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¿Los hijos piensan que tienen la culpa de un divorcio?
¿Los hijos piensan que tienen la culpa de un divorcio?

DIVORCIO

¿Los hijos piensan que tienen la culpa de un divorcio?

Descubre si cuando los padres se divorcian, los hijos pueden pensar que son ellos los culpables y por qué.

El divorcio es una de las experiencias más estresantes que un adulto puede pasar.  Incluso cuando un par se separa en términos relativamente buenos, los problemas legales y la logística de vivir por separado pueden parecer demasiado difíciles de manejar. Los niños también deben adaptarse a estos cambios drásticos y, a veces, se preguntan si podrían haber hecho algo diferente para evitar que sus padres se divorciaran. Aunque el divorcio proviene de una discordia entre dos adultos, los niños aún pueden ni deben culparse a sí mismos.

Es necesario que los padres sean conscientes de que los niños no tienen culpa de nada y sobre todo, que hagan todo lo necesario para que los pequeños no sientan estas emociones negativas en su interior. Los padres, independientemente de las circunstancias, es necesario que trabajen juntos por el bien de los niños.

Los niños a menudo se culpan a sí mismosLos niños a menudo se culpan a sí mismos

¿Por qué los niños se culpan a sí mismos?

Los niños a menudo se culpan a sí mismos porque sienten que podrían haber hecho algo para evitar el divorcio. En cierto sentido, esto les permite una sensación de poder sobre una situación fuera de su control. Los niños pueden sentir que, si hubieran obtenido mejores calificaciones, se hubiesen comportado mejor o hubiesen realizado más tareas, podrían haber tenido cierta influencia sobre la relación de sus padres. 

Algunos niños escucharán a sus padres en desacuerdo sobre la crianza de los hijos, lo que también los hará sentir culpables... pensando en que podrían haberlo evitado con otro comportamiento. Esto es injusto para los pequeños puesto que ellos, no tienen la culpa de las decisiones que toman los adultos.

Tranquilizar a los hijos

Es tu trabajo como padre ayudar a tu hijo a comprender la realidad para que deje de culparse a sí mismo. Por ejemplo, si uno de los padres ha abandonado a la familia debido a la adicción a las drogas, el niño puede pensar que no es buena persona porque su padre no expresa interés en él.  El padre sobrio, entonces, debe explicar que a veces los adultos tienen problemas personales que les impiden prestar a sus hijos la atención que se merecen. 

Es necesario enfatizar que siempre es responsabilidad de los padres brindar amor y atención, y no la responsabilidad del niño obligarlos a abandonarlos. Los niños no tienen la culpa de los errores de los adultos. Incluso cuando las dificultades de la crianza de los hijos contribuyen a los problemas de los padres, es importante que los niños sepan que no son la causa directa del divorcio.  Siempre vuelve al matrimonio mismo y las características personales de los padres.

Señales de advertencia en los comportamientos infantiles

Hay algunos comportamientos en los niños que pueden indicar que se culpan por un divorcio o que están experimentando niveles de estrés poco saludables. Si tu hijo tiene miedo de mostrar afecto a uno u otro padre cuando ambos están en la habitación, puede temer ser desleal con uno de sus padres. 

Esto no es saludable porque los niños aún deberían poder tener buenas relaciones con ambos padres después de separarse. Cuando un niño se retira o se comporta de una manera completamente diferente de su verdadera personalidad, esto podría ser una señal de advertencia de que no puede procesar sus emociones complicadas.  La terapia familiar o individual puede ser extremadamente útil si está dispuesto a invertir algo de tiempo y paciencia en esto.

Mantén la nueva rutina de tu hijo lo más consistente posibleMantén la nueva rutina de tu hijo lo más consistente posible

Afrontamiento continuo

A medida que tus hijos intentan lidiar con padres divorciados, hay pasos que puede tomar para ayudarlos a abordar sus emociones con honestidad y resolver cualquier problema. Primero, es esencial que no tengas conversaciones legales o discusiones acaloradas frente a los niños, especialmente cuando estas conversaciones involucran antagonizar al otro padre. 

Mantén la nueva rutina de tu hijo lo más consistente posible y trabaja para pasar incluso pequeñas cantidades de tiempo de calidad con cada niño. Las conversaciones honestas a menudo ocurren espontáneamente cuando los niños y los padres participan juntos en la vida cotidiana. Además, resiste la tentación de buscar consuelo en tus hijos (incluso si tus hijos quieren apoyarte emocionalmente). En cambio, confía en un buen amigo o terapeuta para desahogar tus frustraciones.

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