En la actualidad las personas hacen fotografías sin ton ni son con sus teléfonos móviles. Cada vez las cámaras de estos dispositivos son más sofisticadas y esto hace que las personas capturen más imágenes. ¿Alguna vez has pensando cuántas fotografías tomas en un día y cuál es el objetivo de éstas? Normalmente solo se hace por tenerlas, por compartir en redes sociales o también por el gusto de hacer fotografías con el móvil.
Es importante que ahora más que nunca, las familias reflexionen sobre las fotografías familiares y más que nada, fuera de las redes sociales. Con los teléfonos actuales cualquiera hace más fotos a uno mismo, a la familia o a los momentos cotidianos. Pero, ¿cuántos de nosotros realmente hace algo con estas fotografías además de subirlas a Instagram o compartirlas en Facebook?
Las fotografías han pasado a mostrar apariencias más que transmitir
El problemas de que las personas solo tomen fotografías para mostrar a los demás lo que quieren que vean, es que la calidez de las imágenes se pierden y verlas en una pantalla es frío y no tiene sentimientos. El problema al hacer esto es que los niños (especialmente los más pequeños que aún no están en las redes sociales) no tienen la oportunidad de tocar las fotografías que hacemos.
Si guardamos todas las imágenes en dispositivos electrónicos, los niños no pueden ver ese álbum de fotografías para poder ver lo guapos que eran cuando eran bebés. No recordarán lo bien que lo pasaron en las fiestas del pueblo o lo bien que se lo pasaban en el regazo de los abuelos. Suena triste, ¿verdad? Realmente lo es.
En realidad esto aún va más allá... Guardar todas las fotos en dispositivos electrónicos en lugar de tenerlas impresas, a la larga, puede afectar al sentido de identidad de los hijos a su pertenencia.
Con los teléfonos actuales cualquiera hace más fotos a uno mismo, a la familia o a los momentos cotidianosEl valor emocional de las fotos impresas
Las fotografías impresas tienen un efecto psicológico y físico en los lazos familiares y cómo se inician en la recolección de los momentos clave de la vida. El valor emocional de una imagen impresa dista mucho de la imagen digital y ayuda a acercar a las familias y compartir experiencias de la vida. Se observan más y con más detalle que las que se ven en las pantallas, que se pasan rápido sin apreciar realmente el sentimiento que transmite un momento vivido.
Muestra las fotografías de la familia en lugares fáciles de ver por todosMaximiza las imágenes familiares
Es necesario que las personas tengan en cuenta todo esto y que maximicen las imágenes familiares para potenciar el vínculo. ¿Quieres saber cómo hacerlo? Sigue estos consejos:
- Muestra las fotografías de la familia en lugares fáciles de ver por todos. Coloca las fotografías impresas en la estantería del dormitorio de tus hijos, así podrán verlas cada mañana o cada noche. Las imágenes serán parte de su rutina diaria y se sentirán amados.
- Anima a tus hijos a que se busquen en las fotos. Cuando tu hijo vea una fotografía, anímales a que se busquen en la imagen. Esto le ayudará a construir su sentido de la identidad, reconocerán su propio valor y aumentará su autoestima.
- Haz fotografías de momentos cotidianos, no solo en momentos especiales. Aunque las fotografías de bodas o cumpleaños son muy importantes, también son estupendas las fotografías de momentos cotidianos, como cuando se sale al parque, se está en casa o se va de excursión.
- Pon las fotos en un álbum familiar. Es muy importante que crees un álbum (o varios de ellos) y los tengas a mano en tu hogar. Un álbum de historias de vuestra vida es la mejor inversión que puedas hacer. Esas fotografías las verán tus hijos cuando crezcan, tus nietos... Y seguramente más generaciones. Antiguamente las imágenes se perdían porque eran pocas y escasas. Actualmente con todas las que se hacen, si se cuidan bien y se saben guardar, pueden pasar de generación en generación... ¡merece la pena esta inversión aunque no las veas en 100 años!