La educación y la crianza es clave a la hora de conseguir que los niños crezcan y se desarrollen sanos tanto física como emocionalmente. Por desgracia, esto no ocurre en la actualidad y son muchos los padres los que se desentienden de la responsabilidad que tienen en casa, dando mucha más importancia al trabajo y a otros aspectos del día a día.
Hay que recordar que los niños deben crecer en una familia en la que valores como el afecto, el amor o el respeto estén presentes todo el rato. Acto seguido te hablamos de los llamados padres invalidantes y de lo perjudiciales y dañinos que pueden resultar para los niños.
Los padres invalidantes se caracterizan por minar poco a poco la confianza y la autoestima de los niñosQué son padres invalidantes
Los padres invalidantes se caracterizan por minar poco a poco la confianza y la autoestima de los niños. La educación que reciben a diario hace que se sientan incapaces y que no sirven para nada en general. Además de ello, el tener unos padres invalidantes hace que el menor se encuentre atado a su familia y le resulte realmente difícil el ser independiente. Sentimientos tales como la culpa o la ansiedad están en todo momento presentes en la persona del niño. Los padres invalidantes se van a caracterizar por sobreproteger en exceso a sus hijos además de llevar a cabo una mala gestión emocional en lo que a la educación se refiere.
Un exceso de sobreprotección
Ante el hecho de que el niño pueda sufrir algún tipo de peligro, los padres le van a sobreproteger de una manera excesiva. Los padres invalidantes piensan en todo momento que el mundo es peligroso y está lleno de amenazas y ellos son los encargados de proteger a sus hijos y mantenerlos a salvo. Este tipo de conducta llevada a cabo por los padres van a provocar que los niños no puedan valerse por sí mismos en ningún momento. Se van a sentir limitados en sus capacidades y totalmente desvalidos lo que les puede acarrear graves problemas en un futuro. La dependencia hacia sus padres seguirá toda la vida.
La dependencia hacia sus padres seguirá toda la vidaUna mala gestión emocional en la educación
Por otra parte los padres invalidantes no van a saber en ningún momento el gestionar las emociones frente a sus hijos. Muestran una gran dificultad a la hora de transmitir mensajes positivos y cuando el niño muestra diferentes emociones, los padres responden con indiferencia y frialdad. Ello como es de suponer va a provocar en el niño un golpe en toda la cara al no encontrar afecto ni cariño por parte de los que son sus padres. En un futuro dichos niños van a carecer de emociones y no van a mostrar empatía en sus relaciones con las demás personas.
La dependencia de los padres invalidantes
Criar y educar de esta manera a los hijos, sólo va a provocar que tengan una gran dependencia a los mismos. No se van a valer por ellos mismos y esto les va a acarrear graves problemas en un futuro. Con el paso de los años, dichos niños se harán adultos y no podrán tener en ningún momento relaciones sanas ya que mostrarán una gran dependencia emocional hacia su pareja. Las relaciones serán tóxicas y además de ello seguirán dependiendo en gran medida del núcleo familiar.
Una crianza dominada por unos padres invalidantes no es para nada aconsejable ya que los niños no crecerán en un ambiente sano además de mostrarse totalmente dependientes de sus progenitores. Los niños deben ser educados de una manera en la que crezcan sanos emocionalmente y autónomos en todo momento. De esta forma su autoestima se fortalece y son capaces de mostrar una serie de emociones que son esenciales a la hora de poder desarrollarse como persona adulta.