La ansiedad es el enemigo de la mente y cuerpo de cualquier persona, se tenga la edad que se tenga. La ansiedad es como un acosador o agresor en la propia mente que puede hacer que una persona se sienta mal física y mentalmente. Muchas personas creen que la ansiedad en los niños desaparecerá por arte de magia, pero nada más lejos de la realidad.
Cuando la ansiedad se vuelve tan intensa que interfiere en la vida del menor, es necesario buscar ayuda lo antes posible. La ansiedad grave que no se trata se puede convertir en crónica y ocasionar graves problemas en la vida del niño, tanto en el presente como en el futuro. Una ansiedad que no se trata suele empeorar con el tiempo aunque los desencadenantes de la ansiedad hayan desaparecido. La ansiedad se vuelve poderosa si no se controla.
En situaciones más graves, se puede prescribir a los niños con ansiedad medicación para reducir los síntomas. Pero la terapia cognitiva conductual (TCC) puede ser muy efectiva para los niños con ansiedad, incluso más que la medicación.
La ansiedad es el enemigo de la mente y cuerpo de cualquier personaTerapia cognitiva conductual
La terapia cognitiva conductual se basa en la idea de que la forma en que pensamos y actuamos afecta cómo nos sentimos. Al cambiar el pensamiento que está distorsionado y el comportamiento que es disfuncional, podemos cambiar nuestras emociones. Con los niños más pequeños, concentrarse primero en la parte conductual de la TCC puede ser más efectivo. El objetivo es desaprender el comportamiento evasivo.
Una técnica bastante utilizada en este tipo de terapias con niños con ansiedad es la terapia de exposición y la prevención de la respuesta. En este tipo de terapia los niños se exponen de manera controlada en un entorno seguro y de forma gradual al desencadenante de su ansiedad. Cuando se acostumbran a estos desencadenantes la ansiedad desparece y podrán enfrentarse a esas situaciones con mayor entereza. Es una forma de cambiar el pensamiento para cambiar el comportamiento y así deshacerse del miedo.
Una forma de terapia es ponerle nombre a ese acosadorEl agresor en la mente
Para los niños con trastornos de ansiedad, no solo se debe tratar a los niños, los padres también tienen un papel fundamental en todo el proceso. Hay que separar la ansiedad de quienes son los niños que lo padecen. Es necesario que los padres entiendan que la ansiedad es como un agresor en la mente de su hijo y se le debe enseñar a los niños a tener herramientas para poder deshacerse de ese matón.
Una forma de terapia es ponerle nombre a ese acosador (la ansiedad) para que de esta manera se luche de forma más personificada con ella. Así los niños aprenden habilidades concretas para luchar con ese acosador y que entiendan que pueden controlar la ansiedad en lugar de que la ansiedad le controle a ellos.
También es fundamental ayudar a los niños a comprender cómo su ansiedad afecta a sus vidas. Se puede escribir en un papel todo lo que hace la ansiedad y cómo les afecta, como no dormir en su cama, tener miedo a ciertas cosas, o sentimientos que a veces les cuesta controlar. Es necesario que los niños comprendan cómo funciona la ansiedad y ganarse la confianza para enfrentarse a sus miedos.
Si tienes un hijo que tiene ansiedad, no esperes a que se le pase solo... porque con el tiempo, como te hemos comentado más arriba, la ansiedad no tratada se vuelve más grave y generará más problemas a corto y largo plazo. Si tu hijo tiene ansiedad, busca atención profesional para poder realizar una terapia que esté acorde a tu hijo y que entre todos, tu hijo vuelva a tener una buena estabilidad emocional.