
Los niños cuando nacen necesitan a sus padres casi como el respirar. Ellos les nutrirán emocionalmente para poder convertirse en personas fuertes y equilibradas, pero cuando esto no lo tienen, cuando no tienen ningún tipo de apoyo en el que poder reguardarse emocionalmente, tendrá graves repercusiones en su desarrollo físico y emocional. Es necesario tener todo esto en cuenta para darse cuenta de la importancia que tiene el amor de los padres hacia sus hijos. Solo de esta manera se podrá entender por qué es tan imperante que los padres y las madres trabajen sus propias emociones para poder atender a sus hijos como se merecen.
La depresión también provoca fatigaNegligencia parental
Cuando un niño no recibe los alimentos, la ropa, la atención médica, el refugio o la supervisión requeridos en la medida en que el niño sufre daños a la salud y la seguridad, el niño experimenta negligencia. Si el cuidado de un padre por un niño no satisface las necesidades básicas del niño, incluida la comodidad emocional, se está produciendo maltrato que se califica como abuso.
Lo peor de todo esto, es que hay padres que caen en esta negligencia casi sin darse cuenta, porque no son conscientes de cómo sus acciones están afectando a la salud de sus hijos, entonos los aspectos.
Pistas externas
Reconocer y determinar la falta de cuidado parental puede ser difícil, pero las personas que tienen contacto regular con un niño a menudo pueden discernir un patrón de pistas o indicadores que podrían sugerir negligencia. Los síntomas comunes incluyen la falta de higiene de un niño, la falta de aumento de peso o crecimiento, la falta de atención médica y una gran cantidad de ausencias escolares.
Depresión
Un niño que no ha recibido la atención adecuada, el amor y el apoyo de los padres puede mostrar depresión y ansiedad en respuesta a esta falta de cuidado o negligencia de sus progenitores. Aunque la tristeza es una manifestación común de la depresión, esta no es la única emoción o comportamiento que puede manifestarse.
La depresión también provoca fatiga, dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa e incluso conductas de riesgo, como el consumo de alcohol y drogas. Es posible que un niño no duerma bien, que no se desempeñe bien en la escuela, que no se lleve bien con sus compañeros e incluso que muestre comportamientos autolesivos.
El niño puede crecer hasta la edad adulta luchando contra la depresiónPredisposición
Algunos niños pueden tener más probabilidades de sufrir síntomas como depresión en respuesta a la falta de atención parental. Cuanto más pequeño sea el niño cuando comenzó la negligencia, mayores serán los posibles problemas para el niño. Además, si el niño internaliza la negligencia y se siente responsable de ella o si el niño tuvo una relación cercana con los padres antes de un cambio en el cuidado parental, el niño puede experimentar problemas más serios.
Consecuencias a largo plazo
Si la intervención y la corrección no ocurren, un niño puede experimentar repercusiones a largo plazo por la negligencia. El niño puede crecer hasta la edad adulta luchando contra la depresión y la ansiedad. Los trastornos alimentarios, los trastornos de pánico, el trastorno de estrés postraumático e incluso los intentos de suicidio pueden ser problemas para el niño adulto. Algunos adultos también experimentan problemas de intimidad y confianza en las relaciones interpersonales. Recuerda: los niños necesitan sentirse queridos y amados constantemente para tener un buen desarrollo.