No cabe ninguna duda que la parte de la población que más ha sufrido los efectos del confinamiento han sido los niños. Desde que se declaró la pandemia, dejaron de ir a la escuela y han pasado mucho tiempo dentro de casa sin poder salir a la calle a jugar con sus amigos.
Ello ha hecho que hayan tenido que aguantar una vida totalmente sedentaria, teniendo que jugar únicamente en casa. No queman toda la energía necesaria por lo que muchos de ellos al final del confinamiento tendrán muchos problemas relacionados con el peso.
No gastan energía
El estar encerrado tantas horas en casa ha provocado que los niños piquen y coman muchos productos poco saludables a lo largo del día. La dieta diaria no es la más aconsejable por lo que han ganado más peso del normal. Las calorías ingeridas son mayores que la energía que gastan durante el día, lo que se traduce en un mayor incremento de peso.
La dieta diaria no es la más aconsejable por lo que han ganado más peso del normalSegún las autoridades, los niños han podido ganar durante estos meses una media de un kilo, que se puede incrementar con la llegada de las vacaciones. Sin lugar a dudas se trata de un dato preocupante al que hay prestarle la importancia que se merece.
El problema de la obesidad infantil en España
El gran problema de todo esto es que antes de la llegada de la pandemia, el tema del sobrepeso era una auténtica realidad en nuestro país. Los datos así lo demuestran y es que España está a la cabeza de los países europeos en lo que a la obesidad infantil se refiere.
La obesidad y el sobrepeso se relaciona con una serie de problemas de salud:
- Dolores de espalda.
- Problemas respiratorios y de corazón.
- Dolores en las articulaciones.
- Riesgo de padecer obesidad durante la edad adulta.
- Aparte de los evidentes problemas físicos, los niños también van a sufrir una serie de problemas psicológicos relacionados con el aumento de peso.
Una buena alimentación
La alimentación es clave en el desarrollo y crecimiento de los niños. Los padres no le dan la importancia que realmente tiene a la hora de prevenir problemas como el sobrepeso o la diabetes. A día de hoy los niños siguen una dieta desequilibrada y pobre ricas en grasas y azúcares. Los niños apenas comen alimentos nutritivos como las verduras, la fruta o las legumbres. Hay que educar a los niños desde que son pequeños a comer de todo y a comer lo mejor posible.
La dieta principal debe estar compuesta en su gran mayoría por alimentos de origen vegetalDesde que son pequeños no se les inculca unos hábitos alimentarios basados en alimentos como las verduras o el pescado y prefieren comer productos ultraprocesados y poco aconsejables como es el caso de pizza o congelados. Se trata de productos con un alto nivel de azúcar que suelen generar adicción.
Consejos para una buena alimentación de los niños
Los expertos en el tema aconsejan el seguir una serie de pautas a la hora de darles de comer a los niños:
- La dieta principal debe estar compuesta en su gran mayoría por alimentos de origen vegetal tales como frutas, hortalizas o cereales.
- Dichos platos deben de estar acompañados por pequeñas raciones de pescado o de carnes.
- En el caso de la bebida deben optar solo por agua o por leche.
Ahora que llegan los meses de verano, la dieta no debe cambiar lo más absoluto. Es bueno comer muchos alimentos de temporada como fruta o verduras. Hay alimentos como la sandía o el melón que son realmente refrescantes y pueden contrarrestar el calor y las altas temperaturas. Aparte de ello, ahora que se ha iniciado la desescalada es buen momento para que salgan a la calle y hagan algo de ejercicio físico para poder gastar energía.