Son muchos los padres los que a día de hoy cometen el gran error de optar por el castigo como un elemento más de la crianza de los niños. Se ha demostrado que el castigo puede tener un efecto a corto plazo, pero a la larga no ayuda a corregir la conducta del menor. Si decides castigar a tu hijo por algo que ha hecho mal, sólo vas a conseguir humillarlo y minar su autoestima. Por desgracia y a pesar de lo expresado, el castigo se sigue usando y es el método habitual que usan la mayoría de los padres para hacer frente una mala conducta de su hijo. Sin embargo existen una serie de alternativas frente al citado castigo que pueden ayudar a redirigir la conducta del pequeño y evitar dañar su estado emocional.
Pautas que deben seguir los padres para evitar el castigo
- Si el niño ha hecho algo mal, hay que hacérselo saber además de manifestar el total desacuerdo con tal comportamiento.
- A partir de ahí, los padres deben expresarle lo que esperan de su hijo y cuál es la mejor manera de comportarse.
- En vez de castigarle, hay que enseñarle cuál hubiera sido el comportamiento ideal para que la próxima vez sepa cómo actuar.
- En el caso de que la teoría no valga y el niño vuelva a continuar con la mala conducta, hay que pasar a la práctica para que se dé cuenta del comportamiento ideal.
- A partir de aquí hay que tomar las medidas necesarias y aplicar el método de las consecuencias lógicas naturales.
En qué consiste el método de las consecuencias lógicas y naturales
Con dicho método se busca ante todo que el niño aprenda a asumir las consecuencias naturales que se derivan de una conducta que no es para nada la deseada. Con ello se busca una mayor responsabilidad del niño y que sepa lo que está bien y lo que está mal.
De esta manera por ejemplo, en el caso de que el menor haya dejado su cuarto desordenado y lleno de juguetes, el padre puede proponerle que lo recoja para poder limpiar. Si persiste en su negativa, se le indica que si no lo hace tendrás que coger los juguetes y guardarlos en otro cuarto cerrado y con llave.
A la hora de aplicar de una manera correcta el citado método, hay que seguir una serie principios o pautas que te detallamos a continuación:
- Lo primero y más importante es el de mantener una estrecha relación entre los padres y los hijos.
- A la hora de mandar e indicarle que haga algo es esencial el hacerlo de una manera firme a la vez que cariñosa.
- La sobreprotección tampoco es una buena idea a la hora de aplicar tal método. Es bueno que el niño sepa asumir sus responsabilidades por lo que ha hecho.
- No hay que sentir lástima es ningún momento ya que de lo contrario el niño nunca sabrá resolver por el mismo el problema que ha causado con tal comportamiento.
- Debes evitar pelear ya que ello no conlleva a nada. Hay que fijar una serie de límites que el niño no debe sobrepasar. Rendirse tampoco es una buena opción ya que hay que ser constante hasta conseguir que el niño sea capaz de darse cuenta de que ha obrado mal y que tiene que tener algunas consecuencias por ello.
Como has podido ver, el castigo no es el único camino a la hora de reprender un mal comportamiento del niño. Hay una serie de alternativas naturales y lógicas que van a permitir que el niño no sufra de una manera emocional y con una eficacia mucho mayor que el propio castigo.