Cuándo se empieza a comer con cuchara

Multitud de incógnitas surgen a medida que los bebés crecen, y la alimentación de los mismos constituye gran parte de ellas. Cada etapa de los niños permite incorporar a su rutina nuevos productos, recibiendo así las vitaminas necesarias para garantizar un óptimo crecimiento. De esta manera, el método en que se ingieren también varía, pasando del biberón a la cuchara. Pero, ¿cuándo se produce este cambio?

Del biberón a la cuchara

Los niños requieren hábitos adaptados a su edad, sin precipitarse ni retrasarse en su enseñanza. Por ello, entre los 5 y 6 meses deben decir adiós al biberón, al menos de manera parcial, y dar la bienvenida a la cuchara. No solo en este periodo son capaces de comer con dicho utensilio, sino que también podrán prescindir del biberón para descubrir la taza o el vaso para beber. Con ello la autonomía va llegando a sus vidas, pues estos utensilios llamarán su atención y querrán probarlos por ellos mismos, sin la ayuda de sus papás.

Respecto al uso de la cuchara, resulta esencial para descubrirles nuevos tipos de alimentos, como las papillas y los purés, los cuales aportan las vitaminas que los niños precisan para crecer sanos y fuertes. No obstante, mientras en algunos casos supone un gran cambio y los críos no muestran problema alguno en abrir la boca para tomar estos semisólidos, para otros puede tratarse de una ardua tarea, resistiéndose a comer con cuchara.

Los niños requieren hábitos adaptados a su edad, sin precipitarse ni retrasarse en su enseñanza

Introducción a la cuchara

Si tu bebé se encuentra en el segundo grupo, no desesperes. A continuación te explicamos algunas técnicas para que el pequeño no eche de menos el biberón y sea capaz de adaptarse a esta nueva etapa logrando saludables hábitos alimenticios propios de su edad.

1. Jugar con un par de cucharas de plástico infantiles puede ser una buena idea para que el niño se familiarice con el nuevo objeto. Además, dado que no puede ingerir grandes cantidades de comida, la cuchara debe ser pequeña, plana y preferiblemente de plástico.

2. Nunca metas al bebé la cuchara entera, pues le pueden provocar arcadas y vómitos. Una vez abra la boca por sí mismo, pues debes tener paciencia y nunca forzarle a ello, introdúcele únicamente la punta del cubierto.

3. Cuchara en boca, inclínala ligeramente para que el alimento caiga, y después saca el utensilio despacio. Muy importante es que el niño emplee el labio superior para adquirir la comida, pues si esto no se produce el puré o la papilla se desparramará mediante las comisuras de los labios.

4. Siempre debes estar alerta a las señales, y si el bebé aparta la boca y la cierra con fuerza recuerda: estás ante una clara negativa a seguir. Si consideras que no ha comido lo suficiente, siempre puedes completar su alimento con el biberón. Pero ten en cuenta que se trata solo de un complemento, y continúa enseñándole a comer con la cuchara para que pronto el biberón forme parte del pasado.

Aunque cada niño precisa de un tiempo diferente, en torno a los 12 meses llega el momento de crearle cierta autonomía, dejando que intente comer por sí solo. Esto llevará a que vierta involuntariamente los alimentos, mas se trata de un proceso obligado para que finalmente el niño aprenda a comer solo, siendo a los dos años el momento en que muestre una casi total destreza con la cuchara.

Para no agobiarle resulta efectivo echarle en el plato poca cantidad de comida

Claves a tener en cuenta

Para una total adaptación y autonomía con este cubierto resulta importante que sea especial para niños, siendo más fácil de agarrar. Además, los cubiertos infantiles suelen presentar colores y dibujos altamente atractivos para ellos, motivando de esta manera su uso.

Para no agobiarle resulta efectivo echarle en el plato poca cantidad de comida, sin ponerle de golpe todo lo que se va a comer. Siéntate junto a él y muéstrale el movimiento que debe realizar. Otro método muy efectivo es practicar con sus muñecos, sin comida. De esta forma adquirirá la destreza necesaria para no derramar los alimentos y comer adecuadamente. Así mismo, aprenderá a no comer con las manos, un comportamiento bastante habitual en los pequeños.

Una vez tenga interiorizado el correcto uso de la cuchara, podrá emplearla para comer otro tipo de alimentos que no sean purés o papillas, como pescado, carne, pasta o arroz. Según puedan incorporarse a su alimentación nuevos ingredientes, la cuchara resulta muy efectiva para ingeriros. Una forma sencilla de que el niño coma solo, hasta que poco a poco sea capaz de emplear el tenedor, pudiendo pinchar los trozos sin ningún tipo de dificultad. Pero no es un proceso fácil y llevará su tiempo, por lo que al principio utilizará la cuchara para comer casi cualquier cosa.

Dado que siempre recurrirá a ella, es imprescindible que tengas en cuenta las pautas citadas en este artículo. Así, el niño se familiarizará con la cuchara, permitirá su uso y poco a poco logrará la autonomía siendo capaz de utilizarla con total destreza. Pero recuerda que el tiempo siempre es aproximado, y su capacidad motriz determinará un temprano aprendizaje o, por el contrario, un mayor paso del tiempo hasta que se adapte a este nuevo hábito. Con los meses, la cuchara formará parte de su rutina y dejará de extrañarle su presencia.