Es un momento alegre para los padres cuando ven a sus hijos jugar juntos y relacionarse bien. Sin embargo, este rara vez es el caso porque los conflictos entre hermanos son muy comunes. Los hermanos compiten por el amor y la atención de sus padres, cada uno tratando de recibir la mayor parte. La rivalidad entre hermanos puede continuar durante toda la infancia, afectando el desarrollo social, emocional y psicológico de sus hijos.
Los padres deben mantener la rivalidad entre hermanos en un mínimo para crear un ambiente propicio para el desarrollo emocional saludable. Cuando existen celos y rivalidad en demasía, solo habrá un ambiente tóxico en el hogar que no será bueno en absoluto para un buen desarrollo emocional de los niños. A continuación vamos a hablarte sobre las consecuencias de la rivalidad entre hermanos, para que, lo tengas en cuenta y evites que esto ocurra con tus hijos.
Autoidentidad
La rivalidad entre hermanos afecta la forma en que los niños se perciben a sí mismos. La rivalidad comienza después del nacimiento del segundo hijo. El niño mayor se siente marginado porque su hermano recién nacido tiene un nivel mucho más alto de atención parental. Comienza a sentirse no amado y piensa que su presencia ya no es valiosa.
Estos sentimientos pueden convertirse rápidamente en celos, lo que no es bueno para su sentido de identidad y crecimiento emocional. Por eso, como padre o madre, cuida a todos tus hijos por igual. Para que se sientan amados por completo, cada uno de ellos necesita atención y tiempo especiales individualizados.
Violencia
Algunos padres descartan los conflictos entre hermanos como una etapa del desarrollo infantil. Los padres pueden ignorar los actos de violencia entre hermanos porque se ven leves, casuales e íntimos. Parece que es una parte normal del crecimiento.
Por ejemplo, cuando un niño golpea al otro con una pelota de fútbol, se podría pensar que están jugando, mientras que, de hecho, están peleando. Si no se atiende, tales conflictos pueden salirse de control y estallar en una guerra, con niños intercambiando patadas y golpes. Esto puede provocar lesiones o incluso la muerte en casos extremos. Es necesario que te des cuenta de cómo se relacionan tus hijos y que les motives a vivir en armonía unos con otros. Edíucales sobe los peligros que tiene la rivalidad entre hermanos y el sinsentido que ocasiona.
Habilidades sociales
La capacidad de tus hijos para hacer nuevos amigos puede verse afectada por las desagradables relaciones que tienen con sus hermanos. La rivalidad entre hermanos como una forma incivilizada de expresarse, lo que indica una falta de habilidades sociales adecuadas. Sin buenas habilidades sociales, tus hijos podrían sentirse aislados porque sus amigos piensan que son acosadores.
Sin embargo, la rivalidad leve entre hermanos puede mejorar el desarrollo social porque aumenta las interacciones familiares, aunque la rivalidad entre hermanos puede cambiar rápidamente de leve a grave. Fomentar una cultura de amor y unidad dentro de tus hijos promueve el desarrollo social.
Estrés y frustración
Cuando los niños pelean constantemente con sus hermanos, los padres sienten mucho estrés agudo. Para los padres que tienen más de dos hijos, puede ser muy difícil atender sus necesidades de manera justa. A los padres a menudo les preocupa que no favorezcan a un niño por otro y que sean justos con todos sus hijos. Además, la mayoría de los padres tienen que ir a trabajar, lo que limita la cantidad de tiempo que tienen para disciplinar a sus hijos. Enseñar a tus hijos la importancia de la amistad los ayuda a convertirse en adolescentes responsables. Esto le facilita el manejo de su comportamiento. Elogia el comportamiento cooperativo y hazles saber que ser agresivo justifica el castigo.