En muchas ocasiones los padres no se dan cuenta de las consecuencias que puede tener en la vida de sus hijos que ellos actúen de forma sobreprotectora. Es natural que los padres quieran proteger a sus hijos, pero ese deseo no debe interferir en su desarrollo o evolución personal. Como padre o madre es normal que quieras darles a tus hijos todo los que tu corazón siente que les hará felices, pero los padres que dan demasiado, con mucha frecuencia o que les sobreprotegen, pueden estar interfiriendo en su desarrollo y dificultándoles la vida más que otra cosa.
Mimar y sobreproteger a tus hijos puede ser perjudicial para ellos, tanto a nivel social como de desarrollo. Dado que los niños que han sido sobreprotegidos a menudo no tienen que aprender a resolver sus propios problemas, pueden carecer de las habilidades de vida necesarias para negociar con éxito las demandas de la edad adulta.
A continuación vamos a comentarte algunas consecuencias que tendrá en la vida de tus hijos que les sobreprotejas en lugar de darles alas para que estén preparados para volar.
Mimar y sobreproteger a tus hijos puede ser perjudicial para ellosDependencia
Los niños sobreprotegidos pueden volverse excesivamente dependientes de sus padres, lo que puede hacer que tengan problemas para sentirse felices como adultos. Los jóvenes adultos de edad universitaria que fueron maltratados cuando eran niños tendían a creer que estar solo hace infeliz a la persona, y que la fuente de su felicidad son otras personas, en lugar de ellos mismos.
Irresponsabilidad
Cuando los niños están sobreprotegidos, a menudo no tienen que aprender conductas responsables. Los niños que fueron sobreprotegidos por sus padres no pueden entender el concepto de límites como adultos y pueden desarrollar problemas como gastar, apostar, comer en exceso y beber.
Estos niños a veces no están motivados y pueden describirse como perezosos o enfadados con el mundo sin razón aparante. Al carecer de madurez emocional y tener habilidades de resolución de problemas deficientes, estos adultos pueden tener dificultades y sentirse infelices con sus vidas.
Falta de respeto y desafío
La falta de respeto y el desafío son característicos de los niños sobreprotegidos, que probablemente se quejan, suplican, ignoran o manipulan para salirse con la suya. A menudo, los niños están tan obsesionados que no pueden expresarse de otra manera que no sea a través de sus comportamientos negativos. La rebelión puede convertirse en una respuesta natural en estos niños, quienes están excesivamente indignados y sobreprotegidos.
Los niños sobreprotegidos pueden ser insensibles a las necesidades de los demásHabilidades de relaciones pobres
Debido a que no han aprendido que las relaciones involucran dar y recibir, los niños pueden tener problemas para hacer y mantener amistades significativas. Los niños sobreprotegidos pueden ser insensibles a las necesidades de los demás, son propensos a tener rabietas y tienen problemas para diferir la gratificación. Debido a que otros niños pueden no querer estar cerca de alguien con estas características, los niños sobreprotegidos pueden volverse infelices solitarios, a quienes ni siquiera les gusta estar solos.
Como has podido comprobar, sobreproteger a los niños puede hacer que te sientas tranquilo en cierto modo y a corto plazo, pero a largo plazo no les estás haciendo ningún favor a tus hijos. Recuerda que ellos necesitan aprender de ti las habilidades necesarias para poder afrontar la vida y superar los obstáculos que se les vayan poniendo por el camino. Si les niegas eso, no podrán estar preparados para la vida y en consecuencia, cuando sean adultos solo tendrán problemas tanto a nivel personal, social como profesional.
Si no quieres que tus hijos tengan demasiados problemas en cuanto a su desarrollo y manejo de la vida, está bien que les protejas, porque ese es tu deber como padre o madre, pero al mismo tiempo, debes tejer a su lado las alas que necesita para volar. Esto significa ser un buen ejemplo de independencia y enseñarles todas las habilidades que necesitará para enfrentarse a las adversidades que se irá encontrando en la vida.