En ocasiones los adolescentes "castigan" a sus padres de la única manera que pueden hacerlo: dejándoles de hacer caso. Esto supone que dejan de hablarle en un intento desesperado de hacerles ver que tienen el control de la situación, cuando en realidad, lo que está ocurriendo es que se sienten desbordados emocionalmente y no saben bien cómo mostrar sus sentimientos de una forma algo más adecuada.
Como padre o madre, el hecho de que tu hijo adolescente te retire la palabra en un intento de rabieta adolescente puede hacer que el ambiente de casa se tense mucho y que por tanto la convivencia se vea resentida. Por este motivo a continuación vamos a darte algunos consejos para guiar a tu hijo adolescente que no te habla y que se recupere la armonía en el hogar y sobre todo, en vuestra relación de padre/madre e hijo adolescente.
Cuando no te habla
Incluso el padre más comunicativo puede sentirse mal cuando su hijo deja de hablarle. Cuando tu hijo adolescente se cierra en banda y no quiere comunicarse contigo, excepto con una expresión hosca, puede ser tentador castigarle o corresponder con la misma forma de comunicación: poca y hostil. Aunque esto no es buena idea en ninguno de los casos.
Sin embargo, es importante recordar que este tipo de comportamiento es un mecanismo por el cual tu hijo adolescente adquiere el control sobre una situación que no le gusta. Al hacerle saber que no estás jugando a su juego, será más probable que vaya a ti cuando esté listo para hablar.
Envía el mensaje correcto
Si tu hijo deja de hablarte para controlar la situación a su manera, primero debes enviarle un mensaje claro de que su comportamiento no le va a funcionar. Hazle saber que entiendes lo que está tratando de hacer y por qué no funcionará, diciendo algo como: "Sé que quieres quedarte hasta tarde el sábado, pero no hablar conmigo no ayudará a tu causa. Avísame cuando estés dispuesto a hablar de esto, de lo contrario no irás en absoluto". Esto envía el mensaje de que todavía tienes el control de la situación y que la pelota está en la cancha de tu hijo.
Ofrecer una consecuencia
Tu adolescente necesita saber que el hecho de no hablarte es una forma inaceptable de comportarse y, por lo tanto, requiere una consecuencia. Si tu hijo está enviando mensajes de texto mientras te da la espalda, puedes decirle algo como: "Sé que estás enfadado conmigo en este momento, pero no es justo continuar hablando con tus amigos y que no me hables. No hay teléfono ni privilegios hasta que estés listo para comunicarte conmigo". Tu hijo adolescente verá que el hecho de no hablarte no solo es ineficaz, sino que también tiene consecuencias negativas.
No hagas lo mismo
Es demasiado fácil bajar al nivel menos maduro de tu hijo y jugar al mismo juego inaceptable en una relación de padres e hijos. Después de todo, es probable que te duela y no tengas ganas de comunicarte. Pero tratar del mismo modo a tu hijo solo daña vuestra relación al hacerle sentir inseguro. Si bien puede ser una pastilla difícil de tragar, mantén la calma y mantente abierto a la comunicación cuando tu hijo esté listo para hablar.
Estar abierto
El hecho de que te deje de hablar se puede detener cuando tu hijo adolescente se da cuenta de que no funciona, después de lo cual, es probable que esté listo para hablar. Tendrás que estar abierto cuando quiera comunicarse y estate dispuesto a escucharlo antes de tomar una decisión en lugar de dejarla completamente fuera de ello. Si tu adolescente realmente tiene un buen argumento para alargar su toque de queda, habla sobre los pros y los contras y tomad una decisión juntos, añadiendo otros 30 minutos, tal vez. Al estar abierto a la conversación, le muestras a tu hijo adolescente que la mejor manera de obtener lo que quiere es a través de una comunicación inteligente, no dejándote de hablar.