Mudarse a un hogar nuevo no es fácil, sobre todo si eso implica cambiarse de barrio, ciudad o incluso de país. Esto puede ser especialmente difícil para los adolescentes, quienes tienen una conexión con sus amistades y marcharse significa alejarse de todo lo que para ellos es importante en estos momentos.
Además, significará conocer personas nuevas, cambiar de centro educativo y empezar en un nuevo hogar. Normalmente los adolescentes no quieren mudarse, pero una vez que lo hacen porque no tienen más remedio, pueden tardar dos o tres meses a aclimatarse al nuevo lugar y quizá darse cuenta, de que no era todo tan malo como se habían imaginado.
No querer mudarse es normal
No querer mudarse es absolutamente normal, porque significa dejar atrás todo lo que conocen y esto es complicado, y aún más si te marchas a otra ciudad o a otro país. Es necesario que los adolescentes sepan que no están solos y que lo que están sintiendo es totalmente normal, incluso los adultos pueden sentirse de esa manera.
Consejos para que sea más fácil el cambio en los adolescentes
A continuación vamos a daros algunos consejos que irán muy bien para los adolescentes, para que, si se sienten de esta manera, con esta incertidumbre, sea más fácil para ellos el cambio. Las personas nos adaptamos rápido, por lo que con una buena actitud, todo irá bien.
- Hacer preguntas. Preguntar es estupendo para saber más, se puede preguntar a los padres por qué se mudan y si hay otra alternativa, quizá quieran saber si pueden escoger la escuela.
- Hablar sobre la mudanza. Incluso aunque un adolescente esté enfadado con sus padres, es necesario hablar sobre este cambio. Es necesario que los adolescentes puedan expresar sus sentimientos y pedir consejos si es necesario. También pueden hablarlo con amigos y profesores... expresar sus ansiedad y frustración es bueno.
- Escribir un diario o un blog. No a todos les gusta escribir, pero incluso si no le gusta es buena idea que anote sus pensamientos y sentimientos justo antes de ir a dormir. Podrán expresar las cosas positivas de la mudanza. Pueden escribir tantas cosas como le vengan a la cabeza. Mudarse también puede ser una oportunidad para comenzar de nuevo en otro lugar.
- Participar en la mudanza. Incluso si no el adolescente no está contento con la mudanza, ayudar en el proceso le hará sentir un poco más en control de las cosas. Permite que pueda hacer sus cajas y que esté con vosotros en el proceso de escoger un nuevo hogar o comprar las cosas para la nueva casa. De esta manera, al estar físicamente involucrado en el movimiento le ayudará a prepararse mentalmente para el cambio.
- Hablar en familia sobre los planes de visita. Es posible que tu hijo adolescente necesite hablar con vosotros de los planes para volver a visitar el lugar de origen. Sabiendo que volverá aunque sea de visita, será mucho más fácil la macha. Quizá pueda pasar las vacaciones en casa de un amigo y así poder ver a todos sus compañeros.
- Aprender sobre el nuevo lugar. Es buena idea investigar sobre el nuevo barrio, ciudad o país. Podéis buscar cosas para ver y hacer. Disfrutar de los centros comerciales o de actividades deportivas que organicen.
- Leer libros o blogs. Leer libros, blogs o ver vídeos sobre el lugar donde os vais a mudar es una buena manera de saber cómo será y de entender que otros se han mudado a ese lugar antes.
- Tener tiempo para despedirse. Se necesita tiempo para poder decir adiós y despedirse. Organiza una fiesta o pasa una noche divertida con amigos. Que pase un día con su mejor. amigo haciendo todas las cosas con las que disfruta. Hacerse fotos, escribir historias... cualquier cosa que permita poder despedirse antes de emprender la marcha .