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Cómo criar a un niño con artritis
Cómo criar a un niño con artritis

SALUD INFANTIL

Cómo criar a un niño con artritis

Si tienes un niño con artritis no te pierdas estos consejos sobre cómo debe ser su crianza en la familia.

Cuando se piensa en la artritis normalmente se piensa en personas mayores que han comenzado a tener esta condición en su salud. Pero desgraciadamente, la artritis también la pueden desarrollar los niños. Si tu hijo tiene artritis será necesario que además de mantener un buen seguimiento médico, sepas algunos conceptos básicos en cuanto a su crianza.

Como te decimos en el párrafo anterior, la artritis a menudo se interpreta erróneamente como una enfermedad que afecta a los ancianos, pero es algo que muchos niños sufren también. Conocida como artritis juvenil, hace que criar a un hijo sea diferente para los padres que criar a un hijo que no padezca enfermedades autoinmunes y / o inflamatorias.

Si bien no todas las formas de artritis juvenil son iguales, puedes preguntarte cómo se supone que debes abordar la crianza de los hijos cuando tu hijo enfrenta una vida de dolor constante. Lo importante es que consideres la artritis de tu hijo como parte de su vida, pero no como el punto central de todo.

La artritis también la pueden desarrollar los niñosLa artritis también la pueden desarrollar los niños

Motiva a tu hijo para que haga ejercicio

Es importante que motives a tu hijo para que haga mucho ejercicio y que trabaje las articulaciones y los músculos con frecuencia. Cuando tu hijo utiliza sus articulaciones y sus músculos de manera regular, será capaz de controlar mejor la cantidad de dolor que siente. Esto evita que sus músculos se pongan rígidos por falta de uso.

Aunque al principio se niegue o no quiera, sigue motivándole con actividades que puedan interesarle para que vea en el ejercicio momentos de ocio y diversión y no una obligación o un sufrimiento. Si siente que el ejercicio es tedioso no querrá hacerlo.

Controla a tu hijo

Controla a tu hijo cuidadosamente cuando tome medicamentos para el dolor, porque es importante que aprenda a vivir con el dolor de la artritis. La artritis no es una condición que se pueda curar por lo que es indispensable buscar la manera de que tu hijo tenga la mejor calidad de vida posible.

Todos los niños responden de manera diferente a los medicamentos que los médicos proporcionan para controlar el dolor de la artritis. Los medicamentos que pueden ayudar significativamente con el dolor que siente otro niño pueden hacer que tu hijo sienta náuseas o tenga vómitos. Tendrás que hacer un surgimiento para ayudare a minimizar los efectos secundarios y ayudar al médico de tu hijo a crear un método de tratamiento más efectivo.

Es importante que tu hijo tenga una combinación saludable de descanso y actividadEs importante que tu hijo tenga una combinación saludable de descanso y actividad

Combinación saludable de descanso y actividad

Es importante que tu hijo tenga una combinación saludable de descanso y actividad. Todos necesitan descansar para una salud óptima, pero los niños con artritis juvenil necesitan descansar un poco más de lo normal. Se recomienda que elabores un buen plan diario que implique mucho descanso y mucha actividad física para que tu hijo experimente la menor cantidad de dolor posible.

La natación es una actividad ideal que ayudará a tu hijo a ejercitar sus músculos, y los baños tibios pueden ayudarle a descansar y relajar sus músculos y articulaciones. Intenta alentar a ambas actividades con la mayor frecuencia posible.

Rutinas familiares

Es importante también que se intente mantener la vida familiar lo más inalterable posible. Es fácil suponer que tienes que cambiar todo tu estilo de vida una vez que tu hijo es diagnosticado con artritis juvenil, pero no es una buena idea. La artritis de tu hijo es parte de su vida, pero no es toda su vida ni tampoco debe centrarse en eso. Mantener su horario lo más familiar posible y hacer la menor cantidad de cambios posible puede ayudar a tu familia a lidiar con el estrés de vivir con artritis juvenil, lo que puede reducir el riesgo de depresión, infelicidad y conflicto familiar.

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