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Homeschooling: ¿Se puede educar en casa?
Homeschooling: ¿Se puede educar en casa?

HOMESCHOOLING

Homeschooling: ¿Se puede educar en casa?

Vamos a definir el concepto de "homeschooling" e intentar comprender si existe la posibilidad real de educar a los hijos en casa.

Recientemente se ha puesto de moda el término "homeschooling" o lo que es lo mismo educar en casa. Muchos padres no saben con exactitud lo que implica esta práctica educativa. Vamos a definir este concepto e intentar comprender si existe la posibilidad real de educar a los hijos en casa.

Concepto de "homeschooling"

Es importante en un primer momento definir el término "homeschooling". Educar en casa supone rechazar la oferta educativa dirigida al niño que comienza en el colegio, o bien comienza otro curso, bien sea pública como privada. Los padres, por motivos más costumbristas, optan por ser ellos sus educadores y ofrecerles todo tipo de conocimientos. Los niños al igual que en épocas pasadas, reciben las enseñanzas académicas (generalmente por deseo inicial de sus padres), complementarias a la de tipo emocional, en casa.

Este tipo de relación "padre-hijo" dista de la común, la de ser el soporte emocional y benefactor de cuidados diarios. Más comúnmente el padre es el colaborador del profesor en cuanto a contenidos intelectuales cuando el niño ya tiene edad de ir a la escuela. Con esto no quiere decirse que el padre no enseñe al niño, sino que por circunstancias no ofrece todo el tipo de conocimientos ni con la metodología que sí hacen, y pueden organizar, los educadores en la escuela.

Educar en casa supone, por parte de los padres, un compromiso fuerte Educar en casa supone, por parte de los padres, un compromiso fuerte

La labor de los padres haciendo las veces de profesores

Los padres se convierten con sus hijos en los cuidadores y formadores en primer grado. Educar en casa supone, por parte de los padres, un compromiso fuerte y estable con el niño. Por descontado existen familias que no pueden permitirse dejar de trabajar ni para cuidar a su hijo en casa, ni para educarle fuera del colegio. Y el niño demanda estar con sus iguales, con personas que le aporten, estén a su nivel y presenten sus mismas inquietudes.

Queda en el aire, y resulta muy difícil saber, si cualquier padre, puede hacerse cargo de este tipo de enseñanza. Hay lagunas todavía por cubrir. Sería otro debate, igualmente, conocer si como profesor se actúa o se tienen las competencias correctas o necesarias, y lo mismo como educador o cuidador. Esto es, los padres pueden, en ocasiones, no saber cómo afrontar ciertos momentos, ni estar en disposición de estrategias de aprendizaje óptimas.

El tiempo de los padres

Hay un porcentaje de padres, sobre todo madres, que suelen posicionar en segundo lugar su parcela profesional cuando tienen un hijo. Cuando los niños no van al colegio y tienen necesidades que cubrir por su corta edad, hay padres que toman la iniciativa de quedarse en casa. Será así como potencien su vínculo pasando tiempo con ellos, ofreciéndoles cariño, contacto y por supuesto enseñanzas del día a día. El contacto tan estrecho con un niño pequeño le llena de valores y capacidades que asientan una libertad, seguridad e inteligencia que derivará en futuras actuaciones.

Cuando padre o madre deciden estar más tiempo con su hijo, generalmente uno de ellos es quien renuncia por un tiempo a su trabajo o debe poder organizarse. En ese momento sobreviene una lucha frenética por lograr la conciliación familiar, algo ideal para cubrir ambas parcelas sin tener que perder en ningún aspecto. El momento en que hay que escolarizar al niño se percibe como el momento en que ese adulto puede tomarse un tiempo para sí y volver a otras tareas.

La decisión de elegir el "homeschooling"

Como se ha dicho hay padres que quieren estar muy presente en el desarrollo y crecimiento de sus hijos. El momento de cumplir los 3 años y escolarizar al niño, debe ser una decisión consensuada entre los progenitores y teniendo presentes otras necesidades. Hay padres en ese momento, que situando en una balanza las opciones, quieren seguir con un contacto más directo con su hijo y educarle en casa. Si desde un primer momento el padre o madre sabe motivar al hijo asegurará un aprendizaje significativo.

Para elegir el "homeschooling" no solo el deseo de estar con el hijo y vivir toda su evolución, hay razones de tipo ideológico, inconformismo con contenidos impartidos en el sistema educativo, una educación más centrada en las necesidades que presente el niño, o encontrarse lejos del colegio y no poder llevarle diariamente. Cuando se da el paso hay que proveer al niño de materiales, contenidos para cada trimestre, y dejar fluir lo que lleva dentro ofreciéndole herramientas y libertad para ser.

El homeschooling todavía no está bien considerado ni reconocido en todo el mundoEl homeschooling todavía no está bien considerado ni reconocido en todo el mundo

Opiniones al respecto del "homeschooling"

El homeschooling todavía no está bien considerado ni reconocido en todo el mundo. En algunos países europeos se respeta esta opción. También es legal en otros países del mundo, y está muy aceptada en EE.UU, donde se practica habitualmente. En la Declaración de los Derechos Humanos se hace explícito que los padres tienen la última palabra en el momento de elegir el tipo de educación que deseen para sus hijos.

Detractores y partidarios de esta práctica educativa se enzarzan en charlas que dejan al descubierto sendas valoraciones. Se dice que este tipo de educación lo que puede acarrear es un tipo de marginación en el niño, separarle del resto de su compañeros, esto es, de la sociedad, y conseguir que desconozca o no quiera seguir normas ya implantadas para todos. Estudios llevados a cabo en el "país de la libertad", USA, confirman una adaptación y desarrollo normales en niños educados en su hogar.

Pros y contras del "homeschooling"

El "homeschooling" es un modo idóneo para ir al ritmo del niño en las enseñanzas y para dedicarle un trato personalizado y propicio. El niño podrá participar más, y sus opiniones y consideraciones serán tomadas más en cuenta. La misión del niño es absorber todos los conocimientos que se le deseen impartir, pero sin el estrés y condicionamiento de los exámenes o pruebas de nivel.

Los padres pueden educar en casa, no obstante, el nivel de exigencia y el tiempo que hay que dedicar al niño se incrementa. Es difícil compaginar horarios cuando hay profesiones de por medio u otras tareas que cubrir. En ocasiones, el niño se verá coartado a la hora de exponer pensamientos diferentes a lo que el educador, en este caso su padre o madre, piensen. De un modo muy positivo, las necesidades específicas de cada niño se tienen en cuenta y pueden atenderse con mayor rapidez.

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