La dinámica familiar se refiere a la idea de que las familias son más que un grupo de personas. Hay una interacción entre los miembros de la familia que crea su propio conjunto de objetivos compartidos, incluso cuando cada miembro se siente valorado individualmente y se le permite perseguir sus sueños. La dinámica familiar puede verse perturbada por factores externos o internos, creando repercusiones para los miembros individuales de la familia.
Uno de estos factores internos, el comportamiento hipercrítico, como un comportamiento excesivamente crítico. Cuando uno o más miembros de la familia tienen un comportamiento hipercrítico, esto puede afectar negativamente la dinámica familiar.
El comportamiento hipercrítico no siempre se relaciona con los impulsos perfeccionistasPresiones del perfeccionismo
A veces, el comportamiento hipercrítico proviene de impulsos perfeccionistas. Cuando los padres intentan derivar el estado o la felicidad del éxito de sus hijos, esto puede amenazar una dinámica familiar segura porque los niños sienten una intensa presión para hacer las cosas bien. Los niños pueden traducir la presión para hacer las cosas como una crítica, sintiendo que los padres perciben sus logros como insuficientemente.
Desafortunadamente, los niños que se sienten presionados para ser perfectos puedes conseguir menos logros que si por ejemplo, se les motivase desde el cariño. Cuando los miembros de la familia se presionan mutuamente para ser "perfectos", esto puede conducir a ciclos de ansiedad y depresión.
Otras causas
El comportamiento hipercrítico no siempre se relaciona con los impulsos perfeccionistas. Algunos padres piensan que las críticas y las constantes advertencias para que los niños se desempeñen "mejor" es parte de ser un buen padre y demostrando amor o preocupación.
En algunas familias, los padres hipercríticos pueden ser personas desagradables que luchan con la autoimagen y la inseguridad. Los comentarios negativos pueden causar sentimientos fugaces de satisfacción o una mayor autoestima. En algunas dinámicas familiares poco saludables, los padres pueden dirigir las críticas hacia los niños porque no pueden comunicar su insatisfacción con los demás hacia los objetivos adultos apropiados.
En este sentido, es la propia frustración paterna la que obliga a los niños a sentirse mal consigo mismos, porque les exigen más de sus capacidades, solo porque quieren satisfacer una parte interna no satisfecha en el pasado y lo extrapolan con los hijos.
Familias autoritarias
La dinámica familiar puede tener cuatro características generales. Los padres permisivos son cálidos y amorosos, pero luchan por hacer cumplir las expectativas y el comportamiento. Los padres no involucrados no imponen expectativas de comportamiento ni expresan calidez y amor.
Los padres flexibles logran un equilibrio positivo entre hacer cumplir las expectativas y expresar amor, pero las familias autoritarias enfatizan demasiado el papel del control y la aplicación de las normas. El comportamiento podría usarse como un mecanismo de control para expresar la autoridad sobre los niños y mantener las jerarquías de poder... Algo que tanto a corto como largo plazo, puede ser extremadamente tóxico a nivel emocional.
La crítica es como una enfermedad con múltiples niveles de efectos negativos.Efectos de la crítica
La crítica es como una enfermedad con múltiples niveles de efectos negativos. La crítica excesiva juega un papel en algunas situaciones de divorcio. A medida que los padres se critican entre sí, a veces abiertamente, los niños pueden sentirse polarizados o culpables por continuar teniendo sentimientos afectuosos o amorosos por uno u otro padre. Esto puede conducir al rechazo de los padres, por lo que el niño debe elegir el lado del que quiere estar.
Los padres que participan en ciclos de autocrítica pueden modelar patrones poco saludables para que los niños los sigan. Por ejemplo, los padres pueden tener un comportamiento más apacible durante las temporadas de vacaciones de otoño e invierno, y luego hacer comentarios negativos y autocríticos sobre las elecciones de los niños de las resoluciones de Año Nuevo. Este ciclo puede crear ansiedad y depresión dentro de la dinámica familiar.