En la actualidad existe mucha información para poder criar a los hijos biológicos o adoptados de forma que ellos sean felices a tu lado, y tú también lo seas criándolos. No hay excusas con todos los recursos disponibles que tienes a tu alcance, ¡solo tienes que ponerte manos a la obra! Si quieres adoptar hay algunas habilidades de crianza que debes conocer para ser un buen padre y que puedas criar a un niño feliz y saludable.
Sumérgete en sus posibles traumas emocionales
Has pasado mucho tiempo en el proceso de adopción: investigando, estudiando en casa, completando perfiles, completando toda la tarea y hablando con abogados. Estás tomando la decisión intencional de adoptar y criar al hijo de otra persona... un niño que quizá tenga problemas emocionales.
Si no te educas completamente con respecto a su trauma, lo perpetuarás. Se sacrificarán elementos críticos de su bienestar. Es comparable a negarle a un niño diabético su insulina. Los efectos de esta negligencia emocional pueden ser potencialmente mortales. Hay cuentas de los adoptados que tienen una tasa de suicidio cuatro veces mayor que los no adoptados.
Un niño adoptado depende de ti para protegerle y guiarle. Confía en que harás lo mejor para él, saber cómo apoyarle y, sobre todo, defenderle. Si no haces esto, sería una paternidad adoptiva egoísta y poco saludable para el niño.
Cura tus heridas emocionales pasadas
Todas las tenemos y se manifiestan en dolor físico y emocional. Este dolor se traslada a los hijos como respuesta a su comportamiento. Al no curar tus dolores del pasado, eres como una granada esperando que el niño tire del alfiler... y explotes. Si no curas esas heridas emocionales no podrás ser un padre eficaz porque tu niño interior sigue sufriendo y siente rechazo y victimismo.
Los niños necesitan que los padres sean el mejor ejemplo. Si no puedes practicar autocontrol, ¿cómo puedes esperar a que un niño haga lo mismo?
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Mantén curiosidad sobre la familia biológica de tu hijo
Evita las expectativas poco realistas
Esto supone una carga para el niño para realizar y complacerte, lo que inhibe sus capacidades mentales y le roba su individualidad. Un enfoque como este está centrado en los padres porque, siempre y cuando se centre en la conformidad, el bienestar del niño está en riesgo.
Poner las expectativas en un niño, especialmente un adoptado con heridas emocionales, hará que se sienta indigno e inadecuado, lo que reforzará sus sentimientos existentes de ser "entregados a otros" porque no eran lo suficientemente buenos para sus padres biológicos. No fueron lo suficientemente perfectos para su madre y no lo son para ti. Esto eventualmente se convertirá en una espiral de conductas, ya sean expresiones externas de enojo y desafío o autoestima baja y desobediencia.
Sé un buen observador
Disminuye la velocidad de la crianza y reconoce los desencadenantes y tus propios patrones de comportamiento. Observa la cadena de eventos que hacen que actúes o reacciones de cierta manera. Todos tenemos patrones y vienen de nuestra programación pasada... Cuando piensas en tus propios padres, ¿recuerdas cuando hiciste o dijiste algo, y sabías exactamente cómo reaccionarían?
Al observarte a ti mismo en lugar de vivir las reacciones instintivas, obtienes autocontrol. Obtienes una comprensión más profunda de quién eres realmente y de dónde has estado viviendo la doctrina de alguien más. Y al hacerlo, puede posicionarte para estar disponible para tu hijo. Mantén curiosidad sobre la familia biológica de tu hijo para que pueda comprender su propia curiosidad inevitable en el futuro.
Al practicar estas habilidades de crianza a diario, puedes evitar convertirte en un padre adoptivo poco saludable y fomentar el crecimiento de tu hijo adoptivo para criar a un niño sano y feliz. A partir de ahora podrás ser más consciente de cómo debes educar a tu hijo y cómo lo harás para que todos en casa sepáis felices unidos, como un fuerte equipo.