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Por qué tus hijos no quieren vestirse cuando se lo dices
Por qué tus hijos no quieren vestirse cuando se lo dices

HIJOS

Por qué tus hijos no quieren vestirse cuando se lo dices

Si pueden vestirse solos aún necesitan ayuda para tomar decisiones sobre lo que deben usar o lo que se deben poner.

Cada mañana, es posible que tengas que respirar profundamente recordando que la fase de las negaciones y las rebeliones de tus hijos es temporal. Tienes que salir de casa y tu hijo o hija no quiere vestirse o se ha puesto un atuendo que nada tiene que ver con la ropa que le habías preparado delicadamente para salir de casa y protegerle del frío.

Es posible que sientas que estás demasiado cansado/a como para batallarEs posible que sientas que estás demasiado cansado/a como para batallar

Es posible que sientas que estás demasiado cansado/a como para batallar... pero, ¿por qué algo tan sencillo se tiene que convertir en un pelea? Esto no solo te pasa a ti, porque hay una razón por la que tu hijo lucha cada mañana para vestirse. Es una batalla tan universal como agotadora. Los niños pequeños pasan por "Autonomía versus vergüenza y duda", una etapa de desarrollo acuñada por el psicoanalista Erik Erikson.

En su Teoría del desarrollo psicosocial, cada etapa de la vida está asociada con una lucha psicológica que contribuye a un aspecto importante de la personalidad. En esta etapa en particular, un niño aprende a dominar las habilidades, se vuelve confiado y tiene un fuerte sentido de sí mismo, o, según la teoría, que si los niños no tienen suficiente espacio para la independencia, pueden sentir vergüenza y comenzar a dudar sus habilidades (y de las tuyas también).

Los niños pequeños llegan a este punto de conciencia sobre el control personal porque sus cerebros se han desarrollado lo suficiente como para darse cuenta de que son su propia persona, lo que les hace tener interés en sus cuerpos. En un estudio de la American Psychological Association, hay un cierto orden de comportamientos asociados con el desarrollo del autoconcepto en los niños pequeños:

  • Autorreconocimiento físico : comprende que tienen un cuerpo y es suyo
  • Autodescripción : observar y evaluar lo que ven de sí mismos
  • Respuestas emocionales : reaccionar a sus acciones y entorno

Entonces, ¿cómo se conecta a esa batalla matutina? Los niños pequeños están explorando los límites de su control personal, por lo que no es de extrañar que tengan sentimientos bastante grandes al respecto. Esto crea una tormenta perfecta para grandes sentimientos, o como lo conocemos mejor: rabietas.

Vestirse es un marcador de la independencia

Vestirse es un marcador fundamental de independencia para un niño pequeño. La independencia es la capacidad de hacer algo por sí mismo sin ser una carga para los demás. La independencia no se puede dar; se desarrolla internamente, se construye con el tiempo y basado en habilidades. Cada nueva habilidad hace posibles nuevos niveles de independencia. Cada vez que un niño domina algo, ese dominio conduce a nuevas posibilidades.

Pero una cosa es entender esto, y otra cosa es lidiar con eso en el momento y mantener la armonía.  Está integrado en los niños pequeños y preescolares que pueden ser autónomos. El problema es que no son especialmente capaces de tomar decisiones racionales. Entonces, incluso si pueden vestirse solos aún necesitan ayuda para tomar decisiones sobre lo que deben usar o para reducir todas sus opciones.

Cómo conseguir que tu hijo se vista sin entrar en guerra

A continuación vamos a darte algunos consejos para conseguir que tu hijo se vista cada mañana a tiempo y sin entrar en conflictos o "guerras". Lo primero es darle al niño información para que pueda decidir qué hacer, dándole la independencia que anhela y la oportunidad de crecer en sus habilidades. Tres pasos simples en la dirección correcta pueden marcar la diferencia entre una rabieta o una victoria para todos, toma nota:

Reconoce los sentimientos de tu hijo para conectar con élReconoce los sentimientos de tu hijo para conectar con él

Reconoce los sentimientos de tu hijo para conectar con él y calmarle: "me parece que estás enfadado porque está lloviendo y querías llevar tus sandalias preferidas".

Dale opciones para que escoja: "tienes zapatillas rojas y las botas de lluvia de color verde. Ambas son buenas opciones para los días de lluvia, ¿cuál prefieres ponerte?"

Invítale a que resuelva los problemas contigo: "debes tener los pies secos para no resfriarte, ¿sabes cómo se podría conseguir?

En pocas palabras: la negativa de tu hijo a vestirse no es tu culpa, mamá.  Pero es tu trabajo ayudar a nutrir su impulso natural para ser independiente. La próxima vez que luchéis por la ropa, comienza probando uno de los pasos anteriores y mira cómo la magia sucede.

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