Los niños necesitan pasar tiempo de calidad con sus padres, pero parece que con el estilo de vida tan estresado y ajetreado de esta sociedad, eso parece algo imposible. Los padres piensan que por pasar tiempo con sus hijos en la misma estancia es más que suficiente, aunque cada uno haga cosas diferentes. En realidad, esto no es suficiente en absoluto.
Algunos días no es fácil dedicar tiempo de calidad a los hijos, pero es necesario conseguirlo. No importa cuánto te centres en la atención individualizada, la vida sucede y los momentos pueden hacer que te sientas estresado totalmente. Hay días en que uno de tus hijos tiene una rabieta en la cena mientras tu hijo espera cenar con hambre. Es necesario tener un plan de acción para saber cómo centrarse en cada uno de los hijos sin que te sientas desbordado/a. ¿Cómo conseguirlo?
Tus hijos son parte de tu rutina
Tendrás que dividir tu tiempo y energía para que tus hijos te puedan compartir de forma equitativa durante el día. Como dice el dicho 'divide y vencerás'. Si tienes dos hijos, por ejemplo, puedes ir con uno a hacer un recado una tarde y con otro, otro recado más tarde. Los recados se hacen más rápido que si te los llevases a los dos juntos.
Involúcrate en sus actividades diarias
Es necesario prestar mucha atención a las cosas que les gusta y sentarse a su lado para compartir esa actividad... en lugar de llevarles siempre a tus recados. Incluso si esto significa ver 30 minutos vídeos de Youtube junto con tus hijos, está bien hacerlo. O si tu hijo quiere ver documentales de peces o películas de sirenas... también será una buena opción. ¿Qué pasa que si a tu hijo le gusta montar en bicicleta? Que tendrás que tener tu bicicleta para irte con él.
Nutre sus pasiones
Del mismo modo, comprender y desarrollar las pasiones de tu hijo y así pasar tiempo de calidad juntos. Si a tu hijo le gusta la educación física, ¡nutre eso! Si tu hija quiera ser actriz o cantante, ¡ayúdale a potenciar sus habilidades innatas!
Tener momentos especiales
Puedes programar momentos especiales por y para cada uno de tus hijos. Puedes ir rotando con tu pareja y que cada uno tenga una tarde especial con cada uno de los hijos en diferentes momentos de la semana. La idea es programar esa tarde especial y que no haya nada que pueda acabar con eso.
Rutinas bonitas para ir a dormir
Si tienes un hijo mayor que otro y el pequeño se duerme antes, permite que tu hijo mayor espere un poco más despierto. De esta manera cuando el pequeño ya se haya dormido, podrás tener una buena y bonita rutina con tu hijo mayor para que compartáis ese ratito especial antes de acabar el día.
Pasar momentos especiales durante el día de forma individual también es importante. Tendrás que centrarte en la calidad del tiempo juntos frente a la cantidad. El objetivo es tener bonitas experiencias juntos durante el día, para que tus hijos crezcan teniéndote a su lado, sabiendo que estás con él siempre, que es tu prioridad ante cualquier otra cosa.
Aunque solo sean unos minutos al día en la cocina, por la noche antes de ir a dormir, limpiar, hablar, leer cuentos... mientras más atención le prestes durante el día, menos atención buscará de forma negativa.
Recuerda que ninguna relación es perfecta, no siempre habrán bonitos días y seguramente algún día te sentirás culpable por haberle reñido más de la cuenta. Sin embargo, con un poco de esfuerzo, y posiblemente incluso un poco de planificación y programación por tu parte, tus hijos siempre sabrán que pueden tener un tiempo directo contigo cuando lo necesiten.