Seguir una dieta sana y equilibrada hoy en día parece fácil que nunca por la gran de información a la que tenemos acceso, y en cierto modo esto es así. Sin embargo, hay padres que todavía necesitan ayuda para entender que es "la comida saludable", es normal porque tener tanta información a nuestra disposición también puede ser contraproducente. Dentro de la industria de los alimentos hay una gran cantidad de productos para escoger y a veces la publicidad y la información falsa puede crear confusión en los padres, haciéndonos creer que ciertos productos son mejores para nosotros y los niños.
En los últimos años han aparecido también en los supermercados marcas de alimentos biológicos, orgánicos y otras etiquetas que la gente confunde o piensa que se refiere a lo mismo, comprando esos productos sin entender realmente su significado y pensando que son los mejores para su salud, simplemente. ¿Qué diferencias hay?
-Ecológicos: los productos ecológicos son aquellos que se han cultivado y procesado sin pesticidas, abonos o conservantes genéticos, ni irradiación, ni tampoco ingeniería genética. Se usaron para su crianza fertilizantes naturales, aprovechando las condiciones naturales como el suelo o el clima, y en el caso de la ganadería, la crianza se hace en condiciones óptimas.
-Biológicos: son los alimentos que se han obtenido fuera del laboratorio, es decir no han sido expuestos a ninguna intervención química en el laboratorio ni se ha utilizado ningún componente genético alterado.
-Orgánicos: son aquellos que están libres de intervenciones químicas que suelen utilizarse para desarrollar un alimento, es decir están libres de pesticidas o fertilizantes, aunque no todos los orgánicos son biológicos porque pueden haber sido manipulados genéticamente.
-Productos sostenibles: son los alimentos que se obtienen como resultado de ser respetuoso con la naturaleza y medio ambiente, de forma que se basan en un cultivo éticamente responsable, la agricultura sostenible es sinónimo de agricultura ecológica, pero los productos orgánicos por ejemplo pueden ser el resultado de granjas industriales que no son sostenibles.
¿Son mejores estos productos para la salud de nuestros hijos?
Respecto a este tema hay mucho debate y no se ha llegado a una respuesta clara. Sin embargo, hay varios estudios que defienden que una dieta basada en alimentos orgánicos (libres de pesticidas y fertilizantes) no producen beneficios significativos en nuestra salud. Por ejemplo, uno de los estudios que defiende esta postura es el realizado en la Universidad de Stanford en Estados Unidos, los investigadores responsables analizaron 223 estudios donde se comparaba la composición de estos alimentos (niveles de nutrientes, hongos, bacterias, concentraciones de pesticidas, etc) y 17 investigaciones donde se habían comparado a personas consumidoras de productos orgánicos con otras que comían productos no orgánicos. Estas investigaciones fueron hechas con humanos aunque ninguna de ellas fue a largo plazo, el seguimiento de la dieta era de dos años. Pero lo que sorprende de los resultados es que la composición de los alimentos era muy parecida. Entre los nutrientes analizados estaban la vitamina C, calcio, el hierro contenido en verduras y frutas, carne, leche y huevos orgánicos y los convencionales.
En el caso de las verduras y frutas la cantidad de vitaminas y minerales era casi idéntica y el nivel de nutrientes de alimentos orgánicos y convencionales no era significativo. En otros estudios realizados por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres los investigadores defienden que "no hay diferencias convincentes entre el contenido de nutrientes o los beneficios a la salud de los alimentos orgánicos y los convencionales". Por otro lado, la corriente contraria defiende que estos estudios están sesgados y que en realidad extinguen dichas diferencias entre estudios... Pero estas afirmaciones se quedan algo cortas al no contar con un número tan amplio de estudios que desmientan los resultados...
Tanta información es confusa y llega un momento en que los padres ya no saben que hacer ni que productos comprar ante tanta variedad, sin embargo si lo que te interesa realmente es que tu hijo tenga una alimentación saludable no hace falta irte a los productos orgánicos para ello porque según los estudios de la Universidad de Stanford y Londres no hay diferencias significativasen su composición, otra cosa es que quieras promover una agricultura sostenible y responsable con la naturaleza.
Cómo elegir productos de calidad para la dieta de los niños
Esta bien fijarse en las condiciones y origen de los alimentos que compramos pero no debemos obsesionarnos con el etiquetado.
- Compra productos frescos: Las mejores opciones para obtener productos de calidad a un precio económico es irte a los mercados locales, las fruterías, carnicerías y pescaderas a pie de calle suelen tener género de calidad y fresco (comprando en estos sitios estás además ayudando a mejorar el barrio). Los productos frescos no tienen etiquetado y son la mejor opción para comer sano.
- Elige las opciones con fibra. No compres siempre carbohidratos simples, escoge de vez e cuando las opciones integrales para que tus hijos se acostumbren al sabor.
- Cocinad vosotros mismos la bollería y los platos de comida rápida. Hay que darse un capricho de vez en cuando, sobre todo cuando estamos con niños. Sin embargo, en vez de comprar comida precocinada echa algo más de tiempo en la cocina y prepara los platos con productos frescos, estarás dando a tus hijos alimentos que les gustan y libres de aditivos, conservantes y grasas trans. Por ejemplo, en vez de comprar una pizza precocinada cocinad una vosotros mismos.
- Evita los alimentos enlatados. En vez de escoger frutas o verduras en lata cómpralos naturales y cocínalos tu mismo. Estos productos son más caros y tienen conservantes.
- Ojo con los alimentos libres de grasa. Muchos de los alimentos de este estilo sustituyen las grasas por azúcares.
- Evita los desayunos hiperazucarados. Por ejemplo, vigila los cereales infantiles ya que aunque son un clásico entre los niños pero no deberían tomarlos todos los días porque tienen grandes cantidades de azúcares. En vez de eso añade fruta fresca o tostadas de vez en cuando a sus desayunos. Por otro lado, a los zumos industriales suelen añadirles azúcares para que sepan mejor, de forma que el dulzor natural de la fruta se pierde y los niños se acostumbran a los alimentos endulzados. Si quieres que tus hijos las vitaminas necesarias todas las mañanas es exprimiendo tu mismo la fruta.