La alimentación es clave para cualquier persona ya que la misma influye tanto a nivel físico como emocional. La inmunonutrición es una rama de la ciencia que va a estudiar la relación que existe entre lo que se consume y la influencia que tiene en la salud de la propia persona. En el caso de los niños, el seguir unos buenos hábitos en la comida es esencial a la hora de que tengan un estado físico y emocional óptimo.
La relación de la comida y la salud
La ciencia afirma que la ingesta de ciertos alimentos puede ayudar a prevenir ciertas enfermedades y estados emocionales tan comunes como la depresión o la ansiedad. Para conseguir tener un estado inmunológico fuerte se aconseja seguir unos buenos hábitos en la comida.
Hay una serie de nutrientes que son esenciales a la hora de tener una salud de hierro tanto física como mentalmente. De la misma manera que una alimentación saludable ayuda a mejorar la salud, el comer de manera insana puede llegar a causar una debilitación importante en el sistema inmune de la persona.
Alimentos esenciales en invierno
Hay una serie de alimentos que no pueden faltar en la dieta de los niños durante los meses de invierno:
- El ajo es esencial a la hora de prevenir que los niños se pongan enfermos debido a que tiene propiedades antivirales.
- Alimentos morados como la col, la cebolla morada o las uvas son ricos en antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico de los más pequeños de la casa.
- La vitamina C también ayuda a fortalecer las defensas de los niños. Este tipo de vitamina está presente en los cítricos y en el brócoli.
- Frutos secos como las nueces o los cacahuetes son ricos en grasas antiinflamatorias, perfectas para la mantener una salud de hierro en los pequeños.
Los nutrientes que no deben faltar en la dieta infantil
Para aumentar las defensas de los niños, su alimentación debe estar compuesta de una serie nutrientes que te enumeramos a continuación:
- Grasas saludables que se encuentran en alimentos como los frutos secos, el aguacate o los pescados azules.
- Proteínas de calidad presentes en las legumbres, la pasta o la carne.
- Minerales como el zinc o el selenio que están presentes en la carne de pollo y pavo, semillas, frutas y frutos secos.
- Vitaminas antioxidantes como la E y la D. Ésta última es muy importante para la salud y se encuentra de manera principal en los pescados azules. El tomar el sol durante unos 15 minutos al día permite al cuerpo tener la cantidad necesaria de vitamina D.
Cuándo se debe acudir a un profesional de la nutrición
- Los padres pueden acudir a un nutricionista si quieren que un profesional les ayude a confeccionar una dieta que sea equilibrada que permita mejorar las defensas de su hijo.
- Puede ocurrir que un determinado tipo de alimento no le sienta bien al niño, provocándole ciertos problemas de tipo digestivo. Un profesional puede ayudar a saber los motivos y las causas por las que ello ocurre.
- Puede ocurrir que el niño presente ciertos síntomas como gases, heces líquidas o estreñimiento tras la ingesta de ciertos alimentos. Ello se puede deber a posibles patologías o alergias alimentarias. Si ello ocurre es bueno acudir a un nutricionista que sepa encontrar la causa de tal problema.
En definitiva, la alimentación es clave a la hora de conseguir que los niños tengan un sistema inmune fuerte y evitar de esta forma posibles afecciones típicas de los meses de invierno. Una dieta cargada de buenos nutrientes es clave a la hora de conseguir una buena salud tanto a nivel físico como mental. La labor de un nutricionista es clave a la hora de conseguir que la dieta sea lo más completa posible.