Cuando los hijos adolescentes tienen que comenzar la universidad es posible que sientan gran incerteza. Comienza una nueva serie de luchas: la cuenta regresiva para el comienzo de la universidad. Sus vidas están a punto de experimentar una gran agitación, y es probable que estén asustados y ansiosos. Pero es posible que no quieran o no puedan expresar sus miedos.
Hablar con tus hijos sobre los cambios que les tocará vivir es necesario. Como padre o madre, sentirás nervios importantes, pero hay cosas que puedes hacer para aliviar la ansiedad de todos. A continuación vamos a daros algunas estrategias comunes para poder sentiros mejor ante esas emociones algo descontroladas.
Miedo a lo desconocido
Gran parte de la ansiedad de los adolescentes por la universidad proviene de lo desconocido. La universidad es una experiencia muy diferente a la secundaria, por primera vez, los adolescentes están realmente a cargo de su propio éxito. No solo académicamente, sino emocional y socialmente.
Además de las incógnitas, la presión ejercida sobre los adolescentes por los padres y los educadores les hace sentir que la universidad definirá todo su futuro. Les pedimos a los niños de 17/18 años que tomen estas grandes decisiones (irse frente a permanecer en el lugar, vivir en el campus, elegir una especialidad) cuando estas decisiones pueden hacer que sus vidas cambien por completo. Estas decisiones son importantes, pero los adultos a menudo no dejan espacio para conversaciones sobre qué hacer si los sentimientos cambian.
Gran parte de la ansiedad de los adolescentes por la universidad proviene de lo desconocidoLos padres deberían cambiar el enfoque de las conversaciones. En lugar de presionar aún más a los niños para que tengan todo resuelto, es necesario hablar sobre la emoción de la posibilidad. Hay tantas cosas buenas que suceden durante ese primer año... y ahí es donde debes enfocar tu conversación.
Un mundo de nuevas experiencias
Uno de los cambios emocionantes (pero que probablemente causará ansiedad) es hacer amigos. Para la mayoría de los adolescentes, es probable que hayan conocido a sus amigos durante mucho tiempo, tal vez incluso toda su vida escolar. Así que la perspectiva de tener que hacer un grupo de amigos completamente nuevo definitivamente da miedo.
Si bien muchas universidades tienen eventos para estudiantes de primer año entrantes para conocerse y hacer amigos, en realidad tener que hacerlo es mucho más desalentador. Si tienes una buena relación con los estudiantes universitarios actuales, haz arreglos para que tu hijo pase un tiempo con ellos.
Deberías ayudar a tu hijo a prepararse para la universidad Organiza un día para que tus hijos visiten el campus antes de empezar para que sepan dónde irán y qué harán. De esta manera, tendrán la oportunidad de ver el diseño y familiarizarse con el campus. Y, por lo general, los estudiantes dirigen los recorridos, lo que significa que pueden tener la oportunidad de hacer preguntas sobre la vida en el campus, como clubes y actividades sociales.
Cómo los padres pueden ayudar a los adolescentes con ansiedad
Deberías ayudar a tu hijo a prepararse para la universidad al menos un año antes de que esté listo para comenzar. Hay mucho de lo que tienen que aprender, y si comienzas temprano, muchos de sus temores probablemente se calmarán. Una cosa en la que te puedes centrar es en ayudar a tus hijos a aprender la preparación para las tareas administrativas, como programar una cita con el médico. Estas tareas menores en realidad constituyen un importante marcador de desarrollo, porque poseerlas significa una disposición para comenzar a sentir, pensar y comportarse como un adulto.
La mayoría de las veces, los padres se encargan de ese tipo de cosas, por lo que los adolescentes no tienen idea de cómo hacerlo. A veces, la clave para calmar un poco la ansiedad es modelar el comportamiento que necesitarán aprender.
Los adolescentes que van a la universidad tienen ciertas tareas domésticas que tendrán que hacer solos en la universidad. Enseñarles a hacer cosas como lavar la ropa si aún no lo hacen, o comprar alimentos les dará una ventaja. La colada es especialmente desalentadora si nunca antes ha tenido que hacerlo. Claro, aún puede recibir llamadas sobre la configuración de la lavadora o suavizantes de telas, pero les ha dado las habilidades básicas. Eso no significa que no volverán a casa con la ropa sucia, porque eso es inevitable. Simplemente significa que cuando se quedan sin ropa interior, tienen la habilidad para solucionar el problema.
Enseñar a los adolescentes a manejar las emociones
En el lado de la salud mental del miedo y la ansiedad, lanzar a los adolescentes a esta experiencia completamente nueva puede traer a la luz cosas que nunca antes habían considerado. Es importante asegurarse de que tu adolescente sepa cómo resolver sus propios problemas antes de que le ocurran.
Lo ideal es centrarse menos en las soluciones reales Los estudiantes universitarios que no saben qué hacer cuando encuentran problemas, como si están luchando con una clase difícil o no se llevan bien con su compañero de cuarto, evitarán el problema por completo o tomarán una decisión rápida que podría ser perjudicial.
Lo ideal es centrarse menos en las soluciones reales y hablar sobre cómo se ve el proceso de resolución de problemas. Esas herramientas son mucho más necesarias que siempre mirar la solución. Porque a veces tienes que adaptarte. Y la adaptabilidad puede ser una habilidad difícil de aprender sobre la marcha a esa edad.
La mayoría de los estudiantes universitarios se sienten académicamente listos para la universidad. Pero, ¿emocionalmente? No tanto. Los estudiantes universitarios suelen tener problemas para lidiar con cosas como la frustración y la decepción.
Tienes que ayudar a tu hijo a identificar habilidades de afrontamiento concretas que pueda usar en la universidad. Los padres necesitan aprender a decir no y crear límites. Enseñar a los hijos a que no tienen que sentirse obligados o presionados para encajar con la multitud.
Todo esto puede parecer demasiado en los siguientes meses, pero es necesario puesto que además de disfrutar de tiempo juntos antes de que empiece esta etapa nueva en su vida, estarás ayudando a tu hijo a crecer para poder solventar los problemas en la vida que se vaya encontrando. Pueden ser conversaciones difíciles de mantener, pero todos se sentirán mucho mejor y más preparados cuando sea hora de irse.