Desde tiempos inmemoriales, existe la creencia popular que dice que según la forma de la barriga, se puede adivinar el sexo del bebé, pero ¿Es real o es un mito?
Hace algunas décadas, cuando no existían tantas máquinas ni herramientas médicas, se utilizaban métodos caseros para todo aquello relacionado con la medicina, entre otros. De alguna manera, la experiencia hacía que las personas tuviesen ciertos conocimientos sanitarios, y en muchas ocasiones, resultaban fundamentales por la falta de medios.
Muchas de estas técnicas caseras se han convertido en leyenda popular, y entorno al embarazo circulan muchas de ellas, que a día de hoy se puede afirmar que son mitos. Por ejemplo, dicen que si la futura mamá tiene muchos ardores durante el embarazo, es porque el bebé nacerá con mucho pelo. Otra de estas leyendas, dice que según la forma del abdomen de la embarazada, se puede saber cuál será el sexo del bebé, pero, ¿son ciertas alguna de estas afirmaciones?
¿La forma de la barriga determina el sexo del bebé?
Según dice la leyenda, observando la forma en que crece la barriga se puede saber si el bebé será niño o niña. Cuando la embarazada tiene una barriga con forma redondeada, se dice que será niña. En cambio, si la barriga crece con forma puntiaguda, se cree que será niño.
La leyenda cuenta muchas cosas en torno a la tripita y el sexo del bebéEsta teoría, está basada en la posición que los bebés adoptan en el útero. Se piensa que los niños se colocan en vertical y por eso la barriga toma una forma más puntiaguda. Las niñas en cambio, parece ser que se colocan de forma transversal y eso ayuda a que la barriga crezca con una forma más redondeada.
Aunque esta es la creencia popular y es posible que en algunos casos, la teoría resulte certera, lo cierto es que no existe ninguna base científica que corrobore que esto es cierto.
Causas que determinan la forma de la barriga
El cuerpo de cada mujer es completamente diferente, por lo tanto, la forma que adopta su barriga a medida que avanza el embarazo, depende de muchos factores. El sexo del bebé no condiciona de ninguna manera la forma de la barriga, aunque la posición que el pequeño tenga en el interior, si que es un factor para ello.
La posición que adopte el bebé en el útero
La posición del bebé en el útero, afecta directamente a la forma en que se verá la barriga de la madre. Si el pequeño se encuentra colocado en la parte posterior, el abdomen sobresale menos y la barriga parece menos voluminosa. Por el contrario, si el bebé se coloca de forma transversal, la barriga se verá más amplia a lo ancho que a lo largo. También puede ocurrir que el pequeño se coloque en posición vertical, y en este caso la barriga se verá más llana, por último, en caso de que el bebé se coloque con la cabeza boca abajo, el aspecto del abdomen es más puntiagudo.
Los embarazos previos
Aunque el cuerpo de cada mujer es completamente diferente, lo normal es que a partir del segundo embarazo la barriga aparezca mucho antes. Esto se debe a que la musculatura del útero se encuentra cada vez más distendida y esto provoca que el abdomen parezca más ancho. A partir del segundo embarazo, la barriga crecerá cada vez más rápidamente, será más fácil apreciar el embarazo y esto determinará la forma del abdomen en los diferentes embarazos.
Los embarazos previos se pueden tomar como referenciaLas condiciones naturales del embarazo
Por supuesto, las propias condiciones físicas del embarazo condicionan completamente la forma de la barriga. El tamaño de la placenta y donde se encuentre esta situada, además del líquido amniótico, son elementos clave que determinarán como será la barriga en cuanto a tamaño y forma.
En función del lugar donde se implante la placenta y de la cantidad de líquido amniótico, la barriga puede verse más o menos voluminosa.
La fisionomía de la madre
Otro de los factores clave y más importantes, que determinan el crecimiento y la forma de la barriga de la madre durante los embarazos, es la propia fisionomía de la mujer. Por una parte, la estructura ósea será determinante, las mujeres que tienen alguna desviación en la columna vertebral, pueden tener una barriga más prominente en sus embarazos, debido a esta condición.
El peso de la mujer también es un factor determinante, puesto que en mujeres de constitución muy delgada, es lógico que la barriga parezca mucho mayor en comparación con su tamaño. Por el contrario, en las mujeres que tienen sobrepeso, la barriga de embarazada parece demasiado pequeña en comparación con el resto del cuerpo.
La forma física de la madre también afecta en muchos sentidos al desarrollo de la barriga durante el embarazo. Las mujeres que antes de quedarse embarazadas gozan de una buena forma física, con un abdomen trabajado y musculado, tendrán una barriga más plana en comparación con otras mujeres. Si los músculos abdominales están trabajados, podrán sujetar con mayor firmeza el útero a medida que aumenta el tamaño del bebé.
El tamaño del bebé
Por supuesto, el tamaño del bebé también es marca el tamaño de la barriga aunque no la forma. Es decir, por estadística, los niños suelen nacer con algo más de peso que las niñas. Por lo tanto, es posible que si estás esperando un niño, tu barriga se vea algo más prominente, al igual que si esperas una niña con peso elevado.
Los niños suelen nacer con algo más de peso que las niñasPero como decíamos, el peso del bebé en el útero marca el tamaño de la barriga de la futura madre, pero esto no determina la forma, con lo que el sexo no se puede adivinar por la forma de la misma.
Como ves, existen muchos factores determinantes que marcarán la forma y el tamaño de la barriga de una mujer durante cada uno de sus embarazos. Pero en ninguno de los casos, esto viene determinado por el sexo del futuro bebé.
Es más que probable que alguna mujer con experiencia en tu familia, incluso vecinas o mujeres cercanas, puedan hacerte comentarios al respecto a medida que avance tu embarazo. En algunos casos acertarán, pero será fruto de la casualidad, por lo tanto, si lo que deseas es saber el sexo de tu bebé, lo mejor que puedes hacer es acudir a un especialista y realizar una ecografía.
Aún así, a pesar de la inmensidad de los avances científicos y de la alta fiabilidad de las ecografías, en muchos casos todavía se reciben sorpresas a la hora del parto.