Menú
Los 5 errores comunes en la alimentación infantil
Los 5 errores comunes en la alimentación infantil

ALIMENTACIÓN INFANTIL

Los 5 errores comunes en la alimentación infantil

Estos 5 errores son comunes que cometen los padres en cuanto a la alimentación infantil, ¿tú también los cometes?

Una de las principales preocupaciones a las que se enfrentan muchos padres primerizos es la de la alimentación infantil. Todos los niños necesitan comer alimentos variados y saludables que les permitan crecer sanos y fuertes, por lo que prestar atención a sus comidas se torna en una labor imprescindible que han de realizar sus padres. También, otro de los puntos a trabajar dentro de la alimentación de un niño es enseñarle la importancia de nutrirse y comer bien.

Desde bien pequeños, es importante transmitirles ciertos valores, costumbres o hábitos respecto a la comida para que sigan haciéndolos conforme vayan creciendo. Como padre o madre, has de ver que el tema de la alimentación puede influir mucho en la educación y desarrollo de tu hijo pues, a través de esa enseñanza tan específica, también afianzarás tu relación con él. Si actualmente tienes un bebé o estás pensando en ser padre próximamente pero no quieres cometer fallos a la hora de alimentar a tu pequeño, presta atención a los errores más comunes que se cometen dentro de la alimentación infantil para que nunca caigas en ellos.

1. No incorporar poco a poco nuevos alimentos

Esta, quizá, es una de las mayores equivocaciones que puede tener un padre o madre con su hijo. A veces, en el afán por inculcarles el consumo de verduras o legumbres, alimentos que de primeras un niño puede ser reticente a comer, este acaba sintiéndose obligado, lo que le provoca todavía más rechazo. Para evitar esto y conseguir el resultado contrario a tu propósito, nunca obligues a un niño a comer una cantidad grande de un alimento que nunca antes haya probado.

 Todos los niños necesitan comer alimentos variados y saludables Todos los niños necesitan comer alimentos variados y saludables

Por ejemplo, si quieres empezar a darle espinacas a tu pequeño, empieza destinando una pequeña porción del plato a estas verduras. No tengas miedo ni sientas ridículo ponerle en el plato una cantidad ínfima de espinacas pues el objetivo no es que tu hijo, de un día para otro, coma verduras como si de caramelos se tratara. La idea es incorporar a sus comidas, y muy poco a poco, los nuevos alimentos para que se vaya acostumbrando a ellos.

2. No hacerles partícipes en la elaboración de la comida

Este punto, por temas de incompatibilidades horarias u otros, puede ser difícil de realizar durante la semana, pero, si tienes la oportunidad de hacer la comida junto a tu hijo, aprovecha el día en el que los dos podáis porque la experiencia será muy enriquecedora para ambos. Los niños pequeños siempre son curiosos por naturaleza y hacerles partícipes en la elaboración de cualquier comida hará que, luego, quieran probarla.

Para captar su atención, prueba a cocinar con ellos platos divertidos y que incluyan buenos alimentos de los que puedas hablarles. Invítalos a innovar con productos de calidad y aprovecha el rato divertido que estés pasando con ellos para inculcarles diferentes hábitos alimentarios. Con un poco de suerte, seguramente quieran repetir otra vez y también involucrarse en la alimentación infantil, y más si la comida, una vez hecha, está deliciosa.

3. Abusar de ultra procesados por falta de tiempo

Con el ritmo de vida actual y los horarios laborales, es muy habitual que uno siempre tenga a mano la excusa de no tener el tiempo suficiente para prepararle a su hijo la comida o algún snack saludable. Con las prisas y los ritmos de trabajo frenéticos, muchos padres recurren a la comida preparada o a los ultra procesados para alimentar a sus hijos.

Como pasa con todo, la clave para evitar el uso de alimentos dañinos para tu hijo, es organizarse. Lo recomendable es organizar todas las comidas, tanto tuyas como las de tu hijo, de toda la semana y en las que incluyas meriendas y snacks de media mañana. Cuando te dispongas a cocinar, aprovecha el tiempo, haz más cantidad de cualquier comida y guarda tuppers para utilizar en otro día. También, puedes aprovechar algunos de los alimentos que estés utilizando para un determinado plato para hacer otro, de otro día, más sencillo.

Utiliza los tuppers para guardar toda aquella comida que lleve más tiempo cocinarla y recurre, alternándola, a otros platos más sencillos y rápidos como ensaladas. Prueba a usar diferentes verduras, legumbres y cualquier otro alimento natural que creas que pueda combinar bien con el resto de ingredientes.

4. No prohíbir ningún alimento

Por mucho que quieras que tu hijo solo vea productos naturales y alimentos sanos, lo cierto es que este constantemente estará expuesto a ultra procesados que, por su apariencia o sabor, le llamarán su atención. Un error que muchos padres cometen inconscientemente, y creyendo que así benefician a sus hijos, es prohibir rotundamente todos estos alimentos. Haciendo esto, lo único que se conseguirá es que los pequeños sientan todavía más curiosidad por ellos y quieran probarlos.

Utiliza los tuppers para guardar toda aquella comida que lleve más tiempo cocinarlaUtiliza los tuppers para guardar toda aquella comida que lleve más tiempo cocinarla

Si bien es cierto que una alimentación sana y equilibrada ha de sustentarse con alimentos naturales y saludables, esto no quiere decir que, de vez en cuando, no se puedan comer otras cosas como un bollito, un croissant o una hamburguesa con patatas fritas. Es muy importante que, como padre, enseñes a tu hijo ese equilibrio con la comida. Ningún extremo es bueno y esto también es aplicable a la comida así que no pretendas que tu pequeño solo coma alimentos 100% saludables pues, una vez salga de tu entorno, se sentirá frustrado y seguramente acabe comiendo cosas poco sanas de forma compulsiva. Enseña a tu hijo a comer conscientemente y harás que esa costumbre le acompañe durante toda su vida.

5. Priorizar refrescos y zumos antes que el agua

Otro de los errores que muchos padres cometen es echar mano de zumos y refrescos que, por muy bien que se vendan en el mercado como 0 azúcares y demás, lo cierto es que su consumo, a la larga, son altamente perjudiciales para la salud y desarrollo de un niño. Si quieres que tu pequeño consuma más fruta, no le compres zumos y prueba a hacerlos tú mismo, o incluso mejor, haz batidos para no eliminar la pulpa donde se encuentran la mayoría de nutrientes.

Siempre prioriza el consumo de agua antes que el de zumos o refrescos. Estos últimos, además, poseen una elevada cantidad de azúcar en su composición o de sustitutivos igual de artificiales y procesados. Recuerda que como lo natural no hay nada así que procura no abusar de estos productos para no dañar la alimentación infantil de tus hijos.

Te puede interesar