Una se convierte en madre desde el momento que ve el positivo en la prueba de embarazo. Esas rayitas marcan el momento en el que una nueva persona va a nacer: alguien que ya deja de preocuparse de sí misma para preocuparse y ocuparse genuinamente de otro (u otros). Donde dos, o más almas, conviven en un mismo cuerpo haciendo que esta etapa sea de completa transformación, tanto física, como emocional, espiritual, mental y también financiera.
El embarazo tiene muchas funciones. La mayoría de ellas, como asegurar el crecimiento del bebé, se desarrollan sin que la mamá reciente haga el mínimo esfuerzo. Otra función es la de dar un espacio de tiempo prudencial para procesar la idea de que vas a ser madre y que te preparas para la llegada de tu pequeño, pero... ¿cómo nos preparamos realmente? A continuación, todas las dudas sobre el nacimiento de la mamá reciente:
Qué es la preparación
Algunas madres primerizas consideran la preparación como el hecho de comprar las mil y una cosas que nos dicen que tenemos que comprar, pintar las paredes de la habitación y acomodar la ropa. Otras entienden que para ser madres sí hay que estar informadas y empiezan a buscar todo tipo de información que les pueda ser útil desde el inicio de su embarazo.
Y es que, el embarazo es el momento preciso e ideal para informarte y prepararte para el papel que te va a tocar desarrollar en unos meses. Así lo explica Nicole Anidjar, creadora del término "Crianza Informada", en su libro 'GuíaBurros: El primer año de mi bebé'. Este término persigue el objetivo de que todas las madres disfruten de su maternidad, pero que lo hagan seguras respecto a lo que quieren y hacen, de manera informada y consciente. No saber qué quieres, solo te hará dudar sin estar realmente convencida de nada.
El parto
La actitud que tengas ante el parto determina, en gran medida, tu tolerancia a las dificultades en el futuro. Siempre habrá cosas que no te gusten de ser madre, como trasnochar, la demanda de tus hijos a todas horas, los llantos... El parto es tan solo lo primero porque vienen muchas más cosas detrás. Ante los obstáculos, sobre todo durante el parto, es posible que lo único que esté bajo tu control sea tu actitud, el cómo asumimos y enfrentamos eso en particular que nos esté pasando.
Más allá de que uses o no epidural, de que sea parto vaginal o cesárea, la idea es que hagas tu parto tuyo. Que estés conciliada con cualquiera que sea el desenlace de la experiencia. Ten en cuenta que también sucede que las cosas no resultan como esperamos: que pensábamos dar a luz de forma natural y al final debemos tener una cesárea, que los partos se pueden complicar, que el bebé tenga alguna dificultad en el nacimiento... Todos son posibles escenarios y por eso es importante que la energía de la mamá reciente esté dirigida positivamente.
El contacto piel con piel
Independientemente de si la mamá reciente quiere amamantar o no, conocer qué es el contacto piel con piel, también conocido como apego oportuno o apego precoz, te ayudará a marcar una pauta en tu maternidad y en cómo se desarrolla el inicio de la vida de tu pequeño.
Lo primero que tienes que hacer es ponerte en la situación a la que se enfrenta tu hijo. Él está en tu barriga en un estado de placer total, a la temperatura perfecta, sin nada que le moleste, con la cantidad precisa de estímulos, comiendo cada vez que quiere, sin conocer lo que es una sensación desagradable. Y, de un momento a otro, sin avisar, le toca nacer y su realidad cambia: Hace frío, las luces le molestan, el ruido lo aturde, siente una inseguridad y una amenaza inminente...
La manera de cómo el apego oportuno influye en tu maternidad va más allá de los beneficios físicos. Se relaciona también con tu punto de partida en la crianza, en cómo te sientes como madre desde el primer momento. Es buscar que dejes de sentirte confundida, con miedo, o insegura para
sentirte simplemente satisfecha.
Para ello, lo ideal es que una vez le haya llegado la hora de nacer a tu bebé, te lo coloquen sobre tu cuerpo. Sin lavar al bebé ni a a la madre reciente, sin ninguna tela que interfiera entre ambos. Dejar las manos del bebé al descubierto permite que el proceso fluya mejor. Haz que tu bebé se quede ahí el tiempo que necesite, cubiertos los dos por una manta si es necesario. En un período de 40 a 120 minutos, el bebé buscará el pecho por sí solo y se agarrará sin problemas.
La primera hora de vida también es llamada hora sagrada por la importancia que tiene desde tantos puntos de vista. Lamentablemente, es un momento que no vuelve jamás así que, siempre que esté en tus manos, haz lo posible por disfrutarla.
Trasnochar
Solemos asociar la maternidad con falta de sueño. No dormir, o más bien, que te interrumpan el sueño constantemente es horrible, irrita y agota la paciencia, algo que dificulta la crianza. En la etapa de los 0 a 3 meses del bebé, existen trasnochos, tomas nocturnas y algunas dificultades más. La razón es que,
por las características evolutivas del sueño, en esta etapa los bebés suelen dormirse con bastante facilidad. Se duermen en el pecho, meciéndolos levemente o incluso, están despiertos y, en un pestañeo, ves que se duermen solos. Además de que el tiempo que están dormidos, suelen tener un sueño muy profundo.
Por ello, hay dos tendencias sobre el sueño. Una de ellas responde a la idea de que el sueño de los bebés no solo es modificable por los adultos, sino que además es su responsabilidad que el niño duerma x cantidad de horas al día en un horario determinado. Además, incluye una serie de estrategias que se recomiendan a los padres para lograr que sus hijos duerman.
Los métodos pueden ser muy variados como ignorar el llanto del bebé para que sepa que es la hora de dormir, hacer lo que se llama llanto controlado, en el cual los padres abandonan la habitación por tiempos específicos, otro consiste en entrar a la habitación pero no alzar al bebé para calmarlo, entre otras. Y, la sugerencia común de quienes profesan este estilo es que, como padres, se debe acostumbrar a tus hijos a dormir por su cuenta, a no necesitar el pecho, ni ser mecidos para conciliar el sueño.
La otra tendencia se basa en la teoría de que el sueño de los bebés es un proceso evolutivo comparable con el de poder caminar. Que, de la misma forma que no podemos forzar a un niño a caminar a los seis meses, no podemos forzar a un bebé a no despertarse por las noches. Explica que los despertares nocturnos no solo son normales, sino necesarios, y que es una incoherencia con la naturaleza
humana buscar eliminarlos a base de técnicas.
Por otro lado, condenan de manera categórica el ignorar el llanto del bebé. La razón de eso es que estudios han demostrado cómo el llanto genera la producción excesiva de una hormona llamada cortisol (hormona del estrés) que tiene efectos nocivos emocionales, psicológicos, mentales y hasta físicos.
En conclusión, conoce que existen opciones y trata de investigarlas para definir qué te viene mejor a ti.
En este tipo de cosas, es mejor usar tu intuición, investigar e indagar y que descubras tu propio camino
antes de repetir lo que otros han hecho.
Cosas a tener en cuenta
- Debes informarte con anticipación y tener a la mano a una especialista en lactancia materna que te apoye en caso de necesitarlo cuando le llegue la hora de nacer a tu hijo.
- La lactancia no debe de doler. Si te aparecen grietas y te duele, llama a una especialista.
- Evita dar biberones o chupetes por lo menos en el primer mes.
- No uses jamás el extractor para medir tu leche.
- Entiende que la lactancia es a libre demanda, sin horarios ni tiempos. Si ves que es excesiva, puede que haya un problema, por lo que debes contactar a una especialista.
- La lactancia no es lineal: tiene picos (brotes de crecimiento) en los cuales el bebé demanda más,
y luego se regula. Es normal y no es necesario dar leche adicional.
- Ninguna leche es de mala calidad. No existe tal cosa como intolerancia a la leche materna ni que el bebé sea alérgico a la leche de su madre.
- Entre el 95 y 98% de las mujeres puede, físicamente, amamantar, y las que no pueden, es porque tienen una condición médica de base, diagnosticada y comprobada que interfiere con su capacidad de dar el pecho.
- Aunque casi todas las mujeres tienen una fisiología que permite la lactancia, muchas no están preparadas emocionalmente para el reto. Sé paciente y no te agobies.
- Ante cualquier toma de decisiones podemos poner en la balanza las ventajas y desventajas.
- A partir del séptimo mes de embarazo, es mejor que tengas preparada la maleta que llevarás al hospital para vuestra estancia tras el nacimiento de tu bebé.
- Las mujeres necesitan también sentir cerca a su pareja y que ésta la acompañe en todo el proceso de crianza.