Es importante conocer el historial de salud de tu familia antes de tener un bebé. Estos son los pasos que tienes que seguir para recopilar un historial completo de salud familiar antes de concebir. Cuando decidas intentar tener un nuevo bebé, tienes que considera el investigar un poco sobre tu historia familiar. ¿Por qué? Querrás saber si tu futuro hijo está predispuesto a tener cualquier enfermedad o anomalía genética, para que pueda prepararte mejor a lo que pueda llegar en el futuro.
Conocer los riesgos puede ayudar a reducirlos
A veces puedes trabajar para prevenir defectos de nacimiento que pueda tener tu hijo. Si se conocen los factores de riesgo, una futura madre puede tomar ciertas precauciones durante su embarazo para reducir el riesgo de que su bebé desarrolle problemas hereditarios.
Por ejemplo, el paladar hendido es un defecto de nacimiento que es hereditario, pero también puede estar influenciado por factores ambientales. Si el paladar hendido existe en tu familia, un médico puede aconsejarte sobre cómo reducir la posibilidad de que tu bebé nazca con uno. Durante el primer trimestre del embarazo, una futura madre podría suspender o limitar ciertos medicamentos que aumentan el riesgo.
Planificación para el futuro de tu hijo
En otros casos, planificar con anticipación puede ayudar a la salud de tu hijo. A veces, no hay nada que puedas hacer para reducir o evitar que se transmitan rasgos desafiantes a tus hijos. Sin embargo, es posible que puedas cuidarlos mejor si te educas al respecto. Saber qué problemas podrían enfrentar tus futuros bebés te ayudará a satisfacer estas necesidades.
Si tu hijo correrá el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades o problemas más adelante en la vida, le harás un favor. Es posible que necesiten evitar ciertos riesgos de estilo de vida para mantenerse saludables. O, pueden necesitar exámenes médicos de rutina. La conciencia es uno de los mejores regalos que puedes dar a sus hijos.
Por ejemplo, si el cáncer de pecho se encuentra en la familia, tu hija se beneficiará de las mamografías regulares. También puedes considerar frecuentes autoevaluaciones.
Llegar a la familia primero
Investigar el historial de salud familiar implicará hablar con tantos miembros de la familia como sea posible para manejar mejor cualquier problema de salud que puedan enfrentar tus familiares. Investigar tu historial familiar puede ser difícil. Muchos de nosotros no sabemos mucho de nuestro árbol genealógico... Incluso aquellos que lo hacen no siempre tienen toda la información necesaria.
Esto puede ser complicado, ya que temas como el cáncer de pecho alguna vez se consideraron tabú no hace mucho tiempo. Lo siguiente a considerar es hablar cualquiera de estas condiciones con tu médico y evaluar su riesgo potencial.
Para hacerlo primero tendrás que hablar con los familiares y hazles saber por qué estás recopilando información. Es más probable que te digan más información cuando sepan por qué estás buscando tanta información. Los familiares pueden contarte sobre ellos mismos y recordar cosas que ocurrieron en las generaciones anteriores. Esto es especialmente cierto para defectos o enfermedades más notables.
Cribado genético
Si aún no tienes una comprensión exhaustiva del historial de salud de tu familia, una evaluación genética es una buena idea. Estas evaluaciones no solo te dicen de dónde provienen sus ancestros antiguos... También proporcionan información genética de salud. Este tipo de pruebas detectan genes recesivos que portas pero que no muestras. Si tú y tu pareja compartís rasgos recesivos en común, puedes transmitirlos a tus hijos. Todos nos beneficiaríamos de profundizar en nuestra historia familiar para poder descubrir si estamos predispuestos a enfermedades o afecciones de salud. Hacer esto para los futuros hijos es una gran ayuda para ellos. Con una conciencia del riesgo hereditario, podemos comenzar a hacer lo mejor para nuestros hijos incluso antes de que nazcan.