Qué levante la mano quien no ha sufrido un empacho cuando era un niño. Las indigestiones o los empachos son bastante habituales en la infancia y es que se come de todo y se mezcla todo tipo de productos, sin tener en cuenta sus posibles consecuencias. En el siguiente artículo te damos algunos consejos para tratar posibles empachos en los niños.
En qué consiste un empacho
El empacho no es más que una mala digestión a causa de los diferentes alimentos ingeridos. La digestión no es la deseada debido a que se come en exceso, a que se come demasiado rápido o al simple hecho de que el pequeño no para de moverse.
Si se quiere evitar el empacho, es conveniente que los niños coman de una manera pausada, sin prisas y lo hagan de una manera ligera a la vez que saludable. Hay que dejar las comidas copiosas en las que se mezcla de todo y optar por alimentos fáciles de digerir y que a su vez sean nutritivos.
Los padres deben controlar en todo momento lo que sus hijos comen, ya que de lo contrario pueden llegar a atiborrarse hasta provocar problemas en el estómago. No hay que llegar al extremo de que el pequeño sufra un empacho a la hora de limitar lo que debe comer.
Síntomas claros del empacho
El síntoma más claro y habitual del empacho es el dolor de estómago. A parte de ello, el pequeño que se encuentra empachado puede tener un gran malestar general y sufrir vómitos o diarrea. Sea como fuere, los síntomas más claros de una indigestión son los siguientes:
- Dolor estomacal.
- Pesadez en la digestión.
- Falta de apetito.
- Vómitos.
- Dolor de cabeza.
- Diarrea.
Qué deben hacer los padres ante el empacho de sus hijos
Para evitar que el niño lo pase demasiado mal, los padres deben seguir una serie de pautas a la hora de prevenir futuros empachos:
- Nada de alimentos demasiado grasientos.
- Eliminar las bebidas azucaradas y gaseosas.
- Evitar que el niño coma demasiados dulces y chucherías.
- Controlar en todo momento lo que el niño come y racionalizarlo de la mejor manera posible.
- Los niños deben comer de una manera pausada y masticando bien los diferentes alimentos.
- Es importante el hacer la digestión durante al menos un par de horas. No es nada
- bueno que el pequeño se ponga a correr recién comido. El ambiente en el que coma debe ser agradable a la vez que relajado.
Qué hacer si el niño está empachado o indigesto
En el caso de que un niño sufra un empacho, los padres no pueden hacer demasiado ya que no existe un tratamiento específico para ello. Lo más normal es que en un par de días, el pequeño ya se encuentre recuperado del todo.
Lo primero de todo, es conseguir que el niño ingiera mucho líquido mediante pequeños sorbos para evitar de esta manera una posible deshidratación. En cuanto a la comida, es aconsejable el no forzarle y empezar por alimentos fáciles de digerir y que sean ligeros. Poco a poco, el niño irá recuperando el apetito. Como ya te hemos dicho, lo normal es que el malestar y los síntomas desaparezcan a las 24 o 48 horas. Si el pequeño sufre fuertes dolores en la barriga, es bueno el realizar una serie de masajes en la dirección de las agujas del reloj.
En definitiva, por desgracia los empachos están a la luz del día y es raro el niño que no las sufre. Es labor de los padres el controlar en todo momento lo que comen y evitar que se excedan en el consumo de ciertos alimentos pocos digestivos como el chocolate, las bebidas azucaradas o la llamada comida basura.