Que un niño se queje es algo normal y habitual, ya que es una forma rápida y eficaz de poder manifestar cierta disconformidad o desacuerdo por un determinado hecho. Si las quejas son ocasionales y puntuales, los padres no deberían preocuparse bajo ningún. El problema surge cuando las quejas se convierten en un hábito y en una forma de manipular a los padres. En el siguiente artículo te damos una serie de claves con las que ayudar a niños que se quejan a todas horas.
Que un niño se queje es algo normal,Por qué hay niños que se quejan continuamente
Antes de todo hay que indicar que las quejas forman parte del desarrollo de los niños. Se trata de una manera de expresar sus diferentes sentimientos y una forma de hacer ver a los padres cómo se siente. En ocasiones los niños pueden usar las quejas como un medio para expresar algo sin el uso de palabras. En tal caso, es labor de los padres el dar con el motivo por el que se quejan de una manera constante.
El gran peligro de las quejas se debe al hecho de que el niño se de cuenta de que es una forma eficaz de manipular a los padres y poder conseguir lo que quiera. En tal caso las quejas van a acompañadas de fuertes rabietas y enfados. Ante ello es muy importante que los padres no cedan a tales quejas y se mantengan firmes.
Cómo ayudar a un niño que se queja a todas horas
No se puede permitir bajo ningún concepto que un niño tome las quejas como un hábito. En tal caso es importante ayudarlo gracias a los siguientes consejos:
- En primer lugar los padres deben predicar con el ejemplo y evitar quejarse por todo. No es nada bueno que los hijos observen a sus padres quejarse sin motivo alguno y a todas horas del día. De nada sirve quejarse, lo recomendable es afrontar el problema de cara e intentar encontrar la mejor solución posible.
- El niño debe aprender a gestionar las diferentes emociones y a canalizarlas. Deben saber poner palabras a los diferentes sentimientos y evitar las quejas. Por desgracia se trata de un problema bastante común en muchos niños de hoy en día. El desconocimiento de la gestión emocional da lugar a la aparición de tales quejas.
- La empatía es una emoción que debes inculcar a tu hijo desde que es pequeño. Es importante el poder conectar con los hijos a través de la empatía para saber cómo se sienten en cada momento. Los padres deben ayudar a sus hijos a que sean capaces de manifestar con palabras sus diferentes emociones y sentimientos.
- En el caso de que el pequeño se queje no es buena idea el discutir sobre la propia queja, ya que puede ponerse en el papel de víctima y empeorar mucho más las cosas. Es importante el sentarse junto al hijo y hablar sobre la mejor manera de solucionar las cosas.
- Los padres deben acompañar a sus hijos en el momento de las quejas y de las rabietas. Es importante que sepa que sus padres están a sus lado ya que ello le ayudará a calmarse y tranquilizarse. Un simple abrazo o un beso en la mejilla es perfecto para que se olvide de la queja e intente encontrar la mejor solución posible a su enfado.
Los padres deben acompañar a sus hijos en el momento de las quejas y de las rabietasEn definitiva, no es nada bueno que un niño se queje a todas horas del día y conciba la misma como un verdadero hábito a la hora de conseguir las cosas. Los padres no deben permitir dicha conducta y comportamiento y conseguir que el pequeño sea capaz de expresar con palabras lo que no le gusta o le desagrada.