El afecto y el cariño son dos tipos de emociones que no pueden faltar en la vida de ningún niño. Una carencia afectiva puede tener graves consecuencias para cualquier niño durante su crecimiento y desarrollo como persona adulta. No hay más gratificante y bonito que unos padres muestren un cariño y afecto continuo a su hijo. Sin embargo y por desgracia cada vez es más común el comprobar que muchos niños están faltos de cariño ya sea por su familia o entorno más cercano.
El afecto y el cariño son dos tipos de emociones que no pueden faltar en la vida de ningún niñoQué es la carencia afectiva
Dicha carencia consiste en la falta de amor y de afecto por parte de las personas que le rodean y en principio más le quieren. Durante la niñez, los pequeños necesitan numerosos gestos de amor por las personas allegadas para sentirse queridos y arropados. Con el paso de los años, dicha afectividad disminuye ya que cuentan con más mecanismos para afrontar la vida. La carencia afectiva por desgracia está a la luz del día y es que la falta de comunicación y el abandono por parte de los progenitores, hacen que los niños se sientan continuamente solos y con mucha falta de amor. Mucha de esta culpa la tiene el estilo de vida actual y es que las largas jornadas de trabajo hacen que los padres olviden muchas de sus obligaciones familiares y descuiden por completo su importante rol dentro de la familia.
Señales que hacen indicar que un niño tiene carencia afectiva
Hay una serie señales que pueden mostrar que un niño tiene algún tipo de carencia afectiva:
- Una de las más claras es la del vacío emocional que suele producirse durante la niñez. El pequeño se siente solo y abandonado desde el punto de vista emocional. La soledad viene provocada por la falta de apego de la figura de sus padres.
- Una mala relación con sus padres y gente cercana es otra de las señales que hacen indicar cierta carencia afectiva. El odio o el rechazo que muestra hacia los demás hace indicar que el pequeño no recibe demasiado amor y afecto.
- Un mal comportamiento unido a una mala conducta nace a causa de la poca afectividad recibida por parte de sus padres. Un niño con mala conducta es un niño con mucha ira, agresivo y que llora en exceso.
- La carencia afectiva se traduce en muchas ocasiones en cierta dificultad del menor a la hora de relacionarse con los demás y ciertos trastornos de aprendizaje. La falta de afecto también puede repercutir de una manera negativa en la salud del menor provocando una debilitamiento del sistema inmune.
Consejos a la hora de tratar la carencia afectiva
La carencia afectiva en un niño es un problema bastante serio que hay solucionar lo más rápido posible. En caso contrario el menor puede llegar a tener serios problemas en un futuro relacionados con drogas o enfermedades de tipo mentales. Es por ello que una vez detectadas alguna de las señales arriba expuestas es esencial el acudir a un psicólogo que pueda tratar tal problema emocional. A parte de ello, hay una serie de consejos que pueden seguir los padres:
Hay que demostrar de manera habitual amor- Es importante el pasar el mayor tiempo posible junto a los hijos y realizar actividades conjuntas.
- Hay que demostrar de manera habitual amor y afect o para que el menor se sienta querido y protegido.
- Hay que escuchar a los hijos y darle importancia a lo que dicen.
La demostración de amor por parte de los padres a los hijos es esencial a la hora de evitar la citada carencia afectiva. El niño debe recibir de una manera continua muestras de amor aunque sean insignificantes ya que de esta manera los niños no se sienten solos y tienen la certeza de que sus padres sientes aprecio y afecto hacia ellos.