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Diferencias entre la disciplina progresiva y la positiva
Diferencias entre la disciplina progresiva y la positiva

DISCIPLINA

Diferencias entre la disciplina progresiva y la positiva

Descubre cuáles son las diferencias entre la disciplina progresiva y la positiva y por qué son buenas opciones en la crianza de tus hijos.

Los desafíos diarios asociados con la crianza de los hijos hacen que sea fácil olvidar el objetivo de disciplinar a su hijo. La disciplina permite a los padres disminuir las conductas inapropiadas, pero lo ideal es que el niño aprenda a elegir conductas aceptables con confianza en el futuro. Las técnicas disciplinarias positivas y progresivas promueven el reconocimiento de comportamientos apropiados y enseñan a los niños a tomar mejores decisiones. Pero no es lo mismo una disciplina progresiva que una disciplina positiva, ¿en qué se diferencian una de otra?

Los padres y maestros utilizan disciplina positiva para modificar el comportamientoLos padres y maestros utilizan disciplina positiva para modificar el comportamiento

Reemplaza lo malo con algo bueno: disciplina positiva

Los padres y maestros utilizan disciplina positiva para modificar el comportamiento. Es fundamental para la disciplina positiva ayudar a los niños a reemplazar comportamientos inaceptables con comportamientos aceptables. Las técnicas disciplinarias punitivas como el castigo físico y los gritos no logran promover este objetivo, y son contraproducentes para que tu hijo desarrolle una autoestima saludable. 

Los padres evitan el comportamiento no deseado al investigar la causa del comportamiento problemático y al adaptar una respuesta en consecuencia.  Los padres modelan comportamientos de reemplazo aceptables, comunican expectativas de comportamiento y recompensan los comportamientos apropiados de sus hijos.

Asegurar muchas opciones: disciplina progresiva

Al igual que las técnicas disciplinarias positivas, las técnicas disciplinarias progresivas hacen hincapié en proporcionar a los niños experiencias para aprender comportamientos positivos de reemplazo, y no utilizan estrategias punitivas. 

Las escuelas implementan estrategias disciplinarias progresivas a través de una amplia gama de intervenciones, consecuencias y apoyos para los estudiantes. El continuo de intervenciones promueve respuestas individualizadas para el comportamiento problemático. Los directores de escuela juegan un papel importante en la selección e implementación de estrategias de intervención y consecuencias. La escuela reconoce a los padres como compañeros cruciales en el seguimiento del desarrollo académico y conductual de sus hijos en una disciplina progresiva.

Progresiva y positiva: sin estrategias punitivas

La disciplina positiva y progresiva no utiliza estrategias disciplinarias punitivas como azotes, amenazas, insultos y gritos. El castigo físico aumenta la probabilidad de problemas como trastornos del estado de ánimo, abuso de alcohol y drogas y trastornos de la personalidad. Los padres que usan gritos o castigos físicos para modificar el comportamiento problemático les enseñan a sus hijos que las respuestas de comportamiento agresivo y enfadado resuelven los problemas y aumentan la probabilidad de que su hijo elija estrategias similares en el futuro.

Las técnicas disciplinarias pueden influir en cómo se siente tu hijo acerca de sí mismoLas técnicas disciplinarias pueden influir en cómo se siente tu hijo acerca de sí mismo

Hacer bien y sentirse bien

Las técnicas disciplinarias pueden influir en cómo se siente tu hijo acerca de sí mismo. La disciplina positiva y progresiva les permite a los niños aprender comportamientos de reemplazo apropiados cuando surgen problemas. A diferencia de las técnicas punitivas que simplemente castigan los comportamientos inaceptables, permitir que los niños aprendan comportamientos positivos de reemplazo los prepara para sentirse seguros de sí mismos y de cómo tomar buenas decisiones en el futuro.

En este sentido, estas disciplinas son adecuadas para llevarlas a cabo tanto en el hogar como en la escuela. Los niños se sentirán comprendidos, escuchados, respetados y valorados con este tipo de disciplinas. También sentirán que son parte de la solución del conflicto y en ningún momento sentirán que son parte del problema. Todo esto es crucial para un buen desarrollo de la autoestima y de su personalidad en general.

Si piensas que la disciplina que impartes a tus hijos no va por este camino, o eres de las personas que suele gritar a los niños para que se porten bien e incluso utilizas la fuerza física... entonces ha llegado el momento de que hables con un profesional educativo o de la psicología infantil para que te dé estrategias adecuadas y que de esta manera puedas educar a tus hijos con un ambiente de respeto y amor continuo.

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