Cuando los padres saben que van a tener un bebé es normal que sean muchas las dudas que les asalten. Cada niño es diferente, por lo que aunque tengan más hijos siempre aprenderán cosas nuevas con cada recién nacido. Así pues, des del momento del nacimiento hasta el resto de su infancia y adolescencia, es posible que los padres se tengan que enfrentar a situaciones que quizás jamás habían imaginado, pero que podrán resolver adecuadamente si le dedican a su hijo la atención, el cariño, la comprensión y el respeto adecuado para conseguirlo.
Hay varias maneras de conseguir estos objetivos, ya bien sea a través de la propia experiencia o bien acudiendo a la ayuda de un profesional o bien de un familiar, amigo o conocido. Los expertos en la materia será quienes mejor podrán aconsejarnos, ya que el resto solamente podrá hablar de lo que ha vivido o ha leído o escuchado, siendo el profesional de la salud o de la ecuación el especializado en la materia y quien tendrá una base científica en sus argumentaciones.
Las diferencias del sueño de bebé a bebé
El hecho de que cada bebé sea distinto hace que los padres se enfrenten a situaciones desconocidas en muchos casos y si es el primer hijo que tienen, cada comportamiento que se distancie de lo que han leído u oído como normal puede que les preocupe en sobremanera. Por eso, algunos profesionales de la salud infantil han escrito libros y creado diferentes métodos para reconducir conductas, asimilarlas o bien aprender a vivir con ellas dependiendo de cada uno de los comportamientos o de las patologías.
Uno de los problemas más comunes en los padres, sobre todo los primerizos, es no poder conciliar el sueño por las noches o no poder dormir más de una cierta cantidad de horas diarias. Algunos bebés lloran más que otros y a algunos les cuesta más dormirse, por lo que doctores especializados como el estadounidense Richard Febrer crearon en 1985 un libro para tratar los trastornos del sueño en pediatría. En nuestro país fue Eduard Estivill el médico encargado de transmitir los conocimientos de este método y hacerlos llegar a todos los padres que quisieran conocer en detalle en qué consiste y cómo podría ayudarles a conseguir que sus bebés durmiesen más y mejor.
Muchos padres creen que es bueno para los bebés dormir con ellos desde el inicio de su vida¿De qué se trata el método Estivill?
Muchos padres creen que es bueno para los bebés dormir con ellos desde el inicio de su vida, ya bien sea en la misma cama (habiendo quienes lo consideran peligroso) o bien en una cuna adaptada a su edad, lo más recomendable, en la misma habitación. De este modo también es más sencillo para ellos alimentarlo cuando toca a media noche o bien consolarle si está llorando a media noche.
Sin embargo, hay otros padres y profesionales que aconsejan, como en el método Estivill, que pasados ciertos meses, entre los tres y seis meses concretamente, los padres deberían mover de manera gradual la cuna del bebé y colocarla en su habitación, para que poco a poco se acostumbre a dormir solo, sin ser tan dependiente de la presencia de los padres por las noches y dejándolos dormir más rato.
Este cambio no puede hacerse de un día a otro y además deberán crearse una serie de rutinas para que el bebé se pueda acostumbrar, de manera gradual, a este cambio de lugar de dormir y a no tener a sus padres literalmente al lado toda la noche. Para ello será adecuado que se repitan las mismas acciones noche tras noche, como por ejemplo acostarlo después de haberle dado de cenar y de haber pasado un rato con ambos padres. El hecho de haber recibido su amor y cariño le ayudará a tranquilizarse e incluso a conciliar el sueño con más facilidad, por las caricias recibidas y el calor de sus brazos.
Es probable que llore durante las primeras nochesCuando se le acueste será recomendable, según el método Estivill, dejarle que se acomode en la cuna, pero sin acariciarle o mecerlo como se ha hecho hasta antes de acostarse. Dentro de la cuna el bebé deberá reconocer como este su espacio de soledad, pero también de tranquilidad y de sueño. Los padres pueden estar a su lado mientras concilia el sueño, pero es importante que no lo saquen de la cuna si se pone a llorar, ya que probablemente sea una manera de pedirles que quiere volver a estar con ellos y que no quiere quedarse solo por la noche.
Como es un proceso gradual es probable que llore durante las primeras noches. Según el método Estivill habrá que dejar que el bebé llore cuando se quede solo en la cuna, pero el tiempo deberá aumentar de manera progresiva. Así pues, durante la primera noche los padres deberían dejarle llorar durante medio minuto, un minuto la siguiente y así ir incrementando el tiempo, de manera que pueda llegar un día en el que el bebé se acostumbre a quedarse dormido solo, acostumbrándose a la rutina de irse a dormir en la cuna de su habitación y sin tener la presencia de sus padres constantemente a su lado.
Se debe tener en cuenta que los bebés no pueden comunicarse de otro modo que no sea el llanto, por lo que deberán los padres aprender a distinguir los tipos de lloros para saber si realmente no quiere quedarse solo en la cuna o bien tiene hambre o no se encuentra bien. Por eso, no todo el mundo está de acuerdo con el método Estivill y deberéis ser vosotros mismos quienes determinéis cuál es el mejor modo de ayudar a dormir a vuestro bebé, para que pueda descansar como se merece y pueda estar seguro en vuestro hogar, como lo estaría durmiendo a vuestro lado en la misma habitación.