El vínculo entre los padres e hijos es esencial a la hora del desarrollo y crecimiento de los pequeños. Dicho vínculo hay que trabajarlo y fomentarlo desde que son muy pequeños. La base de tal relación debe sustentarse sobre una serie de valores fundamentales para cualquier persona como es el amor, el cariño, el respeto o la confianza.
Por desgracia, dichos valores son cada vez menos infundados a los más pequeños con las consecuencias negativas que puede acarrear ello en un futuro no muy lejano. En cuanto a la relación con los padres, un reciente estudio ha señalado que la relación o el vínculo que se produce entre las madres y las hijas son mucho más fuertes que la que se da entre los padres y sus propios hijos.
En qué consiste el estudio
Según este reciente estudio realizado en los Estados Unidos y publicado en el Journal of Neuroscience, la relación que se produce entre las madres y las hijas es la más fuerte que se produce dentro de la familia. Ello se debe a las diferentes emociones que se producen entre ambas y la propia química que se origina en la zona cerebral. Dicho vínculo se va haciendo cada vez más fuerte con el paso de los años y no es tan potente como el que se da con el resto de posibles relaciones: madre e hijo, padre e hija o padre e hijo.
Es verdad que dicho estudio se hizo a pequeña escala ya que contó con la participación de apenas 40 familias cogidas al azar. El estudio reflejó que tal unión es mucho más fuerte que las demás debido a la empatía que se produce entre la madre y la propia hija. Si se cultiva dicho vínculo a base de una buena educación y con una serie de valores, el vínculo se hará indestructible. De ahí la importancia de los padres a la hora de seguir una serie de pautas en lo que concierne a tal educación.
Un elemento importante que señala el estudio es que tales resultados obtenidos, son de bastante utilidad ya que dependiendo del propio historial relativo a la salud mental de las madres, se puede llegar a conseguir predecir la propia salud mental de las hijas. Teniendo en cuenta este dato, hay muchas opciones de prevenir posibles problemas mentales de las hijas o tratarlas de la manera más adecuada posible.
El estudio no debe aplicarse a todas las familias
Hay que dejar claro que el estudio no se puede aplicar a todas las familias en general. Los resultados han señalado que el vínculo entre una madre y una hija es la más fuerte de todas las posibles, pero cada familia es un mundo. Puede haber casos en los que el vínculo entre un padre y una hija sea mucho más fuerte que el que tenga dicha hija con su propia madre.
Lo que debe dejar claro en todo momento dicho estudio es que la educación debe ser la adecuada para que las relación entre los padres y sus hijos sea la mejor posible. No pasa nada porque los hijos estén más unidos a su madre que sus propias hijas. Lo importante en cualquier caso es crecer y desarrollarse en un ambiente familiar inmejorable en el que el amor y el cariño estén presentes en todo momento.
En definitiva, es aconsejable el educar adecuadamente a los niños desde que son pequeños. El vínculo está ahí presente desde el principio y hay que cuidarlo notablemente. El vínculo entre padres e hijos debe ser el más fuerte posible y es por ello que hay que vivir con valores tan importantes como el cariño o el respeto. Es probable que el vínculo entre una madre y una hija sea el más fuerte pero eso no quita para que la relación del resto de la familia se base en la empatía o en la confianza.