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Cómo realizar la maniobra de Heimlich en niños
Cómo realizar la maniobra de Heimlich en niños

PRIMEROS AUXILIOS

Cómo realizar la maniobra de Heimlich en niños

La maniobra de Heimlich evita la asfixia del niño cuando se atraganta con la comida, y hace que expulse el elemento que le está ahogando.

Uno de los pilares básicos que nos enseñan en los primeros auxilios es la maniobra de Heimlich, muy útil en casos de atragantamiento y que cualquier persona podemos realizar debido a su sencillez y facilidad. Además, nos ayuda a salvar vidas.

Lo que obtenemos con la maniobra de Heimlich es poder desobstruir el objeto que esté en el conducto respiratorio. Solo en los casos más graves deberemos realizar las compresiones torácicas.

Aunque creamos que la maniobra de Heimlich puede ser igual en todos los casos, la verdad es que no en los primeros auxilios existe la diferencia entre si la persona que está sufriendo un atragantamiento es una persona adulta o un niño.

La importancia de tener cuidado con los niños

Dependiendo de la edad de los niños estos tendrán más o menos riesgo de sufrir un atragantamiento o asfixia. Cuando los niños adquieren la capacidad de andar, jugar y observarlo todo puede que también se una la idea de llevárselo todo a la boca, de probarlo. Esto es lo que puede aumentar el riesgo de atragantamiento en un niño, de ahí la importancia de intentar vigilar a aquellos niños que acaben de empezar a caminar o a comer alimentos sólidos.

No podemos hacer la maniobra de Heimlich en bebésNo podemos hacer la maniobra de Heimlich en bebés

Si el niño se atraganta, lo veremos toser, tener arcadas o incluso comenzará a llorar. Es en este momento cuando los padres no deben entrar en pánico ya que el tiempo resulta muy importante en estas situaciones. También es importante que, preferiblemente, la persona que realice la maniobra de Heimlich sea alguien que tenga conocimientos de primeros auxilios.

Si el niño está consciente y además es capaz de hablar o toser fuertemente estaremos hablando de un atragantamiento leve por lo que posiblemente unas palmadas en la espalda y el acto de toser podrán ser suficientes para expulsar aquello que obstruye las vías respiratorias.

Pero si comprobamos que el objeto sigue sin salir deberemos aplicar la maniobra de Heimlich. Y es que si el cerebro se encuentra entre 4 y 6 minutos sin recibir oxígeno podremos acabar inconscientes y sufrir daños cerebrales.

La maniobra Heimlich en bebés

Cuando hablamos de bebés, estamos hablando de lactantes o niños que pueden cargarse con un solo brazo.

Primero deberemos comprobar si el bebé está consciente o inconsciente. Si se encuentra inconsciente lo mejor es llamar a emergencias.

Si se encuentra consciente deberemos realizar una reanimación de las vías respiratorias, tal y como se conoce en los primero auxilios, ya que la maniobra de Heimlich no debe realizarse a menores de menos de un año. Es muy peligroso realizarla en menores de 12 meses.

De esta manera, si nuestro bebé se atraganta deberemos abrir completamente la boca del pequeño y darle cinco golpes secos en la espalda, sobre la altura de los omoplatos para que el objeto salga. Pero si comprobamos que el niño no respira y tose lo mejor es que llamemos a emergencias.

El procedimiento es similar al de los adultos, pero no igualEl procedimiento es similar al de los adultos, pero no igual

La maniobra de Heimlich en niños

En aquellos niños mayores de un año y que se pueden sostener por su propio pie, sí podremos realizar la maniobra de Heimlich.

Aunque el procedimiento que se usa es muy similar al de los adultos tiene algunas diferencias que es mejor conocer antes de realizarla.

Podemos realizar variaciones dependiendo de la gravedad y del niño. Es importante recordar la importancia de la rapidez en este tipo de maniobras ya que un atragantamiento puede provocar la muerte del que lo sufre.

De una manera, deberemos sentarnos para poder adecuarnos a la altura del niño. Debemos rodear al niño con los brazos y poner las manos en el plexo solar o boca del estómago. Ahí podremos las manos una encima de la otra y levantaremos el dedo pulgar para hacer presión sobre la boca del estómago. Se deberá hacer compresiones con forma de J.

Estas compresiones entre el ombligo y el tórax son las que provocarán la presión de este último y harán salir al objeto que se encuentre obstruyendo las vías respiratorias.

También hay otra forma, en este caso tumbaremos al niño sobre una superficie sólida hacia arriba. Nos colocaremos encina y podremos las manos una encima de la otra la superficie entre el esternón y el ombligo. Empujaremos haciendo presión hacia el tórax.

En ambos casos realizaremos cinco compresiones, según las normas de primeros auxilios. Si, aun realizando esta maniobra, el niño pierde el conocimiento debido a la falta de oxígeno al cerebro lo mejor es llamar al servicio de urgencias, igualmente la persona que ha sufrido el atragantamiento debe estar vigilada en todo momento.

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