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Síntomas de autismo en niños de 8 años
Síntomas de autismo en niños de 8 años

AUTISMO

Síntomas de autismo en niños de 8 años

¿Es posible diagnosticar a un niño de autismo cuando ya tiene 8 años? Te lo contamos a continuación...

En un principio, los niños con autismo son diagnosticados mucho antes de los 8 años, cuando las primeras señales asoman. Aunque puede ocurrir que los padres consideren que el niño o la niña es de esa manera a causa de su personalidad y no tengan la información suficiente como para poder pensar que su hijo/a pueda tener autismo.

Los niños tienen 4 veces más probabilidades de desarrollar el Trastorno del Espectro Autista (TEA) que las niñas. Los niños de ocho años con autismo pueden presentar una amplia variedad de síntomas relacionados con las interacciones sociales, las reacciones emocionales, las habilidades de comunicación y las funciones físicas.  El tipo y la gravedad de los síntomas variarán de persona a persona. Tendrás que ponerte en contacto con el médico de tu hijo si notas alguno de estos síntomas.

Los niños con autismo son diagnosticados mucho antes de los 8 añosLos niños con autismo son diagnosticados mucho antes de los 8 años

Síntomas sociales

Normalmente, los niños de 8 años en desarrollo trabajan para crear relaciones bidireccionales, hacen amigos fácilmente y pueden tener amigos cercanos. Sin embargo, un niño de 8 años con autismo puede tener problemas con las amistades, no le gusta estar con los demás y no puede corresponder en las relaciones. Los niños con autismo luchan para respetar turnos y compartir, lo que dificulta que otros niños quieran jugar con ellos.

Otros síntomas sociales del autismo incluyen no respetar o comprender los problemas del espacio personal, dificultad para notar los sentimientos de otras personas e interactuar solo para lograr un objetivo, no para el disfrute de la interacción social.

Síntomas emocionales

A un niño de 8 años con autismo tal vez no le guste que le toquen, rechazando los sentimientos de afecto de familiares o amigos. Por el contrario, un niño de 8 años que se desarrolla normalmente da y recibe afecto a través de abrazos, besos y permite que por ejemplo, le cojan de la mano. Los niños con autismo también pueden tener respuestas emocionales anormales a las situaciones. Un niño no autista de 8 años puede ser risueño, burlón, temeroso o triste, pero la emoción es capaz de tener emociones apropiadas para cada situación.

Un niño con autismo no puede buscar o recibir consuelo de los padres cuando se lesiona, mientras que un niño que no es autista acudirá a mamá y papá para tranquilizarlo y cuidarlo. Los niños autistas suelen preferir las rutinas y cuando estas se interrumpen, pueden sentirse muy frustrados y tener rabietas.

Síntomas en la comunicación

Las deficiencias en la comunicación también pueden ser síntomas de autismo en un niño de 8 años. Las palabras se pueden repetir una y otra vez, se pueden dar respuestas no relacionadas a las preguntas y se puede evitar el contacto visual directo. El niño puede hablar en una voz monótona o como si estuviese cantando. Además, la comunicación no verbal, como las expresiones faciales, los gestos y los movimientos corporales, puede que no coincidan con sus palabras. Por ejemplo, un niño con autismo puede parecer muy triste cuando lee algo gracioso.

Un niño de 8 años con autismo puede molestar a otros niños con su persistencia sobre un tema en particular. En lugar de mencionar un tema preferido algunas veces, el tema puede convertirse en el foco de cada conversación. Algunos niños con autismo nunca hablan como niños, ya que no aprenden " hablar con niños " con sus compañeros, sino que hablan como adultos.

Los niños con autismo pueden sufrir problemas relacionados con las texturas, los sonidos y los gustosLos niños con autismo pueden sufrir problemas relacionados con las texturas, los sonidos y los gustos

Síntomas físicos

Los niños con autismo pueden sufrir problemas relacionados con las texturas, los sonidos y los gustos. Un niño normal de 8 años a menudo le puede gustar la escuela, pero un niño autista puede sentirse enfadado y reaccionar de forma exagerada a los sonidos y la actividad. Algunos niños autistas muestran movimientos corporales repetitivos, como girar en círculos, agitar las manos o mecerse de lado a lado, esto se conocen como estereotipias.

Un niño autista de 8 años puede jugar repetidamente con un solo juguete o incluso con una parte de un juguete, como las ruedas de un camión.  Algunos niños autistas tienen hábitos inusuales para dormir mal o comer sustancias no alimentarias como la tierra o el papel.

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