Cuando era bebé y aún no hablaba tu hijo es posible que recuerdes las ansias que tenías de que hablara. Incluso es probable que te preocupases más de la cuenta cuando parecía que tarda en hablar, pero ahora que ya sabe mantener una conversación fluida, a veces solo quieres que pare de hablar tanto por un segundo.
¡Hay veces que no escuchas ni tus propios pensamientos! Es algo bastante normal, pero debes saber que si tu hijo no para de hablarte, además de que lo necesita, es importante para su desarrollo que le escuches y comprendas las cosas que te está diciendo. Si le ignoras o le mandas a callar, solo harás que aumente su inseguridad y que te tenga rencor.
Si tu hijo pequeño te quiere comentar algo, podrás disfrutar de una conversación adecuada con él. Pero puedes esperar que esa conversación continúe todo el día, incluso cuando puede ver que estás ocupado. De hecho, cuanto más ocupado estés, más te bombardeará con preguntas y observaciones, probablemente las mismas, repetidamente, como si estuviera tratando de agobiarte, pero esa no es su intención. No está siendo travieso; solo persigue una necesidad instintiva de hablar. Estos son algunos de los factores detrás de este desarrollo nuevo y natural.
Tus respuestas lo ayudan a sentirse seguro
A medida que tu hijo pequeño se vuelve más independiente y aventurero, necesita la seguridad de tu presencia y aliento detrás de él. Tu voz familiar y tus entusiastas palabras le sirven bien, dándole la confianza para aventurarse más y probar más cosas nuevas.
La conversación es un juego nuevo y emocionante
La conversación es vital para el desarrollo del lenguaje de tu hijo, y es natural que quiera probar nuevas palabras y frases. Necesita se tus respuestas como prueba de que ha dicho bien las palabras y de que significaban lo que él pensaba. Por supuesto, él no se dará cuenta de toda esta motivación subconsciente. Eres su caja de resonancia para sus sesiones de práctica, así que respira hondo y respóndele una vez más.
Quiere compartir sus descubrimientos contigo
El mundo es como un cofre del tesoro para tu hijo. Donde quiera que mires, encuentras nuevas maravillas y acertijos, que quiere celebrar contigo. Quizás ha descubierto cómo abrir una tapa, dibujar una cara o hacer un ruido extraño, o tal vez ha encontrado una forma o textura inusual. Por muy trivial que pueda parecer el hallazgo, es fascinante para él. También tendrá un flujo constante de preguntas para hacer sobre el desconcertante mundo que lo rodea. Quiere entender lo que está sucediendo.
Tu hijo comenzará a interesarse por la vida cotidiana
Si vas a salir, por ejemplo, él querrá saber a dónde y si irá contigo. Si vais de compras juntos, es posible que quiera saber qué artículos compraréis y dónde se pueden encontrar. Él estará dispuesto a ayudar también. Tus respuestas a sus preguntas lo tranquilizarán, pero puede sentir la necesidad de preguntarte varias veces, para confirmar, así que respira profundamente.
La conversación lo hace sentir cerca de ti.
Esta es la parte más importante de cuando un hijo quiere hablar sin parar con sus padres. Quizá tu hijo te distrae con tanta charla, pero lo hace con su mejor intención. Eres su estrella, la persona más especial en su vida, y la conversación lo mantiene cerca de ti. Todavía no ha dominado el arte de la conversación, por lo que puede decir cualquier cosa que se le ocurra para mantener abiertas las líneas de comunicación y el vínculo contigo porque le mantiene fuerte y seguro.
De lo contrario, puede estar involucrado en ese momento, pero los niños pequeños no siempre pueden apreciar tales dificultades en los adultos y se enfadan cuando no reciben la respuesta que anhelan.
A veces, un rápido asentimiento y una sonrisa pueden salvar un berrinche. La etapa de niño pequeño puede ser difícil para los padres, pero ayuda a tener en cuenta que tu hijo simplemente está pasando por los procesos normales y naturales de crecimiento. Pero también es una etapa gratificante, y una palabra alentadora tuya hará que tu pequeño brille con luz propia.