Cuando se tiene un hijo son muchos los valores y hábitos que se tienen en cuenta y que quizás no se habían observado o analizado antes. Es entonces que los padres quieren dar lo mejor a sus hijos, pero también educarles de manera que puedan ser adultos de provecho para el día de mañana, no solamente en su propio beneficio sino, además, para toda la comunidad.
Es por eso que, desde el momento en el que los padres conocen que van a tener un bebé es normal que se cuestionen muchos de los aspectos que les rodean, planteándose nuevas dudas y afirmaciones, cambiando valores que quizás habían tenido siempre muy claros y descubriendo nuevas maneras de ver el mundo. Comprenderán que deben adaptarse a las necesidades de su hijo, ya que seguramente tenga opiniones distintas a las suyas y que solamente a través del diálogo y la empatía podrán generar el vínculo necesario con tal de tener una relación sana.
Estos valores deberán reforzarse siempre en casaLa importancia de la educación más allá de la escuela
Dentro de las asignaturas que pueden aprender los más pequeños en la escuela, son muchos los demás aspectos que deberán completar su formación. No solamente tener muchos conocimientos les ayudará a desenvolverse de forma adecuada en sociedad y a labrarse un buen futuro, sino que deberán tener una educación sólida y de buena base con tal de tener las relaciones sociales adecuadas y puedan sentirse plenos y felices la mayor parte del tiempo.
Estos valores deberán reforzarse siempre en casa. Desde que son pequeños, los hijos copiarán las acciones y pensamientos de sus padres, por lo que es esencial que sean un buen ejemplo para ellos. Es probable que, a medida que vayan creciendo, acepten también otro tipo de pensamientos y quieran distanciarse más o menos de la opinión de sus progenitores, pero a la larga terminarán por crear un criterio propio. Por eso, es importante que los padres ayuden al hijo a tener una buena base y que sus valores sean lo más justos posibles, de modo que sepan aceptar a los demás por opinar de un modo distinto y esto no les impida desenvolverse de forma adecuada en sociedad.
El respeto deberá ser una de las moralidades a destacar, además de tener una opinión con fundamento. Si se crea curiosidad en el niño este tendrá ganas de aprender cosas nuevas, sobre todo en aquellos ámbitos que mayor interés le generen, y será capaz de comprender diferentes puntos de vista, respetando todas las opiniones y siempre con ganas de ver lo mejor en las demás personas.
Una vez el niño pueda adquirir los conocimientos que precisará para el futuro, tenga curiosidad por aprender y sepa respetar las opiniones y juicios ajenos, será muy importante que también aprenda a comunicarse de forma adecuada. De lo contrario podría tener algún que otro malentendido, por lo poder decir claramente lo que piensa o lo que desea comunicar en concreto.
La oratoria es el arte de hablar con elocuenciaLa importancia de la oratoria a todas las edades
La oratoria es el arte de hablar con elocuencia, es decir, la manera de exponer unos argumentos concretos al destinatario de manera que este pueda comprenderlos con facilidad, de manera ordenada, respetuosa y con el fin, mayoritariamente, de convencerle de unas ideas concretas.
Esta técnica comunicativa nació hace miles de años en Sicilia y se desarrolló con efectividad en la Antigua Grecia. Muchos filósofos de este período confiaron en la oratoria como la mejor manera de divulgar sus conocimientos, además de cambiar el modo de pensar de las personas que dialogaban con ellos.
Por esto, durante miles de años se ha comprobado la efectividad de la oratoria y se ha demostrado que es muy útil en muchos aspectos de la vida de las personas, no solamente en la etapa adulta. Durante el crecimiento, los niños pueden valerse de la oratoria, no solamente para tener una comunicación fluida y constante con los demás compañeros y adultos, sino también para su educación y en su día a día.
Es posible, sobre todo llegada la adolescencia, que se les pida a los alumnos en la escuela que defiendan un trabajo o una opinión. Es entonces que tus hijos deberán saber utilizar la oratoria de manera adecuada, con tal de poder convencer a su interlocutor de la validez de sus opiniones, con fundamento, o del trabajo que haya elaborado con tanto esfuerzo.
Una vez llegada la etapa adulta la oratoria le será igualmente importante, ayudándole a reforzar vínculos, como puede haber hecho durante la niñez y la adolescencia, y también a conseguir sus objetivos tanto laborales como personales, ya que sabiendo organizar el discurso y poder transmitir, con respeto y buenas palabras, aquello que siente y desea le será de gran ayuda a lo largo de toda su vida. Por supuesto, los padres deberán conocer el arte de la oratoria, con tal de poder llevarlo a cabo correctamente en el hogar y en su vida diaria, ayudando al más pequeño y también valiéndose de ella para poder conseguir que sus actos comunicativos sean más productivos y efectivos.