Quizá pienses que las necesidades emocionales de tu bebé no es necesario que se atiendan porque es demasiado pequeño como para entenderlas. En realidad, un bebé es un ser emocional al 100% y más que nunca necesita que atiendas sus necesidades emocionales para poder desarrollarse correctamente y cuidar su salud física y también la mental.
Tu bebé necesita atención y cuidados necesarios para que pueda tener un comienzo emocional saludable al principio de su vida. La atención que le proporciones a tu bebé afectará directamente a su desarrollo emocional y físico a lo largo de toda su vida. Por este motivo resulta tan importante que respondas a las necesidades emocionales de tu bebé porque está relacionado con su desarrollo físico y mental. Es especialmente importante que les atención y amor a tu bebé para que se sienta cómodo y seguro todo el tiempo.
El tacto
El tacto es imprescindible para el desarrollo intelectual y motor de un bebé, además de proporcionar beneficios para sus necesidades emocionales. Acaricia, toca y sostén en tus brazos suavemente a tu bebé con frecuencia para satisfacer estas necesidades.
Masajea suavemente los brazos, el estómago y las piernas de tu bebé para proporcionar contacto piel con piel. El contacto físico también se puede proporcionar con un portador suave que mantiene al bebé cerca de su cuerpo. Tocar calma a los bebés con cólicos y ayuda a desarrollar sus sentimientos de seguridad y comodidad, lo cual es importante para su desarrollo neurológico.
Calmante
Los bebés necesitan sentirse seguros de que se satisfarán sus necesidades. Responde a los llantos de tu bebé de inmediato para que sepa que sus problemas se solucionarán. Los bebés no pueden calmarse solos, por eso es tan importante tomar medidas cuando el bebé está llorando.
Llorar por largos períodos de tiempo cambia la química del cerebro y las conexiones neuronales para que los bebés se enfaden más fácilmente y sean menos capaces de calmarse en el futuro. Esto plantea un riesgo para toda una vida de problemas físicos y emocionales. La capacidad de respuesta constante de un cuidador compasivo enseña a los bebés a no entrar en pánico. Con el tiempo, los bebés desarrollan confianza al ser consolados y aprenden a calmarse.
Alimentación
La alimentación satisface las necesidades físicas y emocionales de un bebé. La lactancia materna estimula un vínculo entre la madre y el niño que naturalmente consuela a tu bebé. Si estás alimentando con biberón, mantén contacto visual con tu bebé. Ya sea que estés alimentando con biberón o amamantando, alimenta al bebé a demanda, en lugar de a tiempo para mantener la sensación de comodidad de tu pequeño tesoro.
Ten en cuenta que se necesita tiempo adicional para calentar un biberón, así que prepárate con anticipación si es posible. Habla suavemente y afectuosamente a tu bebé durante el tiempo de alimentación y dale toda tu atención.
Comunicación
Pasa tiempo con tu bebé para desarrollar seguridad y un vínculo emocional. Responde a sus arrullos con sonrisas o palabras amables y tiernas. La comunicación no verbal también es importante porque los bebés no pueden formar palabras para expresar lo que sienten. Observa a tu bebé y responde a sus señales. Cuando juegas con tu bebé, puede sobreestimularse y responder dándole la vuelta. Tienes que estar atento al contacto visual para reanudar el tiempo de juego. Observa si su estado de ánimo cambia con diferentes ruidos, personas, luces u otros factores ambientales y responde a situaciones que le incomodan.
Tu bebé necesita sentirse emocionalmente conectado a ti, y es tu trabajo conseguir que esto suceda. Disfruta de tu bebé cada día, porque aunque estés cansada, tu bebé crecerá muy rápidamente y dejará de ser tu bebé para siempre. Disfruta de su amor puro hacia ti.