Tanto niños como adultos pueden estar el día entero haciendo cosas sin parar, desde que se despiertan hasta que se acuestan por la noche. Como padre, puede tolerar el agotador programa de actividades extracurriculares de tu hijo para darle la oportunidad de explorar un pasatiempo y desarrollar habilidades para la vida. Si bien las actividades extracurriculares definitivamente pueden ser una forma positiva para que tu hijo se convierta en un músico o atleta talentoso, también pueden restar valor a la calidad de su infancia...
Es necesario poner en la balanza los pros y los contras de las actividades extraescolares para que los niños puedan disfrutar de su vida y al mismo tiempo desarrollar habilidades que les servirán tanto a corto como a largo plazo.
Las actividades extraescolares
Algunas razones por las que los padres ponen a sus hijos en actividades incluyen el deseo de desarrollar los talentos innatos de los niños y ayudarlos a convertirse en adultos completos. Los niños aprenden el trabajo en equipo, la autodisciplina y las habilidades sociales, además de cómo respetar la autoridad, divertirse, hacer amigos y convertirse en líderes. Sin embargo, tu hijo también puede aprender estas habilidades, divertirse y estar bien equilibrado jugando después de la escuela, como se supone que deben hacer los niños... Sin nada más que el juego, sin nada estructurado sin que tengas que rascar tu bolsillo para apuntarles a clases extraescolares.
El rendimiento académico puede deteriorarse
Una de las trampas de demasiadas actividades extracurriculares es que las calificaciones de tu hijo pueden comenzar a ir mal. Cuando se reduce el tiempo para dormir y hacer las tareas, es casi inevitable que la calidad del trabajo escolar disminuya. Mientras tu hijo está en la escuela, mantener su concentración en las calificaciones es su trabajo más importante. Si las actividades extracurriculares comienzan a apoderarse de su vida, incluso podría correr el riesgo de sufrir fracaso escolar.
Pérdida de tiempo de inactividad
Al igual que tú, tu hijo necesita tiempo para relajarse. Si se excita demasiado sobre una actividad extracurricular particular, podría volverse adicto a ella. Pierde su tiempo de inactividad y su oportunidad de recargar su energía vital. Además, el coste de las actividades extraescolares puede hacer que tu cuenta bancaria acabe bastante resentida.
Problemas médicos
Los niños que tienen demasiadas actividades extracurriculares pueden terminar con enfermedades físicas como resultado de tanto estrés. Algunos de estos pueden incluir lesiones físicas; por ejemplo, si tu hijo está demasiado cansado en la práctica de gimnasia y completa un estiramiento o volteo incorrectamente: enfermedad y fatiga.
El estrés provocado por las altas expectativas que puedas tener hacia tu hijo, las altas expectativas de los entrenadores, amigos, competencia, profesores... también puede hacer que tenga problemas de salud.
Encontrar un equilibrio
Si aún quieres poner a tu hijo en una actividad extracurricular, encuentra un equilibrio entre esto, la escuela y el tiempo para la familia y la relajación. De seis a nueve horas a la semana para una actividad extracurricular es suficiente e incluso demasiado.
Es importante que los niños no tengan demasiado tiempo de actividades extraescolares en sus agendas, porque entonces dejarían de ser niños. Los niños necesitan serlo para poder crecer y desarrollarse, y si se ocupan todas las horas de su tiempo libre en realizar actividades extraescolares, entonces al final, puede tener problemas físicos, emocionales y también académicos.
También merece la pena recordar, que los niños, que no se les apunta a ninguna actividad extraescolar y están en su casa, pasando el tiempo con sus padres o en el parque con sus amigos, ese tiempo es mucho más valioso que todas las horas que has pagado para que desarrolle una habilidad. Por supuesto, si tu hijo no quiere apuntarse a una actividad extraescolar, no le obligues a hacerlo.