Si eres padre o madre primeriza, es posible que te encuentres con el hecho de que tu bebé depende totalmente de tus cuidados y que es muy importante que tengas una precaución milimétrica en todo lo que a su seguridad se refiere. Se puede caer en el error de centrar las precauciones en torno al mundo exterior pero lo cierto es que, en muchas ocasiones, el mayor peligro para los niños pequeños se encuentra en el propio hogar.
Los bebés y los niños en edad de gatear son muy curiosos y constantemente están en movimiento porque quieren descubrir el mundo que les rodea. Este incansable deseo de explorar propicia muchas veces que los pequeños corran riesgos ante los que los padres no han sabido anticiparse o no han tomado las medidas preventivas necesarias.
Cualquier producto potencialmente peligroso ha de ser retirado del alcance de tu pequeño para no poner en riesgo su seguridad infantil.Una pequeña esquina, un inofensivo escalón, una valla de poca altura o una puerta mínimamente abierta puede dar lugar a que tu pequeño sufra cualquier accidente. Los más habituales entre los niños de entre 0 y 4 años son los golpes, las caídas, las rozadoras y/o quemaduras y los ahogamientos. Si lo que quieres es que tu pequeño viva en un entorno seguro y que tú estés tranquilo con su seguridad, a continuación, Bekia te propone una serie de medidas y consejos de seguridad infantil que puedes llevar a la práctica.
Evita que alcancen productos tóxicos o de cosmética
En casi todos los hogares, es bastante habitual que productos de limpieza, tales como lejía, detergente, suavizantes y también otros artículos como los insecticidas, se coloquen en las alacenas más bajas de la cocina o de cualquier otro armario. El peligro de esto viene por los colores tan llamativos de los productos y porque muchos niños piensan en ellos como en chucherías que, por su colorido, pueden saber bien.
Para evitar que los niños lleguen hasta este tipo de artículos potencialmente tóxicos si se ingieren, resultará de vital importancia impedir el acceso a ellos. Para ello, lo único que se debe hacer es retirar estos productos de limpieza o del hogar hasta un estante alto y a ser posible desde el cual no se pueda hacer contacto visual. Cualquier producto potencialmente peligroso ha de ser retirado del alcance de tu pequeño para no poner en riesgo su seguridad infantil.
No dejes a tu bebé solo
Confiarse durante un segundo puede resultar fatal para tu hijo, tanto si es todavía un bebé como si ya gatea o anda por sí solo. Es muy necesario que los niños estén siempre bajo la vigilancia de sus padres pues cuando son pequeños están en edad de querer explorar y descubrir el entorno que les rodea, aún sin saber los peligros que esos paseos pueden ocasionarles.
Si por algún motivo tienes que desatender las labores de tu niño, ya sea coger el teléfono o ir a responder al timbre de tu casa, llévatelo contigo. Así evitarás que en un lapso de muy pocos segundos, tu pequeño pueda caerse, lastimarse o sufrir algún accidente mucho peor y que hubiera sido fácilmente evitable.
Controla qué clase de objetos utiliza
Dentro de este apartado, ya no solo estamos hablando de juguetes sino cualquier otro utensilio con el que a tu pequeño le pueda hacer gracia jugar. En este aspecto es importante mantenerse alerta ya que cualquier objeto puede tener partes sueltas, bordes afilados y botones u otro tipo de pieza de pequeño tamaño que sean potencialmente dañinos para tu hijo.
Antes de darle nada con lo que jugar al pequeño, primero verifica de primera mano, y para esto sé muy escrupuloso/a, que el objeto que le vas a dar a tu bebé sea apto para ser utilizado por una edad tan temprana. Presta atención a cualquier detalle, sea alguna pieza fácilmente arrancable, pintura descascarillándose o alguna esquinita que pueda provocarle heridas.
Por supuesto, esto mismo puede aplicarse a la comida que le puedas proporcionar. Evita cualquier textura rugosa o difícil de masticar y también aquellos alimentos que sean duros y de tamaño pequeño. Los caramelos duros, por ejemplo, pueden parecer muy inofensivos ya que de primeras parecen idealmente indicados para los niños pequeños por su sabor dulce pero lo cierto es que, si el niño no es consciente de lo que se está llevando a la boca, este caramelo puede atragantarlo o asfixiarlo.
Coloca barreras infantiles y acolcha esquinas
Si tu casa tiene muchas escaleras o escalones, quizá este detalle te interese. Cuando los niños pequeños comienzan a gatear, se les abre un mundo nuevo ante sus ojos y constantemente quieren estar en movimiento. Siendo tan pequeños, tus hijos no controlan ni son conscientes de por dónde pueden o no deben ir y por esto, tienes que ser tú la que lo haga por ellos.
Ya sean desniveles, escalones o escaleras, si puedes creer que tu hijo podría hacerse daño al intentar bajar por ellas, coloca vallas de seguridad infantil. Si otro elemento que también te preocupa en tu casa con las esquinas de los muebles o de otros elementos decorativos y no tienes la posibilidad de retirarlos temporalmente, una muy buena solución es acolchar las esquinas o los bordes. De esta manera, si tu niño corretea de un lado a otro y, sin querer, tropieza y choca, la tranquilidad de que caerá contra algo mullido no te la quitará nadie.
Si otro elemento que también te preocupa en tu casa con las esquinas de los mueblesSé cautelosa a la hora del baño
Pasar un buen rato en familia dentro de la piscina o incluso mientras todos os dais un baño puede ser una gran experiencia para toda la familia siempre y cuando se tenga especial cuidado si hay niños pequeños. En cuanto al baño, si usas una bañera y estás tú solo/a con tu bebé, es importante que tengas la cantidad de agua justa y necesaria para poder asearle ya que podría pasar que, durante un descuido o tu ausencia, tu niño se resbalara dentro del agua y no pudiera incorporarse para respirar.
En el caso de la piscina o cualquier otro espacio abierto donde haya una gran cantidad de agua, siempre esté pendiente del pequeño y no te separes de él. Sé especialmente celosa de los artículos para el agua como los flotadores o cualquier otro artículo que pueda convertirse en algo que perjudique su seguridad infantil.