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4 señales de que tu niña ya no es tan niña
4 señales de que tu niña ya no es tan niña

PREADOLESCENCIA

4 señales de que tu niña ya no es tan niña

¿Te estás dando cuenta de que tu niña ya no es tan niña y se está convirtiendo en adolescente? ¡Está en la etapa que precede a la adolescencia!

Los preadoelscentes no son tanto la edad que tienen y sí la actitud que muestran. Pueden ser una buena actitud o una mala actitud ante las diversas circunstancias. Desde el momento en que nuestros hijos llegan a este mundo, los padres más experimentados nos advierten que es en la adolescencia cuando comienza el verdadero desafío.

Es a partir de los 10 años cuando los rasgos de la adolescencia comienzan a aparecer. Saber que los hijos han entrado en esta etapa de desarrollo puede ayudarte a mejorar la perspectiva y en este sentido, intentar llevar mejor esta etapa. Si quieres saber si tu hija está dejando de ser niña para convertirse en una preadolescente... estas señales te lo estarán dejando bastante claro.

Prefieren pasar más tiempo a solas

Es posible que tu dulce niña esté prefiriendo pasar más tiempo en soledad que en familia. La primera señal de que tu hija se ha convertido en una jovencita se presenta de la manera más simple: no la verás tanto por casa.  Sabes que están en algún lugar de la casa (después de todo, los viste bajar del autobús y sus zapatos y su bolso están en casa).

Unos meses antes, habrían estado sentados en la mesa de la cocina hablando sobre su día, haciendo tareas o jugando en el jardín afuera. Pero no más. Ahora lo que más les gusta es sentarse a solas en su habitación, tal vez leyendo un libro, escuchando música, o, jugando con la tablet.

Antes de entrar en la fase de interpolación, la mayoría de los niños no tenían ni idea de cuándo se sentían avergonzadosAntes de entrar en la fase de interpolación, la mayoría de los niños no tenían ni idea de cuándo se sentían avergonzados

Ponen ojos en blanco demasiado a menudo

No hace mucho, esa broma tonta que papá siempre dice, habría sido recibida con una sonrisa, y tal vez con un movimiento de cabeza. Ahora, tu hija pone los ojos en blanco y luego se retira a su habitación de nuevo... como si se avergonzase de ti.

Lo mismo sucede cuando sugieres participar en la tradición familiar, como recoger manzanas o jugar un juego de mesa favorito. El movimiento constante del ojo y los sonidos acompañantes de "bfff" vienen con tal frecuencia que pueden parecer involuntarios.  Si alguien se da cuenta de cómo controlar esto, ¡debería patentar la fórmula secreta!

Se comienza a obsesionar con su 'look'

Hace apenas unos años, era más probable que se vistieran con un atuendo colorido y desigual que reflejaba incorrectamente el sentido general de la moda de tu familia. Ahora, usan solo la ropa cuidadosamente seleccionada que retrata la imagen exacta que esperan representar, hasta los calcetines los escogen minuciosamente. Si te atreves a aconsejarles qué ponerse... es como haber invocado al mal.

También está el pelo dentro del 'look'. Antes la peinabas tú todas las mañanas... ahora es ella la que quiere peinarse o que le peines tú pero un peinado concreto, ¡y tiene que estar perfecto o no sale de casa!

Antes la peinabas tú todas las mañanas... ahora es ella la que quiere peinarseAntes la peinabas tú todas las mañanas... ahora es ella la que quiere peinarse

Se avergüenza muy fácilmente

Antes de entrar en la fase de interpolación, la mayoría de los niños no tenían ni idea de cuándo se sentían avergonzados. Como cuando hacían ruidos con su boca en un lugar público, solo para hacer reír a sus hermanos... O el momento en que tuvieron un ataque de gritos porque quería que le comprases algo de la tienda... no sentían vergüenza y les daba igual.

Pero de repente todo eso cambia. Tu hija comienza a tener un agudo sentido de la vergüenza. Pero lo peor, es que lo que más le avergüenza en el mundo eres tú. Nada avergüenza a una jovencita más que ser vista en público con sus padres. Antes entraban contentos al coche y no les importaba quienes le veían, ahora parecen un pasajero de un taxi.

Si notas que tu hija empieza a comportarse de esta manera, está claro que está dejando de ser niña para convertirse en una pre adolescente que pronto, pasará a la adolescencia y su habitación se convertirá en el mejor refugio. Pero no te preocupes, porque en realidad la preadolescencia es solo un paseo hasta que llega la adolescencia, donde en realidad, los desafíos vendrán a pares.

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