Menú
Disciplina positiva: todo lo que debes saber
Disciplina positiva: todo lo que debes saber

DISCIPLINA POSITIVA

Disciplina positiva: todo lo que debes saber

La disciplina positiva es una forma de educación basada en el respeto a los hijos, descubre todo sobre esta disciplina.

Hoy en día, muchas familias se preocupan por dar a los hijos una educación adecuada e incluso antes de ser padres se plantean la manera en la que educarán a los hijos. Esto es algo positivo aunque puede ser un arma de doble filo como veremos más adelante. En cualquier caso y aunque las tendencias educativas hayan podido ir cambiando con los años, generalmente se puede concluir algo: educar no es fácil.

En los últimos años se ha comenzado a escuchar con fuerza otra forma de educación que se denomina disciplina positivaEn los últimos años se ha comenzado a escuchar con fuerza otra forma de educación que se denomina disciplina positiva

La educación de los hijos

La educación de los niños supone un reto para muchas familias. Algunos de los factores que pueden influir en que la educación de los hijos se convierta en un problema son:

- Las ideas preconcebidas sobre cómo será la maternidad o la paternidad. Aunque es positivo plantearse estos aspectos antes de la llegada de un hijo, es posible que se tienda a idealizar la maternidad y la paternidad, lo que conllevará a la frustración posterior en muchos momentos.

- La falta de una inteligencia emocional propia en los padres. Si nosotros mismos no sabemos gestionar nuestras emociones, difícilmente podremos dar educación en ese aspecto a nuestros hijos.

- La presencia de alteraciones o trastornos en el desarrollo de los niños, que pueden afectar a la idea preconcebida del "hijo ideal" y hacer más costosa la gestión de sus estados de ánimo.

- La falta de tiempo y la dificultad de conciliación familiar es algo que hoy en día influye mucho en la manera en la que los padres educan a sus hijos.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es el estilo de crianza que los propios padres han recibido. Puede suceder que tiendan a repetir con sus hijos lo que sus padres pusieron con ellos en práctica o bien que traten de hacer todo lo contrario si el recuerdo de su infancia en este aspecto no es positivo.

Orígenes de la disciplina positiva

En los últimos años se ha comenzado a escuchar con fuerza otra forma de educación que se denomina disciplina positiva. Sin embargo, como a menudo suele suceder, muchas veces se malentiende este término y se suele confundir con un "dejar hacer", "nunca decir que no", "no poner límites"... ideas que están más relacionadas con algunos de los estilos de crianza que anteriormente hemos mencionado, pero no con la disciplina positiva.

Aunque la disciplina positiva en ocasiones se plantea como algo novedoso, en realidad tiene sus raíces en los trabajos principalmente de Adler y Deikurs, dos médicos austriacos nacidos a finales del siglo XIX y que a principios del siglo XX plantearon sus estudios sobre desarrollo infantil. A finales de siglo, fue la psicóloga Jane Nelsen la que recoge aquellos trabajos y los desarrolla hasta dar forma a lo que ella denomina Disciplina Positiva.

¿En qué consiste la disciplina positiva?

La disciplina positiva busca modelar la conducta de los niños yendo más allá de los castigos y las recompensas a las que generalmente se tiende a recurrir. Esto no quiere decir que se trate de una forma de educación permisiva como antes comentábamos, pero tampoco autoritaria. Lo principal que la disciplina positiva trata de buscar es la confianza mutua entre adulto y niño y el afecto.

Está ampliamente demostrado que los reforzadores, los premios, los refuerzos en positivo son mucho más potentes que los castigos. Los castigos por sí mismos pueden tener efectos a corto plazo, pero no a largo plazo, sobre todo si no los acompañamos de alternativas. Es decir, si sólo castigamos a un niño por su conducta pero no le ofrecemos una alternativa adecuada de lo que debe hacer, no hay aprendizaje.

La disciplina positiva va más allá. Busca entender por qué el niño se comporta como lo hace, cuáles son sus motivos. La disciplina positiva entiende que si un niño se porta mal lo hace porque no sabe cómo gestionar un problema que puede ser imperceptible para nosotros, pero que es real para él.

Por eso la disciplina positiva da tanta importancia al afecto. Se busca establecer unas relaciones de confianza y seguridad, dejando de lado el miedo. Por eso, es importante que nosotros como adultos estemos emocionalmente preparados para ello. Que tengamos una buena educación en inteligencia emocional, tanto intrapersonal (conocerse a uno mismo) como intrapersonal (entender y posicionarnos en el lugar del otro).

Por tanto, algunos aspectos más concretos que busca la disciplina positiva son:

- La comprensión del niño por parte del adulto, que debe ser capaz de ponerse en su lugar y tratar de comprender los motivos por los que se da una determinada conducta.

- La escucha, que debe ser una escucha activa, real, dedicando el tiempo y la atención necesarios.

- Llegar a acuerdos, pero no a modo de chantajes o sobornos, como a menudo se tiende a hacer.

- Respetar pautas, ya que como decimos, la disciplina positiva no es permisiva, si no que se establecen una serie de normas a seguir.

- Responsabilizarse de las decisiones, tratando de que los niños sean responsables de sus propios actos de forma temprana. Deben entender que sus acciones y sus decisiones traen consecuencias y así deben vivenciarlas.

- No dar órdenes continuas, si no que en la medida de lo posible se tratará de consultar, preguntar o proponer. Asimismo, se pretende que los mensajes no se den en negativo si no en positivo, tratando de reforzar así las conductas positivas de los niños, no necesariamente con cosas materiales.

 La disciplina positiva no puede reducirse a un número de pautas a seguir en la educación de los hijos La disciplina positiva no puede reducirse a un número de pautas a seguir en la educación de los hijos

Por todo ello, la disciplina positiva no puede reducirse a un número de pautas a seguir en la educación de los hijos, si no que debe entenderse como algo mucho más global. En primer lugar, es necesario que los padres adopten esta postura, que comprendan y estudien el desarrollo infantil para poder ponerse en el lugar del niño y que ellos mismo cuiden tener una buena inteligencia emocional, ya que la disciplina positiva entiende también que en gran medida, l a conducta de los niños es reflejo de la de sus padres. Los padres deben buscar una conexión con sus hijos basándose, como decimos, en el respeto, la confianza y el cariño.

Te puede interesar